El "Bigotón" considera que es el momento de escribir una nueva historia en el fútbol boliviano
La Paz, Abi
El vasco Xavier Azkargorta, que condujo a la selección boliviana en la histórica e inédita clasificación al Mundial Estados Unidos - 94, aseguró que es el momento de escribir una nueva página y dejar en el pasado esa épica actuación que, a su juicio, no contribuyó al despegue internacional, como se esperaba, sino estancó su desarrollo en el contexto sudamericano.
Con muchos años encima y señales evidentes del tiempo transcurrido desde esa época, el "Bigotón", como es recordado en el país, visitó al presidente Evo Morales para poner en el tapete un ambicioso proyecto cuyo principal objetivo es sacar al fútbol boliviano de su postración.
"Yo soy abuelo y como tal ya cuento las historias a mis nietos, pero esas historias ya pasaron creo que es el momento de hacer nuevas historias", sentenció ante los insistentes recuerdos de esa epopeya, que permanece en la memoria colectiva de los bolivianos, como un lunar entre tantos y continuos fracasos.
A su estilo y con su acostumbrada convicción y franqueza, explicó a los periodistas que el plan no está dirigido exclusivamente a la selección boliviana, sino a remover las incipientes estructuras del fútbol de este país, socavado en sus cimientos por la carencia absoluta de formación profesional y de planes a largo plazo.
Su proyecto está sustentado en cuatro pilares, aunque Azkargorta prefiere decir las "cuatro patas" de una mesa.
La creación de una escuela profesional para jóvenes de 15 años, es una de ellas, y se complementa con la determinación de poner a disposición de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) toda esa estructura, para que el proyecto sea común y de benefició para el más popular de los deportes.
La tercera "pata" es la creación de una página web, "tutorial", a la que los entrenadores del rincón más lejano del país podrán acceder para recabar, desde la información más incipiente hasta la más profesional, sobre técnicas de entrenamiento y formación de niños futbolistas.
Todo el proyecto se complementa con la "cuarta pata" que será la creación de una "fundación deportiva", que se relacionará con empresas privadas, organizará cursos internacionales y regulará los aspectos periféricos del fútbol, con una misión fundamental: sustentar financieramente el programa.
"Yo no quiero que pudiera pasar algo que ya pasamos. Un proyecto de dos años que fue exitoso, pero que no tenga continuidad", remarcó el "Bigotón", inmensamente encariñado con el fútbol boliviano.
Azkargorta llegó a Bolivia literalmente con el portafolio bajo el brazo a pedido expreso del Jefe de Estado, un ferviente deportista y fanático futbolista, que preocupado por los eternos fracasos del fútbol boliviano quiere impulsar un proyecto para masificar su desarrollo y garantizar éxitos futuros.
A su juicio y a contramano de muchos dirigentes y aficionados que se empeñan en la posibilidad de un entronque con el proceso de 1994, el entrenador vasco dijo que ahora se tiene que pensar en un proyecto nuevo, que "deje más estructura y que sea más continuado" para que Bolivia sea una asidua en las fases finales de los mundiales y no una excepción.
Reconoció que el proceso de dos años, para la clasificación del 94, dejó una gran herencia, los mejores futbolistas de todos los tiempos, pero dijo que sólo quedan recuerdos de una campaña que no se ha podido replicar en más de 16 años.
El vasco Xavier Azkargorta, que condujo a la selección boliviana en la histórica e inédita clasificación al Mundial Estados Unidos - 94, aseguró que es el momento de escribir una nueva página y dejar en el pasado esa épica actuación que, a su juicio, no contribuyó al despegue internacional, como se esperaba, sino estancó su desarrollo en el contexto sudamericano.
Con muchos años encima y señales evidentes del tiempo transcurrido desde esa época, el "Bigotón", como es recordado en el país, visitó al presidente Evo Morales para poner en el tapete un ambicioso proyecto cuyo principal objetivo es sacar al fútbol boliviano de su postración.
"Yo soy abuelo y como tal ya cuento las historias a mis nietos, pero esas historias ya pasaron creo que es el momento de hacer nuevas historias", sentenció ante los insistentes recuerdos de esa epopeya, que permanece en la memoria colectiva de los bolivianos, como un lunar entre tantos y continuos fracasos.
A su estilo y con su acostumbrada convicción y franqueza, explicó a los periodistas que el plan no está dirigido exclusivamente a la selección boliviana, sino a remover las incipientes estructuras del fútbol de este país, socavado en sus cimientos por la carencia absoluta de formación profesional y de planes a largo plazo.
Su proyecto está sustentado en cuatro pilares, aunque Azkargorta prefiere decir las "cuatro patas" de una mesa.
La creación de una escuela profesional para jóvenes de 15 años, es una de ellas, y se complementa con la determinación de poner a disposición de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) toda esa estructura, para que el proyecto sea común y de benefició para el más popular de los deportes.
La tercera "pata" es la creación de una página web, "tutorial", a la que los entrenadores del rincón más lejano del país podrán acceder para recabar, desde la información más incipiente hasta la más profesional, sobre técnicas de entrenamiento y formación de niños futbolistas.
Todo el proyecto se complementa con la "cuarta pata" que será la creación de una "fundación deportiva", que se relacionará con empresas privadas, organizará cursos internacionales y regulará los aspectos periféricos del fútbol, con una misión fundamental: sustentar financieramente el programa.
"Yo no quiero que pudiera pasar algo que ya pasamos. Un proyecto de dos años que fue exitoso, pero que no tenga continuidad", remarcó el "Bigotón", inmensamente encariñado con el fútbol boliviano.
Azkargorta llegó a Bolivia literalmente con el portafolio bajo el brazo a pedido expreso del Jefe de Estado, un ferviente deportista y fanático futbolista, que preocupado por los eternos fracasos del fútbol boliviano quiere impulsar un proyecto para masificar su desarrollo y garantizar éxitos futuros.
A su juicio y a contramano de muchos dirigentes y aficionados que se empeñan en la posibilidad de un entronque con el proceso de 1994, el entrenador vasco dijo que ahora se tiene que pensar en un proyecto nuevo, que "deje más estructura y que sea más continuado" para que Bolivia sea una asidua en las fases finales de los mundiales y no una excepción.
Reconoció que el proceso de dos años, para la clasificación del 94, dejó una gran herencia, los mejores futbolistas de todos los tiempos, pero dijo que sólo quedan recuerdos de una campaña que no se ha podido replicar en más de 16 años.