Roland Garros: Schiavone-Stosur, la final en París
París, Agencias
La australiana Samantha Stosur venció a la serbia Jelena Jankovic por 6-1 y 6-2, en una hora, mientras que la italiana Francesca Schiavone (foto) se benefició de la lesión de la rusa Elena Dementieva, y ambas disputarán una final inédita en Roland Garros, en su primera intervención en la lucha por un título de Grand Slam.
Schiavone (17ª favorita) se impuso a la rusa Elena Dementieva (5ª) , finalista en 2004, por 7-6 (7-3) y abandono por lesión, debido a una contractura en el muslo izquierdo. Fue nada más acabar el desempate, cuando se acercó a la italiana y le dijo que no podía continuar. Francesca reaccionó con sorpresa, creyendo que su rival necesitaba algo, y al percatarse se llevó las manos a la cabeza.
A continuación, la italiana se arrodilló sobre la pista central para besar la arcilla por segunda vez (hizo lo mismo al vencer en la ronda anterior a la danesa Caroline Wozniacki) y saltó llena de alegría.
Fueron semifinales muy particulares estas del Abierto de Francia: fue la primera vez en un torneo "grande", desde 1979 que ninguna de las cuatro semifinalistas mujeres había logrado un Grand Slam en su carrera.
Dementieva jamás se había retirado en un 'Mayor' y en esta ocasión no había pedido fisioterapeuta durante los 69 minutos que se mantuvo en la cancha parisina. Luego señaló que se había lesionado en el segundo partido, contra la española Anabel Medina Garrigues.
"Se agravó durante los siguientes encuentros. No podía moverme en la pista y me dolía incluso al caminar", señaló la rusa, que se marchó llorando del court central, la misma donde hace seis años cayó en la final contra su compatriota Anastasia Myskina.
En esa casi hora de duelo, Dementieva cometió el doble de errores no forzados que Schiavone, 24 contra 12, además de cuatro dobles faltas. Empezó ganando el desempate 2-0 pero luego la italiana se hizo con seis puntos seguidos.
Schiavone cumplirá 30 años este 23 de junio, y se convirtió en la primera italiana que disputará la final de un Grand Slam. En el cuadro masculino, Adriano Panatta fue el último italiano al ganar en Roland Garros, en 1976.
Lo que no pudieron hacer ni Silvana Lazzarino, Lea Pericoli, Raffaela Reggi, Silvia Farina, Laura Golarsa, Sandra Cecchini o la mejor de las últimas Flavia Pennetta, históricas del tenis italiano, lo logró Schiavone, campeona este año en el torneo de Barcelona, que tiene dos títulos más en su currículum: Bad Gastein (2007) y Moscú (2009), y que ya se ha asegurado entrar entres las 10 primeras (siendo séptima) por alcanzar la final, y si gana el título, el sexto puesto.
"Es un triunfo del corazón", señaló la brava jugadora italiana, que no considera que le ha llegado su ocasión demasiado tarde.
"¿Por qué tarde?", preguntó, "es mi momento, quizás antes no estaba preparada", apuntó Francesca en su segunda comparecencia en la sala de prensa principal del torneo. "Qué bella es esta sala", dijo orgullosa la milanesa.
Schiavone recordó que en 1999, cuando comenzó a trabajar con su psicólogo Giovanni Parmigiani, ella le apuntó que quería ser "una gran jugadora y ganar un día Roland Garros".
Stosur (7ª favorita) , semifinalista el pasado año, aspira ahora a seguir los pasos de su compatriota Evonne Goolagong, última australiana que ganó Roland Garros, en 1971, y última en obtener un Grand Slam, en Wimbledon en 1980. La última "aussie" que luchó por el título en París fue Wendy Turnbull en 1979, cuando fue derrotada por la estadounidense Chris Evert.
"Samantha jugó muy bien", dijo Jankovic (4ª preclasificada) , que dominó por 2-0 al comienzo y después cedió seis juegos consecutivos. "Cuando tuve oportunidades, cometí errores, no pude lograr mi ritmo. Perdí y ella fue mejor que yo. Estoy enfadada porque no es fácil perder de esta forma", añadió.
Apoyada en el palco por un feliz Geoff Pollard, presidente hasta octubre de la Federación Australiana de Tenis, Stosur destrozó a Jankovic con su derecha, tal y como hizo en la ronda anterior contra la estadounidense Serena Williams, y antes con la belga Justine Henin, dos ex campeonas parisinas.
La australiana se impuso con su tremendo saque y su furibundo remate, como eliminó a Henin, cuatro veces ganadora en París, y Serena Williams, ganadora de 12 certámenes de Grand Slam.
Era el quinto duelo contra la de Belgrado y el tercero este año, con triunfo de la serbia en Indian Wells y victoria de Stosur en Miami, pero el primero en una cancha lenta.
Su llegada a la final no es una sorpresa. La de Brisbane es la jugadora que más victorias lleva en arcilla esta temporada, con 20, por sólo dos derrotas. Ha ganado en Charleston, y ha sido finalista en Stuttgart e Indian Wells, además de lograr los cuartos en Miami y Madrid.
Una lesión en el hombro le impidió participar en Roma, pero ha llegado a París en las mejores condiciones y en gran forma física, que le ha permitido avanzar, dejando tres sets en el camino. Contra Schiavone se ha medido en cinco ocasiones, con ventaja de 4-1, y ha ganado las dos en arcilla, Roma en 2007 y Roland Garros el año pasado, sin ceder un set.
La australiana Samantha Stosur venció a la serbia Jelena Jankovic por 6-1 y 6-2, en una hora, mientras que la italiana Francesca Schiavone (foto) se benefició de la lesión de la rusa Elena Dementieva, y ambas disputarán una final inédita en Roland Garros, en su primera intervención en la lucha por un título de Grand Slam.
Schiavone (17ª favorita) se impuso a la rusa Elena Dementieva (5ª) , finalista en 2004, por 7-6 (7-3) y abandono por lesión, debido a una contractura en el muslo izquierdo. Fue nada más acabar el desempate, cuando se acercó a la italiana y le dijo que no podía continuar. Francesca reaccionó con sorpresa, creyendo que su rival necesitaba algo, y al percatarse se llevó las manos a la cabeza.
A continuación, la italiana se arrodilló sobre la pista central para besar la arcilla por segunda vez (hizo lo mismo al vencer en la ronda anterior a la danesa Caroline Wozniacki) y saltó llena de alegría.
Fueron semifinales muy particulares estas del Abierto de Francia: fue la primera vez en un torneo "grande", desde 1979 que ninguna de las cuatro semifinalistas mujeres había logrado un Grand Slam en su carrera.
Dementieva jamás se había retirado en un 'Mayor' y en esta ocasión no había pedido fisioterapeuta durante los 69 minutos que se mantuvo en la cancha parisina. Luego señaló que se había lesionado en el segundo partido, contra la española Anabel Medina Garrigues.
"Se agravó durante los siguientes encuentros. No podía moverme en la pista y me dolía incluso al caminar", señaló la rusa, que se marchó llorando del court central, la misma donde hace seis años cayó en la final contra su compatriota Anastasia Myskina.
En esa casi hora de duelo, Dementieva cometió el doble de errores no forzados que Schiavone, 24 contra 12, además de cuatro dobles faltas. Empezó ganando el desempate 2-0 pero luego la italiana se hizo con seis puntos seguidos.
Schiavone cumplirá 30 años este 23 de junio, y se convirtió en la primera italiana que disputará la final de un Grand Slam. En el cuadro masculino, Adriano Panatta fue el último italiano al ganar en Roland Garros, en 1976.
Lo que no pudieron hacer ni Silvana Lazzarino, Lea Pericoli, Raffaela Reggi, Silvia Farina, Laura Golarsa, Sandra Cecchini o la mejor de las últimas Flavia Pennetta, históricas del tenis italiano, lo logró Schiavone, campeona este año en el torneo de Barcelona, que tiene dos títulos más en su currículum: Bad Gastein (2007) y Moscú (2009), y que ya se ha asegurado entrar entres las 10 primeras (siendo séptima) por alcanzar la final, y si gana el título, el sexto puesto.
"Es un triunfo del corazón", señaló la brava jugadora italiana, que no considera que le ha llegado su ocasión demasiado tarde.
"¿Por qué tarde?", preguntó, "es mi momento, quizás antes no estaba preparada", apuntó Francesca en su segunda comparecencia en la sala de prensa principal del torneo. "Qué bella es esta sala", dijo orgullosa la milanesa.
Schiavone recordó que en 1999, cuando comenzó a trabajar con su psicólogo Giovanni Parmigiani, ella le apuntó que quería ser "una gran jugadora y ganar un día Roland Garros".
Stosur (7ª favorita) , semifinalista el pasado año, aspira ahora a seguir los pasos de su compatriota Evonne Goolagong, última australiana que ganó Roland Garros, en 1971, y última en obtener un Grand Slam, en Wimbledon en 1980. La última "aussie" que luchó por el título en París fue Wendy Turnbull en 1979, cuando fue derrotada por la estadounidense Chris Evert.
"Samantha jugó muy bien", dijo Jankovic (4ª preclasificada) , que dominó por 2-0 al comienzo y después cedió seis juegos consecutivos. "Cuando tuve oportunidades, cometí errores, no pude lograr mi ritmo. Perdí y ella fue mejor que yo. Estoy enfadada porque no es fácil perder de esta forma", añadió.
Apoyada en el palco por un feliz Geoff Pollard, presidente hasta octubre de la Federación Australiana de Tenis, Stosur destrozó a Jankovic con su derecha, tal y como hizo en la ronda anterior contra la estadounidense Serena Williams, y antes con la belga Justine Henin, dos ex campeonas parisinas.
La australiana se impuso con su tremendo saque y su furibundo remate, como eliminó a Henin, cuatro veces ganadora en París, y Serena Williams, ganadora de 12 certámenes de Grand Slam.
Era el quinto duelo contra la de Belgrado y el tercero este año, con triunfo de la serbia en Indian Wells y victoria de Stosur en Miami, pero el primero en una cancha lenta.
Su llegada a la final no es una sorpresa. La de Brisbane es la jugadora que más victorias lleva en arcilla esta temporada, con 20, por sólo dos derrotas. Ha ganado en Charleston, y ha sido finalista en Stuttgart e Indian Wells, además de lograr los cuartos en Miami y Madrid.
Una lesión en el hombro le impidió participar en Roma, pero ha llegado a París en las mejores condiciones y en gran forma física, que le ha permitido avanzar, dejando tres sets en el camino. Contra Schiavone se ha medido en cinco ocasiones, con ventaja de 4-1, y ha ganado las dos en arcilla, Roma en 2007 y Roland Garros el año pasado, sin ceder un set.