España y su receta local
El Mundial de Sudáfrica se va alejando de a poco en la memoria. Mientras para Argentina dejó más dudas que certezas, para España fue la confirmación y consagración de un estilo que arrancó varios años antes. La primera copa del mundo para los españoles llegó con un plantel conformado en su mayoría por jugadores que se desempeñan en la liga local. Apenas tres jugadores no forman parte de la liga de las estrellas.
El arquero José Manuel Reina y Fernando Torres del Liverpool junto a Cesc Fábregas del Arsenal, son los únicos que juegan fuera de la península ibérica. Ninguno de ellos, de todas formas, fue titular en la final ante Holanda. Es cierto que el Niño Torres arrancó como titular y no pudo mantener el puesto, y que si Cesc hubiera estado mejor físicamente hubiera tenido más minutos en cancha. Pero, la base de la conquista española estuvo en la conformación de un conjunto que tuvo al Barcelona como principal aporte. Siete de los que saltaron al campo (incluido David Villa) para lograr la gloria juegan en el conjunto Culé.
Si volvemos el tiempo hacia atrás y repasamos los integrantes de Italia campeón en Alemania 2006, encontramos que ese plantel, en su totalidad, estaba compuesto por jugadores del Calcio. La columna vertebral de aquel conjunto era la Juventus y contaba con el aporte de sociedades del Milan (Pirlo-Gatusso) y de la Roma (Totti-De Rossi) en el mediocampo.
Resulta difícil y hasta imposible afirmar que la receta para ganar el mundial sea cien por ciento casera. Pero en los dos últimos mundiales, los ganadores tuvieron esas características. Es verdad que la liga italiana en su momento y la española en la actualidad, tenían y tienen, a los mejores jugadores del mundo. Algo que hace que la competencia se eleve y permita mejorar el rendimiento de los futbolistas. Por eso suena casi imposible pensar en algo igual para la selección argentina, que pese a jugar en las mejores ligas del mundo, no pudieron lograr la cohesión deseada.
El arquero José Manuel Reina y Fernando Torres del Liverpool junto a Cesc Fábregas del Arsenal, son los únicos que juegan fuera de la península ibérica. Ninguno de ellos, de todas formas, fue titular en la final ante Holanda. Es cierto que el Niño Torres arrancó como titular y no pudo mantener el puesto, y que si Cesc hubiera estado mejor físicamente hubiera tenido más minutos en cancha. Pero, la base de la conquista española estuvo en la conformación de un conjunto que tuvo al Barcelona como principal aporte. Siete de los que saltaron al campo (incluido David Villa) para lograr la gloria juegan en el conjunto Culé.
Si volvemos el tiempo hacia atrás y repasamos los integrantes de Italia campeón en Alemania 2006, encontramos que ese plantel, en su totalidad, estaba compuesto por jugadores del Calcio. La columna vertebral de aquel conjunto era la Juventus y contaba con el aporte de sociedades del Milan (Pirlo-Gatusso) y de la Roma (Totti-De Rossi) en el mediocampo.
Resulta difícil y hasta imposible afirmar que la receta para ganar el mundial sea cien por ciento casera. Pero en los dos últimos mundiales, los ganadores tuvieron esas características. Es verdad que la liga italiana en su momento y la española en la actualidad, tenían y tienen, a los mejores jugadores del mundo. Algo que hace que la competencia se eleve y permita mejorar el rendimiento de los futbolistas. Por eso suena casi imposible pensar en algo igual para la selección argentina, que pese a jugar en las mejores ligas del mundo, no pudieron lograr la cohesión deseada.