Un nuevo estallido de violencia provoca al menos 45 muertos en Kirguizistán
Osh, Agencias
Al menos 45 personas han muerto y 632 han resultado heridas en incidentes violentos que se han producido esta madrugada en Osh, la segunda ciudad de Kirguizistán con alrededor de 200.000 habitantes, según el último balance ofrecido por la portavoz del Ministerio de Sanidad, Svetlana Baitikova. Los disturbios ha llevado al Gobierno interino de la que fue república soviética a declarar el estado de emergencia en esa localidad del oeste del país, considera un bastión de los partidarios del ex presidente Kurmanbek Bakíev, quien fue depuesto de su cargo el pasado abril durante una violenta revuelta.
El temor a que los disturbios deriven en nuevos conflictos étnicos ha llevado al Ejecutivo de Roza Otunbáyeva a actuar con rapidez y a enviar varios vehículos blindados a Osh para poner fin a lo que ha calificado como "conflicto local". Aunque no está claro qué desencadenó los violentos enfrentamientos, una de las hipótesis apunta a una pelea en un casino como origen de los hechos.
Las primeras imágenes que se han visto de Osh muestran vehículos y edificios quemados, mientras que los testigos de los disturbios señalan que tomaron parte cientos de jóvenes armados con barras metálicas y otros objetos contundentes. También se oyen disparos esporádicos y, de acuerdo con las cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad, la mayoría de las víctimas presenta heridas de bala.
La revuelta del pasado abril motivó la actuación de los principales actores internacionales en la región: EE UU, Rusia y China. En la ex república soviética de Asia Central existen bases militares tanto de Moscú como de Washington, que organiza la mayor parte de su logística para la Guerra de Afganistán desde el norte del país.
El Ministerio de Interior ha informado de la detención de cinco personas y ha calificado de "tensa" la situación en Osh, donde permanecen algunos comercios en llamas y aún pueden oírse disparos esporádicos, de acuerdo con algunos testigos. "Los culpables serán detenidos y caerá sobre ellos el peso de la ley", ha señalado Otunbáyeva en un comunicado. "Nuestra población multinacional se encuentra hoy una vez más en una situación que requiere que cada uno muestre una extraordinaria moderación", ha añadido.
Al menos 45 personas han muerto y 632 han resultado heridas en incidentes violentos que se han producido esta madrugada en Osh, la segunda ciudad de Kirguizistán con alrededor de 200.000 habitantes, según el último balance ofrecido por la portavoz del Ministerio de Sanidad, Svetlana Baitikova. Los disturbios ha llevado al Gobierno interino de la que fue república soviética a declarar el estado de emergencia en esa localidad del oeste del país, considera un bastión de los partidarios del ex presidente Kurmanbek Bakíev, quien fue depuesto de su cargo el pasado abril durante una violenta revuelta.
El temor a que los disturbios deriven en nuevos conflictos étnicos ha llevado al Ejecutivo de Roza Otunbáyeva a actuar con rapidez y a enviar varios vehículos blindados a Osh para poner fin a lo que ha calificado como "conflicto local". Aunque no está claro qué desencadenó los violentos enfrentamientos, una de las hipótesis apunta a una pelea en un casino como origen de los hechos.
Las primeras imágenes que se han visto de Osh muestran vehículos y edificios quemados, mientras que los testigos de los disturbios señalan que tomaron parte cientos de jóvenes armados con barras metálicas y otros objetos contundentes. También se oyen disparos esporádicos y, de acuerdo con las cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad, la mayoría de las víctimas presenta heridas de bala.
La revuelta del pasado abril motivó la actuación de los principales actores internacionales en la región: EE UU, Rusia y China. En la ex república soviética de Asia Central existen bases militares tanto de Moscú como de Washington, que organiza la mayor parte de su logística para la Guerra de Afganistán desde el norte del país.
El Ministerio de Interior ha informado de la detención de cinco personas y ha calificado de "tensa" la situación en Osh, donde permanecen algunos comercios en llamas y aún pueden oírse disparos esporádicos, de acuerdo con algunos testigos. "Los culpables serán detenidos y caerá sobre ellos el peso de la ley", ha señalado Otunbáyeva en un comunicado. "Nuestra población multinacional se encuentra hoy una vez más en una situación que requiere que cada uno muestre una extraordinaria moderación", ha añadido.