Castro regresa con un libro de memorias de la lucha guerrillera
Mauricio Vicent, Agencias
Ya lo decía hace días una vecina de este corresponsal: "Fidel esta suelto y sin vacunar". Y otro habanero agregaba: "Está que se regala". Ambas expresiones, andar "suelto y sin vacunar" y "regalarse", se emplean en Cuba para explicar que alguien va embalado y que no hay quien lo pare. También funcionan a modo de aviso: "¡Cuidado¡" o "¡Hay Peligro¡". Sin duda, tras cuatro años alejado de los escenarios públicos, las recientes reapariciones del viejo líder comunista (siete en menos de tres semanas) confirman que de está de regreso y peleando. En su última presentación, el 26 de julio, ante un centenar de intelectuales y artistas, Castro adelantó que pronto publicaría un libro sobre pasajes de la lucha guerrillera en el que llevaba meses trabajando.
Dicho y hecho. Ayer mismo, el diario Granma difundió un artículo suyo en el que reveló contenidos de 'La victoria estratégica', título del testimonio, y anunció que saldría a la luz "a principios de agosto". Además, a punto de cumplir 84 años, Castro expresó su "animo" de escribir un segundo volumen de memorias guerrilleras, para el que incluso ya tiene nombre: "La contraofensiva estratégica final".
En La Victoria estratégica narra episodios de la batalla librada el verano de 1958 en la Sierra Maestra contra las tropas de Fulgencio Batista. Fue el último intento de aniquilar a los revolucionarios. Según Castro, aquellos combates enfrentaron a unos 300 barbudos con 10.000 soldados batistianos. "La derrota de la ofensiva enemiga, después de 74 días de incesante combate, significó el viraje estratégico de la guerra. A partir de ese momento la suerte de la tiranía quedó definitivamente echada", pues, asegura, se hizo "evidente la inminencia de su colapso militar."
El libro, con el detallismo típico de Castro, hace un recuento exhaustivo de acciones militares y pretende ser un balance definitivo sobre ese capítulo de la guerra. Las fuerzas rebeldes, dice, perdieron 31 hombres. "El enemigo sufrió más de mil bajas, de ellas más de 300 muertos y 443 prisioneros, y no menos de cinco grandes unidades completas de sus fuerzas fueron aniquiladas, capturadas o desarticuladas. Quedaron en nuestro poder 507 armas, incluidas dos tanques, diez morteros, varias bazucas y doce ametralladoras calibre 30". Castro agrega que "a todo ello habría que añadir el efecto moral de este desenlace y su trascendencia en la marcha de la guerra". "La Sierra Maestra", afirma en tono épico, " quedaba liberada por siempre".
Estas primeras memorias constan de 25 capítulos y, según reveló el ex mandatario, el volumen contiene abundantes fotos, "de la calidad posible en aquellas circunstancias", así como mapas y "esquemas gráficos sobre los tipos de armas que utilizaron ambos contendientes". Para aquellos que no son historiadores ni tienen especial interés en batallas de hace medio siglo, probablemente será más atrayente la "pequeña autobiografía" que Castro incluye en el libro por motivos que él mismo explica: "No deseaba esperar que se publicaran un día las respuestas a incontables preguntas que me hicieran sobre la niñez, la adolescencia y la juventud, etapas que me convirtieron en revolucionario y combatiente armado". Castro anda suelto. Esperen más noticias.
Ya lo decía hace días una vecina de este corresponsal: "Fidel esta suelto y sin vacunar". Y otro habanero agregaba: "Está que se regala". Ambas expresiones, andar "suelto y sin vacunar" y "regalarse", se emplean en Cuba para explicar que alguien va embalado y que no hay quien lo pare. También funcionan a modo de aviso: "¡Cuidado¡" o "¡Hay Peligro¡". Sin duda, tras cuatro años alejado de los escenarios públicos, las recientes reapariciones del viejo líder comunista (siete en menos de tres semanas) confirman que de está de regreso y peleando. En su última presentación, el 26 de julio, ante un centenar de intelectuales y artistas, Castro adelantó que pronto publicaría un libro sobre pasajes de la lucha guerrillera en el que llevaba meses trabajando.
Dicho y hecho. Ayer mismo, el diario Granma difundió un artículo suyo en el que reveló contenidos de 'La victoria estratégica', título del testimonio, y anunció que saldría a la luz "a principios de agosto". Además, a punto de cumplir 84 años, Castro expresó su "animo" de escribir un segundo volumen de memorias guerrilleras, para el que incluso ya tiene nombre: "La contraofensiva estratégica final".
En La Victoria estratégica narra episodios de la batalla librada el verano de 1958 en la Sierra Maestra contra las tropas de Fulgencio Batista. Fue el último intento de aniquilar a los revolucionarios. Según Castro, aquellos combates enfrentaron a unos 300 barbudos con 10.000 soldados batistianos. "La derrota de la ofensiva enemiga, después de 74 días de incesante combate, significó el viraje estratégico de la guerra. A partir de ese momento la suerte de la tiranía quedó definitivamente echada", pues, asegura, se hizo "evidente la inminencia de su colapso militar."
El libro, con el detallismo típico de Castro, hace un recuento exhaustivo de acciones militares y pretende ser un balance definitivo sobre ese capítulo de la guerra. Las fuerzas rebeldes, dice, perdieron 31 hombres. "El enemigo sufrió más de mil bajas, de ellas más de 300 muertos y 443 prisioneros, y no menos de cinco grandes unidades completas de sus fuerzas fueron aniquiladas, capturadas o desarticuladas. Quedaron en nuestro poder 507 armas, incluidas dos tanques, diez morteros, varias bazucas y doce ametralladoras calibre 30". Castro agrega que "a todo ello habría que añadir el efecto moral de este desenlace y su trascendencia en la marcha de la guerra". "La Sierra Maestra", afirma en tono épico, " quedaba liberada por siempre".
Estas primeras memorias constan de 25 capítulos y, según reveló el ex mandatario, el volumen contiene abundantes fotos, "de la calidad posible en aquellas circunstancias", así como mapas y "esquemas gráficos sobre los tipos de armas que utilizaron ambos contendientes". Para aquellos que no son historiadores ni tienen especial interés en batallas de hace medio siglo, probablemente será más atrayente la "pequeña autobiografía" que Castro incluye en el libro por motivos que él mismo explica: "No deseaba esperar que se publicaran un día las respuestas a incontables preguntas que me hicieran sobre la niñez, la adolescencia y la juventud, etapas que me convirtieron en revolucionario y combatiente armado". Castro anda suelto. Esperen más noticias.