En vigor Ley de Autonomías que configura ingeniería constitucional
La Paz, Abi
La Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD), que norma el régimen subnacional de gobiernos departamentales, regionales y municipales en Bolivia, fue promulgada el lunes por el presidente Evo Morales y terminó de configurar la ingeniería de la Constitución, de corte socialista comunitaria, vigente desde febrero de 2009, la primera en Bolivia aprobada por voto popular.
La LMAD se sustenta en 4 ejes temáticos y representa el proceso de mayor desconcentración política y administrativa desde 1825, cuando se fundó Bolivia bajo un sistema centralista, destacó el ministro de Autonomías, Carlos Romero, en un pedagógico discurso pronunciado durante el acto de promulgación de la norma.
La norma, quinto eslabón de 5 leyes orgánicas previstas por la carta política boliviana, adecua a la Carta Magna los estatutos autonómicos de la tierras bajas de Bolivia, en cabeza de Santa Cruz, cuyas autoridades y líderes civiles demandaron sistemáticamente, desde 2004, la instauración de un modelo de independencia política y administrativa regional.
La LMAD pone en relieve un pacto autonómico que deberá ser aprobado por dos tercios de los votos en las asambleas departamentales", electas en abril pasado y configuradas a fines de mayo último.
Se trata de "un verdadero pacto social al interior de esas regiones para brindarle un gran horizonte de democracia y sostenibilidad y pluralismo a la implementación de sus autonomías", afirmó Romero.
De acuerdo con los resultados de dos oleadas de elecciones, en 2006 y 2009, los 9 departamentos bolivianos resolvieron dotarse de un sistema de autonomías locales, en tres niveles alineados horizontalmente, departamental, regional y muncipal.
También viabiliza la autonomía indígena en sus tres ámbitos jurisdiccionales, territorio, municipio y región.
La LMAD reglamenta, asimismo, la preexistente autonomía municipal desde 1996.
"Potestativamente podrá construir sus cartas orgánicas municipales y alternativamente seguir aplicando, con supletoriedad, la legislación municipal vigente y una ordenación del camino de construcción de las autonomías regionales", hizo notar Romero.
La LMAD transfiere, desde poder central a las 9 regiones bolivianas, 20 competencias en materia de salud, transporte, obras públicas, infraestructura, vivienda, hábitat, medio ambiente, ordenamiento territorial y planificación, entre otras.
"Las competencias se han multiplicado y los ingresos de los departamentos y de los municipios" para sustentar la administración y aplicación efectiva de éstas "se han incrementado en 156%", destacó el Ministro de Autonomías, al subrayar los beneficios incontrastables que otorga a las regiones bolivianas la nacionalización de los hidrocarburos dispuesta por el gobierno del presidente Evo Morales en mayo de 2006.
Al amparo de la política hidrocarburífera de Morales, el erario público ingresa anualmente, desde 2006, entre 5 y 6 veces más que en el período precedente 1996-2005, en que la explotación del gas y el petróleo bolivianos se encontraban en manos de poderosos consorcios multinacionales.
En 2005, Bolivia ingresó poco más de 300 millones de dólares por concepto de renta petrolera.
El sistema de reparto de recursos a las regiones se sustenta también en la nacionalización de sectores productivos, como la minería, tradicionalmente en manos del Estado y sistemáticamente privatizados, como en el período 1993-1997, cuando el gobierno del presidente ultraliberal Gonzalo Sánchez de Lozada transfirió las empresas públicas, incluso las estratégicas, a consorcios transnacionales.
"Gracias a la apropiación de ese excedente económico podemos ahora incrementar las autonomías", hizo notar Romero al subrayar que el régimen boliviano de autonomías era inviable sino se contaban los recursos para instrumentarlas.
"Esto no era al revés, al revés nunca podía funcionar, nunca podíamos hacer autonomías primero y luego recuperar el excedente económico", afirmó el funcionario.
"Ahora nacen con el dinero que provee la renta hidrocarburífera, la renta minera, el IDH y la coparticipación tributaria, fruto del esfuerzo del pueblo boliviano", puso en relieve Romero.
La Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD), que norma el régimen subnacional de gobiernos departamentales, regionales y municipales en Bolivia, fue promulgada el lunes por el presidente Evo Morales y terminó de configurar la ingeniería de la Constitución, de corte socialista comunitaria, vigente desde febrero de 2009, la primera en Bolivia aprobada por voto popular.
La LMAD se sustenta en 4 ejes temáticos y representa el proceso de mayor desconcentración política y administrativa desde 1825, cuando se fundó Bolivia bajo un sistema centralista, destacó el ministro de Autonomías, Carlos Romero, en un pedagógico discurso pronunciado durante el acto de promulgación de la norma.
La norma, quinto eslabón de 5 leyes orgánicas previstas por la carta política boliviana, adecua a la Carta Magna los estatutos autonómicos de la tierras bajas de Bolivia, en cabeza de Santa Cruz, cuyas autoridades y líderes civiles demandaron sistemáticamente, desde 2004, la instauración de un modelo de independencia política y administrativa regional.
La LMAD pone en relieve un pacto autonómico que deberá ser aprobado por dos tercios de los votos en las asambleas departamentales", electas en abril pasado y configuradas a fines de mayo último.
Se trata de "un verdadero pacto social al interior de esas regiones para brindarle un gran horizonte de democracia y sostenibilidad y pluralismo a la implementación de sus autonomías", afirmó Romero.
De acuerdo con los resultados de dos oleadas de elecciones, en 2006 y 2009, los 9 departamentos bolivianos resolvieron dotarse de un sistema de autonomías locales, en tres niveles alineados horizontalmente, departamental, regional y muncipal.
También viabiliza la autonomía indígena en sus tres ámbitos jurisdiccionales, territorio, municipio y región.
La LMAD reglamenta, asimismo, la preexistente autonomía municipal desde 1996.
"Potestativamente podrá construir sus cartas orgánicas municipales y alternativamente seguir aplicando, con supletoriedad, la legislación municipal vigente y una ordenación del camino de construcción de las autonomías regionales", hizo notar Romero.
La LMAD transfiere, desde poder central a las 9 regiones bolivianas, 20 competencias en materia de salud, transporte, obras públicas, infraestructura, vivienda, hábitat, medio ambiente, ordenamiento territorial y planificación, entre otras.
"Las competencias se han multiplicado y los ingresos de los departamentos y de los municipios" para sustentar la administración y aplicación efectiva de éstas "se han incrementado en 156%", destacó el Ministro de Autonomías, al subrayar los beneficios incontrastables que otorga a las regiones bolivianas la nacionalización de los hidrocarburos dispuesta por el gobierno del presidente Evo Morales en mayo de 2006.
Al amparo de la política hidrocarburífera de Morales, el erario público ingresa anualmente, desde 2006, entre 5 y 6 veces más que en el período precedente 1996-2005, en que la explotación del gas y el petróleo bolivianos se encontraban en manos de poderosos consorcios multinacionales.
En 2005, Bolivia ingresó poco más de 300 millones de dólares por concepto de renta petrolera.
El sistema de reparto de recursos a las regiones se sustenta también en la nacionalización de sectores productivos, como la minería, tradicionalmente en manos del Estado y sistemáticamente privatizados, como en el período 1993-1997, cuando el gobierno del presidente ultraliberal Gonzalo Sánchez de Lozada transfirió las empresas públicas, incluso las estratégicas, a consorcios transnacionales.
"Gracias a la apropiación de ese excedente económico podemos ahora incrementar las autonomías", hizo notar Romero al subrayar que el régimen boliviano de autonomías era inviable sino se contaban los recursos para instrumentarlas.
"Esto no era al revés, al revés nunca podía funcionar, nunca podíamos hacer autonomías primero y luego recuperar el excedente económico", afirmó el funcionario.
"Ahora nacen con el dinero que provee la renta hidrocarburífera, la renta minera, el IDH y la coparticipación tributaria, fruto del esfuerzo del pueblo boliviano", puso en relieve Romero.