Alemania se quedó con el tercer lugar al vencer a Uruguay





El pulpo Paul tardó en decidirse y sus razones tenía. El ya famoso cefalópodo predijo que Alemania sería medalla de bronce tras unos 40 minutos de reflexión y al final acertó. En su cavilación dentro del 'Seelife' de Oberhausen, presionado por las cámaras y tentado por el olor de los mejillones, vio un partido de alternativas entre dos equipos que han defendido sus estilos y que han dado valor a una final de consolación de la que muchos reniegan. Ayer, Paul se entretuvo visionando en el reflejo de su acuario lo que nosotros hemos visto hoy: el oportunismo de Müller, las irrupciones de Cavani, el golazo de Forlán, los fallos de Muslera, la dureza de Pérez, los certeros centros de Boateng, la clase de Ozil, el abanico de recursos de Luis Suárez, el potencial de Schweinsteiger y el cabezazo letal de Khedira (estos dos últimos pretendidos por el Madrid).

Alemania olvidó por unas horas el 'Puyolazo', recuperó autoestima y quiso despedirse del Mundial salvando el honor y proyectando al mundo su candidatura para futuras citas en la llamada final de consolación. Ya lo han dicho varios jugadores: su objetivo es evolucionar hasta llegar al nivel de España, si es que eso es posible. Hoy dejó pinceladas de excelencia, con triangulaciones rápidas y verticales, aunque le falta pausa, constancia y regularidad. En su transitar, Alemania llegó a Sudáfrica con caras nuevas y conceptos diferentes y creció en confianza con el paso de partidos hasta llegar a creérselo. Hubo momentos en los que se sentía campeona, por lo menos finalista. Pero apareció a tiempo la mejor España y la cabeza de Puyol para poner las cosas en su sitio: España en la gran final y la aún aprendiz Alemania en la de consolación. El partido de hoy da aún más importancia a la victoria de España en semis sobre Alemania, a la que maniató con su juego de toque hasta descompner los valores que había mostrado hasta ese momento y que recuperó hoy.

Butt, Aogo, Jansen y Cacau entraron por Neuer, Lahm, Podolski y Klose, que por una inoportuna lesión de espalda perdió la oportunidad de hacer historia. En lo que se presume su último Mundial (tiene 33 años), el alemán de ascendencia polaca, se queda a un gol de igualar y a dos de batir a Ronaldo como mejor goleador de los mundiales, con quince tantos. Su consuelo es haber empatado con el 'Torpedo Müller' (14) como máximo artillero en la historia mundialista de Alemania. Lo consiguió en cuartos ante la Argentina de Maradona con dos dianas. No estaba Klose pero sí Thomas Müller, que también amenazaba a otro depredador del área: David Villa. Su gol, en el 19', le vale para empatar al español en la tabla de goleadores de este Mundial. Luego también lo hizo Forlán. Mañana le toca hablar al 'Guaje'.

En Uruguay, volvía Luis Suárez después de su 'gran atajada' (como dicen los uruguayos,). Aquel bendito sacrificio le prohibió jugar la semifinal ante Holanda y Uruguay se resintió. Sólo Forlán, con la ayuda de Cavani (hoy hizo el 1-1), inquietaron al rival de España mañana, que jugó con fuego en los últimos minutos. Cayó Uruguay, pero no su espíritu. Ha sido la revelación de este Mundial que ya cuenta las horas para su fin, y lo ha sido por su osadía, por su eficacia, por su fuerza, y por su gran delantero: Diego Forlán que hoy metió el gol del partido. Quizás haya sido el jugador más decisivo de todo el Mundial. Me refiero en la individualidad, porque Uruguay no es una selección de grandes nombres, no partía como favorita y casi se cuela en la final. Siempre empujada por los goles del jugador del Atlético de Madrid, sin desmerecer a sus compañeros, sobre todo a Luis Suárez. Otras estrellas mucho más arropadas en sus equipos como Messi, Higuaín Cristiano, Kaká, Luis Fabiano, Robinho, Rooney o Gerrard, han caído mucho antes y sin apenas brillar. Y si hablamos de españoles u holandeses como jugadores decisivos en la individualidad (insisto), léase Villa, Xavi, Iniesta, Sneijder o Robben, con sólo nombrar a dos jugadores de cada selección ya se valida la teoría.

Un pase del rubio uruguayo dejó a Luis Suárez mano a mano con Butt, en el minuto 41. Pudo significar el 2-1 al descanso, pero el del Ajax disparó demasiado cruzado. Fue la última jugada destacada de una preciosa primera parte en la que explotó la intensidad contenida de dos equipos que no tenían nada que perder y un meritorio tercer puesto que ganar. Antes, en el 3', Archiunda anuló con razón un gol a Schweinsteiger por un fuera de juego previo de Müller. Un minuto después, Aogo casi parte la pierna al ruso Pérez, que se levantó sin quejarse. Luego Forlán lo intentó de falta y Friedrich remató al larguero presagiando el tanto de Müller (en el 19'). Llegó tras un tiro de Schweinsteiger desde 30 metros que el inseguro Muslera dejó muerto en los pies del gigantón del Bayern, que empujó sin oposición. Después se enfriaron algo los ánimos y Pérez lo aprovechó para robar el balón al omnipresente Schweinsteiger. Luis Suárez vio a Canavi que apareció alocado por la izquierda y éste de puntera batió a Butt para poner la igualada en el 27'. Robo y contra mortal, así había llegado Uruguay hasta aquí y así empató a Alemania.

El partido se volvió a abrir y la segunda parte fue una bendita prolongación de la primera. Empezó dominando Alemania con Khedira, Schweinsteiger y Müller muy activos, pero el aviso serio lo dio Luis Suárez tras una penetración de Cavani. El del Ajax con toda la portería para él impactó contra Butt. Y digo que avisó porque al poco llegó el golazo de Forlán. Otra vez robó Uruguay, esta vez Arévalo Ríos, la metió a la frontal sin destino y emergió el 'uruguayo' para enganchar una bella volea picada que admiró Butt mientras el balón entraba en su meta. Afeó el tanto Muslera, de nuevo. Se comió un pase cruzado de Boateng y Jansen de espalda hizo el 2-2, en el 56'.

Coincidiendo con el carrusel de cambios y el relajo propio del paso de los minutos, Sami Khedira revalorizó sus prestaciones con un cabezazo a la red tras una sucesión de malos despejes en el área pequeña de Muslera. Fue el gol del triunfo, que da el merecido tercer puesto a los alemanes y que carga de razón al pulpo Paul. Para que los agnósticos crean y los creyentes alimenten su fe en el pulpo, que gafó a Forlán en el último minuto y desvió su lanzamiento de falta al larguero. Después de un mes de fútbol y de predicciones, ya sólo queda un partido para clausurar el Mundial de Sudáfrica: la gran final entre Holanda y España. Pulpo Paul, confiamos en tu saber. Y por si acaso, invocaremos al mejor Xavi, el mejor Iniesta, el mejor Villa, el mejor Iker...

URUGUAY 2
ALEMANIA 3

Uruguay:
Fernando Muslera, Jorge Fucile, Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres, Maximiliano Pereira, Diego Pérez (Walter Gargano, m.77), Egidio Arévalo Ríos, Edinson Cavani (Sebastián Abreu, m.89), Diego Forlán y Luis Suárez.

Alemania: Butt, Boateng, Mertesacker, Friedrich, Aogo, Mueller, Khedira, Schweinsteiger, Jansen (Kroos, m.81), Ozil (Tasci, m.90+) y Cacau (Kiessling, m.74)

Goles: 0-1,m.19: Mueller. 1-1,m.28: Cavani. 2-1,m.52: Forlán. 2-2,m.56: Jansen. 2-3,m.82: Khedira.

Árbitro: Benito Archundia (México). Amonestó por Alemania a Aogo, Friedrich y Cacau y por Uruguay a Diego Pérez.

Incidencias: partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial de Sudáfrica, disputado en el estadio Nelson Mandela Bay de Puerto Elizabeth ante 36.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones y 14 grados de temperatura en momento del inicio del partido.

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