El Mundial deja en evidencia a los árbitros europeos
Pedro Martín, As
La deplorable labor del inglés Howard Webb en la final puso definitivamente en evidencia a los árbitros europeos en este Mundial. El colectivo al que siempre recurría la FIFA para sacar adelante los compromisos más difíciles ha fallado en esta ocasión. Y no ha sido una sorpresa. La nueva generación europea de árbitros de élite no ha alcanzado el nivel de la anterior, formada, entre otros, por Collina, Frisk, Meier, Lubos Michel y Milton Nielsen.
De los diez colegiados europeos seleccionados por la FIFA para este Mundial, sólo el húngaro Viktor Kassai ha salido fortalecido. Su actuación en la semifinal Alemania-España (sin tarjetas) fue estupenda y lo bueno es que tiene 35 años (le quedan diez para jubilarse).
El belga De Bleeckere (fiable) y el portugués Benquerença (regular) cumplieron. El español Undiano Mallenco y el alemán Stark estuvieron por debajo de su nivel. El suizo Busacca recibió un severo castigo al quedar eliminado en la primera fase (no era para tanto). Los peores fueron el francés Lannoy (no hay manera con los galos), el italiano Rosetti (condenado por un asistente) y el ingles Webb (increíble que haya pitado la final de la Copa de Europa y del Mundial el mismo año). Y el sueco Hansson ni pitó para olvidar la mano de Henry.
La deplorable labor del inglés Howard Webb en la final puso definitivamente en evidencia a los árbitros europeos en este Mundial. El colectivo al que siempre recurría la FIFA para sacar adelante los compromisos más difíciles ha fallado en esta ocasión. Y no ha sido una sorpresa. La nueva generación europea de árbitros de élite no ha alcanzado el nivel de la anterior, formada, entre otros, por Collina, Frisk, Meier, Lubos Michel y Milton Nielsen.
De los diez colegiados europeos seleccionados por la FIFA para este Mundial, sólo el húngaro Viktor Kassai ha salido fortalecido. Su actuación en la semifinal Alemania-España (sin tarjetas) fue estupenda y lo bueno es que tiene 35 años (le quedan diez para jubilarse).
El belga De Bleeckere (fiable) y el portugués Benquerença (regular) cumplieron. El español Undiano Mallenco y el alemán Stark estuvieron por debajo de su nivel. El suizo Busacca recibió un severo castigo al quedar eliminado en la primera fase (no era para tanto). Los peores fueron el francés Lannoy (no hay manera con los galos), el italiano Rosetti (condenado por un asistente) y el ingles Webb (increíble que haya pitado la final de la Copa de Europa y del Mundial el mismo año). Y el sueco Hansson ni pitó para olvidar la mano de Henry.