Un millón de afganos son drogadictos
Kabul, Agencias
Afganistán, el mayor productor mundial de opio y heroína, se enfrenta también al grave problema del consumo interno, según revela un informe sobre el uso de drogas en ese país centro asiático elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito Organizado (UNODC, en sus siglas en inglés). El informe muestra que alrededor de un millón de afganos de entre 15 y 64 años de edad son adictos a las drogas. Es decir, el 8% del total de la población afgana son drogadictos, lo que duplica la media mundial.
Desde que en 2005 se hiciera un informe similar, la investigación publicada el martes muestra que ha habido un 53% de aumento en el número de consumidores de opio, desde los 150.000 detectados entonces a los 230.000 de ahora. El salto, sin embargo, es mucho mayor ?un 140%? en lo que se refiere al número de adictos a la heroína, que pasa de 50.000 consumidores a 140.000.
"Tres décadas de trauma relacionado con la guerra, el acceso ilimitado a narcóticos baratos y la reducida capacidad de tratamiento han creado un problema creciente y extraordinario de adicción a la droga", declaró el director ejecutivo de UNODC, Antonio María Costa, al hacerse público el informe.
Los afganos han utilizado desde hace mucho tiempo el opio como tratamiento contra el dolor y se han automedicado con este, lo que tiene un impacto negativo muy marcado. El uso de opiáceas incide en la conducta social y en los problemas de salud, delincuencia y productividad en el trabajo.
Los consumirdores de opio, continúa el informe, crean problemas de salud y de comportamiento social, además de incidir en el aumento de los accidentes laborales, la delincuencia y en la baja productividad laboral. "Nos encontramos delante de una tragedia", declaró Ibrahim Azghar, viceministro afgano de la Lucha contra el Narcotráfico al iniciarse el estudio de Naciones Unidas.
Uno de los datos más preocupantes del informe es que al menos el 50% de los padres que utilizan drogas en el norte y el sur del país dan opio a sus hijos. "Esto supone el riesgo de condenar a la próxima generación de afganos a ser drogodependientes de por vida", afirma Costa.
La Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito organizado señala que es fundamental facilitar tratamientos contra las drogas, aunque reconoce que al menos 700.000 afganos no tienen ningún acceso a ellos.
El UNODC tiene centros de operaciones en 21 de las 34 provincias afganas y solo puede facilitar tratamiento a unos 10.000 adictos al año.
Además, añade, se exponen al consumo de opio aquellos que luchan contra los cultivos.
Afganistán, el mayor productor mundial de opio y heroína, se enfrenta también al grave problema del consumo interno, según revela un informe sobre el uso de drogas en ese país centro asiático elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito Organizado (UNODC, en sus siglas en inglés). El informe muestra que alrededor de un millón de afganos de entre 15 y 64 años de edad son adictos a las drogas. Es decir, el 8% del total de la población afgana son drogadictos, lo que duplica la media mundial.
Desde que en 2005 se hiciera un informe similar, la investigación publicada el martes muestra que ha habido un 53% de aumento en el número de consumidores de opio, desde los 150.000 detectados entonces a los 230.000 de ahora. El salto, sin embargo, es mucho mayor ?un 140%? en lo que se refiere al número de adictos a la heroína, que pasa de 50.000 consumidores a 140.000.
"Tres décadas de trauma relacionado con la guerra, el acceso ilimitado a narcóticos baratos y la reducida capacidad de tratamiento han creado un problema creciente y extraordinario de adicción a la droga", declaró el director ejecutivo de UNODC, Antonio María Costa, al hacerse público el informe.
Los afganos han utilizado desde hace mucho tiempo el opio como tratamiento contra el dolor y se han automedicado con este, lo que tiene un impacto negativo muy marcado. El uso de opiáceas incide en la conducta social y en los problemas de salud, delincuencia y productividad en el trabajo.
Los consumirdores de opio, continúa el informe, crean problemas de salud y de comportamiento social, además de incidir en el aumento de los accidentes laborales, la delincuencia y en la baja productividad laboral. "Nos encontramos delante de una tragedia", declaró Ibrahim Azghar, viceministro afgano de la Lucha contra el Narcotráfico al iniciarse el estudio de Naciones Unidas.
Uno de los datos más preocupantes del informe es que al menos el 50% de los padres que utilizan drogas en el norte y el sur del país dan opio a sus hijos. "Esto supone el riesgo de condenar a la próxima generación de afganos a ser drogodependientes de por vida", afirma Costa.
La Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito organizado señala que es fundamental facilitar tratamientos contra las drogas, aunque reconoce que al menos 700.000 afganos no tienen ningún acceso a ellos.
El UNODC tiene centros de operaciones en 21 de las 34 provincias afganas y solo puede facilitar tratamiento a unos 10.000 adictos al año.
Además, añade, se exponen al consumo de opio aquellos que luchan contra los cultivos.