España tuvo muchas menos entradas para la final del Mundial que Holanda
Madrid, As
Seis a uno, ésa era la proporción entre aficionados holandeses y españoles presente en el Soccer City de Johannesburgo durante la final del Mundial. En la foto se puede comprobar como el color naranja era claramente predominante y apenas si se distinguen algunas banderas españolas entre los numerosos hinchas de la selección oranje presentes. Con todo, La Roja acabó triunfando sobre el terreno de juego.
Pudo haber muchos más españoles, es verdad. 260 de ellos llegaron incluso a viajar a la capital sudafricana, pero Kangaroo Viajes, la agencia que les tramitó la excursión, no tenía entradas suficientes. Otros, como Halcón Viajes, dejaron en tierra a dos aviones de unos 300 pasajeros porque no pudieron lograr los tickets finalmente. Al menos, estos aficionados no se tragaron un viaje de casi 20 horas entre ida y vuelta y pudieron disfrutar del partido en España.
Consultado por este periódico, el secretario de la Federación Española de Fútbol, Jorge Pérez, afirmó que la FIFA, de la que el Ángel Villar es vicepresidente, no quiso concederles más tickets: "Preguntamos a clubes, federaciones y demás las entradas que iban a querer y las pedimos. Teníamos asignadas 1.000 para cada partido, que son los que pedimos, y solicitamos 1.100 justo antes de la final. Pero no nos las quisieron conceder".
¿Por qué se pidieron sólo 1.000 entradas para una final del Mundial? Ésa es la cuestión. Antes del campeonato, la oficina de tickets de la FIFA remitió a todas las asociaciones afiliadas un documento en el que las instaba a que dijeran las entradas que querían para cada encuentro del campeonato, hasta un máximo de 6.000 en la final. O sea, que la Federación Española de Fútbol podría haber previsto que para toda una final del Mundial necesitaría hasta seis veces más entradas de las que en un principio había pedido y obtuvo. Muchos españoles se estarán preguntando, después de leer esto, por qué se tuvieron que quedar en casa.
Seis a uno, ésa era la proporción entre aficionados holandeses y españoles presente en el Soccer City de Johannesburgo durante la final del Mundial. En la foto se puede comprobar como el color naranja era claramente predominante y apenas si se distinguen algunas banderas españolas entre los numerosos hinchas de la selección oranje presentes. Con todo, La Roja acabó triunfando sobre el terreno de juego.
Pudo haber muchos más españoles, es verdad. 260 de ellos llegaron incluso a viajar a la capital sudafricana, pero Kangaroo Viajes, la agencia que les tramitó la excursión, no tenía entradas suficientes. Otros, como Halcón Viajes, dejaron en tierra a dos aviones de unos 300 pasajeros porque no pudieron lograr los tickets finalmente. Al menos, estos aficionados no se tragaron un viaje de casi 20 horas entre ida y vuelta y pudieron disfrutar del partido en España.
Consultado por este periódico, el secretario de la Federación Española de Fútbol, Jorge Pérez, afirmó que la FIFA, de la que el Ángel Villar es vicepresidente, no quiso concederles más tickets: "Preguntamos a clubes, federaciones y demás las entradas que iban a querer y las pedimos. Teníamos asignadas 1.000 para cada partido, que son los que pedimos, y solicitamos 1.100 justo antes de la final. Pero no nos las quisieron conceder".
¿Por qué se pidieron sólo 1.000 entradas para una final del Mundial? Ésa es la cuestión. Antes del campeonato, la oficina de tickets de la FIFA remitió a todas las asociaciones afiliadas un documento en el que las instaba a que dijeran las entradas que querían para cada encuentro del campeonato, hasta un máximo de 6.000 en la final. O sea, que la Federación Española de Fútbol podría haber previsto que para toda una final del Mundial necesitaría hasta seis veces más entradas de las que en un principio había pedido y obtuvo. Muchos españoles se estarán preguntando, después de leer esto, por qué se tuvieron que quedar en casa.