Sudáfrica se gana el derecho a soñar
Johannesburgo, Ep
Sudáfrica mostró hoy sus credenciales tumbando a Dinamarca (1-0) con un partido muy serio, que supuso su undécimo choque consecutivo sin conocer la derrota y en el que supo echar el candado a su portería para exprimir las pocas ocasiones claras de gol de las que dispuso.
Venía diciendo Carlos Alberto Parreira que su equipo está listo, que no será un mera comparsa durante el Mundial, sino que dejará su sello porque juega como local y porque ha conseguido hacer un equipo donde hace seis meses sólo había una banda.
Y, ciertamente, Sudáfrica juega al fútbol en el estadio Atteridgeville; sin grandes alardes pero con mucho orden, el suficiente para que rara vez ronde el peligro por las cercanías de su área. Pero además, a Sudáfrica le sobra desparpajo para buscar adueñarse de la zona ancha, independientemente del rival, echarlo al césped y esperar su momento. A partir de ahí, toca raso para que Pienaar o Tshabalala, sus mejores pasadores, encuentren el hueco a las espaldas de los centrales y puedan ofrecerle un balón en condiciones a Mphela, un delantero tan insistente como veloz.
Así llegó el único gol del partido, en el minuto 75, obra del delantero de los Sundowns, que superó por velocidad a los zagueros daneses y se escoró a la derecha con los centrales encima para hacerse un sitio y cruzar lejos de las manos de Sorensen.
Inocencia danesa
Dinamarca no es Guatemala ni Tailandia, ni siquiera Colombia, sino un equipo que está a las puertas de disputar un Mundial y que en su último encuentro amistoso antes del inicio del campeonato no encontró casi nunca como hacerle daño a los 'Bafana Bafana'.
Su mejor oportunidad la fabricó cuando quedaba un pestañeo para el pitido final, y pudo empatar Beckmann con un disparo franco dentro del área si no se lo hubiese impedido con una gran estirada Khune.
Dispone de jugadores notables Dinamarca, como Daniel Jensen, Christian Poulsen o el propio Mitinga, hombres con un sentido coral del juego, estéticos en el pase, incisivos en sus llegadas al área, pero que hoy no dieron con la tecla para abrir en condiciones la férrea defensa sudafricana.
La derrota de hoy no es una derrota más, sino de las que pueden hacer daño a los daneses, pues se trataba de su último test antes del Mundial y supuso su segunda derrota consecutiva frente a un equipo mundialista, ya que venía de perder contra Australia.
Le quedan seis días al técnico danés, Morten Olsen, para recuperar el fútbol que mostró su selección en la fase de clasificación, cuando acabó primera de grupo por delante de Portugal y dejando sin Mundial a Suecia.
Para Sudáfrica, por el contrario, esta victoria supondrá, sin duda, la mejor inyección de moral a la espera de debutar frente a México el próximo viernes en el partido inaugural.
Sudáfrica aparece en las quinielas como una cenicienta, pero en el último mes, y sobre todo hoy, ha demostrado que tiene fútbol para, como prometió Parreira, llegar a los cruces y a partir de ahí empezar a soñar.
Sudáfrica mostró hoy sus credenciales tumbando a Dinamarca (1-0) con un partido muy serio, que supuso su undécimo choque consecutivo sin conocer la derrota y en el que supo echar el candado a su portería para exprimir las pocas ocasiones claras de gol de las que dispuso.
Venía diciendo Carlos Alberto Parreira que su equipo está listo, que no será un mera comparsa durante el Mundial, sino que dejará su sello porque juega como local y porque ha conseguido hacer un equipo donde hace seis meses sólo había una banda.
Y, ciertamente, Sudáfrica juega al fútbol en el estadio Atteridgeville; sin grandes alardes pero con mucho orden, el suficiente para que rara vez ronde el peligro por las cercanías de su área. Pero además, a Sudáfrica le sobra desparpajo para buscar adueñarse de la zona ancha, independientemente del rival, echarlo al césped y esperar su momento. A partir de ahí, toca raso para que Pienaar o Tshabalala, sus mejores pasadores, encuentren el hueco a las espaldas de los centrales y puedan ofrecerle un balón en condiciones a Mphela, un delantero tan insistente como veloz.
Así llegó el único gol del partido, en el minuto 75, obra del delantero de los Sundowns, que superó por velocidad a los zagueros daneses y se escoró a la derecha con los centrales encima para hacerse un sitio y cruzar lejos de las manos de Sorensen.
Inocencia danesa
Dinamarca no es Guatemala ni Tailandia, ni siquiera Colombia, sino un equipo que está a las puertas de disputar un Mundial y que en su último encuentro amistoso antes del inicio del campeonato no encontró casi nunca como hacerle daño a los 'Bafana Bafana'.
Su mejor oportunidad la fabricó cuando quedaba un pestañeo para el pitido final, y pudo empatar Beckmann con un disparo franco dentro del área si no se lo hubiese impedido con una gran estirada Khune.
Dispone de jugadores notables Dinamarca, como Daniel Jensen, Christian Poulsen o el propio Mitinga, hombres con un sentido coral del juego, estéticos en el pase, incisivos en sus llegadas al área, pero que hoy no dieron con la tecla para abrir en condiciones la férrea defensa sudafricana.
La derrota de hoy no es una derrota más, sino de las que pueden hacer daño a los daneses, pues se trataba de su último test antes del Mundial y supuso su segunda derrota consecutiva frente a un equipo mundialista, ya que venía de perder contra Australia.
Le quedan seis días al técnico danés, Morten Olsen, para recuperar el fútbol que mostró su selección en la fase de clasificación, cuando acabó primera de grupo por delante de Portugal y dejando sin Mundial a Suecia.
Para Sudáfrica, por el contrario, esta victoria supondrá, sin duda, la mejor inyección de moral a la espera de debutar frente a México el próximo viernes en el partido inaugural.
Sudáfrica aparece en las quinielas como una cenicienta, pero en el último mes, y sobre todo hoy, ha demostrado que tiene fútbol para, como prometió Parreira, llegar a los cruces y a partir de ahí empezar a soñar.