Gobierno: que amauta responda ante la ley por sus acciones, como cualquier hijo de vecino

La Paz, Abi
El Gobierno boliviano consideró que el chamán (amauta) indígena que confirió poderes espirituales en una ceremonia telúrica en enero de 2006 al presidente Evo Morales, en el umbral de su primer mandato, debe responder ante la ley como cualquier infractor, por los cargos de narcotráfico que le imputa la justicia local.

"Lo importante es que, sea quien sea, haya estado o no haya estado en la ceremonia, haya o no estado cerca de una autoridad de Estado, cometió un error, (entonces) a responder de sus actos ante la justicia", afirmó el vicepresidente Alvaro García durante una conferencia de prensa dictada en La Paz.

Valentín Mejillones Akharapi, un sacerdote aymara, que presidió una ceremonia lúdica en que Morales fue revestido de poderes cósmicos el 21 de enero de 2006 en las ruinas de Tiawanaku, fue detenido el martes por la noche junto a uno de sus vástagos y una pareja de colombianos en posesión de 250 kg de cocaína en su domicilio en la ciudad de El Alto.

"Nadie lo va a proteger, nadie lo va a cuidar, nadie lo va a socapar en sus ilegalidades. Esa es la clave, la enseñanza de acá, no importa quién es, qué apellida, qué cercanía tuvo con una autoridad. Si cometió una irregularidad, tiene que rendir cuentas ante la justicia como cualquier ciudadano", afirmó.

El chamán caído en desagracia y que el jueves ganó las portadas de diarios privados bolivianos fue encarcelado en La Paz por determinación de la jueza Marcela Siles, X de Instrucción en lo Penal.

La abogada del hombre, Guísela Fernández, dijo que "sólo alquiló su domicilio", en El Alto, donde la Policía halló una fábrica de procesamiento y purificación a gran escala de drogas.

"Nadie del gobierno va a protegerlo, nadie del gobierno va a presionar para que haya una acción que lo disculpe", insistió García Linera que reveló que la vinculación de Mejillones Akharapi fue aleatoria, pues una organización religiosa propuso al hombre para que presida aquella ceremonia.

El Vicepresidente subrayó la imposibilidad de conocer en el fondo o a posteriori a una persona con sólo tratarla incidentalmente.

"Cuando se dio el acto simbólico en presencia de esa autoridad (espiritual, Mejillones Akharapi) era una persona que se movía en el ámbito religioso, de la religiosidad andina, y no fue escogido por el Presidente, sino que fue propuesto por la estructura organizativa interna del ámbito religioso andino", explicó García Linera.

"Nadie tiene un certificado a futuro de buen comportamiento. Cuando uno habla con alguien puede responder de su comportamiento hasta entonces. Qué hará (esa persona) mañana o pasado es algo que sólo Dios sabe. Es algo que no podemos responder", repuso el mandatrio, consultado por periodistas locales.

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