Análisis: Iniesta y Casillas salvaron a España del castigo holandés
Pedro P. San Martín, As
En medio de la batalla, apareció Iniesta como 'Braveheart' para hacer a España campeona. El partido más grande jamás jugado por el chico de Fuentealbilla, asumiendo la responsabilidad de echarse al equipo a la espalda y culminando con un golazo para la historia. No pudo Holanda tumbarle ni a patadas, ni sometiéndole a un pressing salvaje. Iniesta, el futbolista que despuntó con 12 años en el Torneo de Brunete, llevó ayer en volandas a La Roja hacia el título mundial.
Nada menos que 110 acciones inició Iniesta, sólo perdió 12 balones en todo el partido, recibió 8 faltas y firmó el gol de la final. Fue el eje del juego de España, una vez que Xavi se sintió atormentado por las entradas alevosas de Van Bommel y sus compañeros.
Holanda quiso destrozar el tiqui-taca con órdenes concretas: se trataba de acosar a nuestros mejores creadores siempre más allá de lo que permite el reglamento. La pelea estaba en el centro del campo, anunció en la víspera el seleccionador Van Marwijk, y lo cierto es que el plan de destrucción masiva de España estaba trazado con malévola pericia. Por fortuna Iniesta se sostuvo en pie para derrumbar a Holanda y su feo propósito.
Sustos. La 'oranje' vivió agazapada, pero dio algunos coletazos realmente terroríficos. Sobre todo Robben, un diablo por su velocidad y determinación. Dos veces se escapó en velocidad y dos veces Casillas, ¡qué grande capitán! le supo ganar el mano a mano cuando todo parecía perdido.
Casillas salvó a España en los momentos delicados, como siempre creciéndose y confirmando su madurez como campeón de Europa y del mundo.
En medio de la batalla, apareció Iniesta como 'Braveheart' para hacer a España campeona. El partido más grande jamás jugado por el chico de Fuentealbilla, asumiendo la responsabilidad de echarse al equipo a la espalda y culminando con un golazo para la historia. No pudo Holanda tumbarle ni a patadas, ni sometiéndole a un pressing salvaje. Iniesta, el futbolista que despuntó con 12 años en el Torneo de Brunete, llevó ayer en volandas a La Roja hacia el título mundial.
Nada menos que 110 acciones inició Iniesta, sólo perdió 12 balones en todo el partido, recibió 8 faltas y firmó el gol de la final. Fue el eje del juego de España, una vez que Xavi se sintió atormentado por las entradas alevosas de Van Bommel y sus compañeros.
Holanda quiso destrozar el tiqui-taca con órdenes concretas: se trataba de acosar a nuestros mejores creadores siempre más allá de lo que permite el reglamento. La pelea estaba en el centro del campo, anunció en la víspera el seleccionador Van Marwijk, y lo cierto es que el plan de destrucción masiva de España estaba trazado con malévola pericia. Por fortuna Iniesta se sostuvo en pie para derrumbar a Holanda y su feo propósito.
Sustos. La 'oranje' vivió agazapada, pero dio algunos coletazos realmente terroríficos. Sobre todo Robben, un diablo por su velocidad y determinación. Dos veces se escapó en velocidad y dos veces Casillas, ¡qué grande capitán! le supo ganar el mano a mano cuando todo parecía perdido.
Casillas salvó a España en los momentos delicados, como siempre creciéndose y confirmando su madurez como campeón de Europa y del mundo.