Porteros desafortunados y un balón sospechoso
Johannesburgo, Agencias
'Jabulani', balón del Mundial , significa 'celebrar'. Y eso es lo que van a empezar a hacer los cancerberos cada vez que se hagan con un disparo o despejen un córner porque si de algo se está hablando en este Mundial de Sudáfrica son de las malditas vuvuzelas y del dichoso balón. No ha terminado todavía la primera jornada de la fase de grupos y tres cantadas clamorosas han acabado en gol.
La primera, y más sonada, se vivió el pasado sábado en Rustemburg, en el Inglaterra -Estados Unidos . Un disparo lejano y manso de Dempsey al filo del descanso acabó en el fondo de las redes por un fallo clamoroso del meta inglés Green. La cantada ha tenido tanta repercusión que en Gran Bretaña se rifan al portero para las campañas publicitarias.
Un día después, cuando todavía estaba abierta la herida de Green, su colega de Argelia Chaouchi se comió un inocente tiro desde fuera del área de Koren cuando ambas conjuntos ya presagiaban el empate.
Y como no hay dos sin tres, ayer Justo Villar sufrió los efectos diabólicos de este esférico a la salida de un córner botado por el italiano Pepe. "No culpo al balón pero pensaba que iba a bajar antes", expresó el guardameta del Valladolid al término del partido del grupo F.
Y es que la polémica en torno al 'Jabulani' y los extraños de dicho cuero vienen desde el comienzo de las concentraciones mundialistas. Se quejaron Bravo, Buffon, Casillas y Julio César. Éste último llegó a equiparar el balón mundialista con el que venden en los supermercados. Iker Casillas, además de quejarse (dijo que era una pena que un mundial se disputara con ese balón), sufrió en sus carnes los extraños del balón en el partido preparatorio contra Arabia Saudí. La jugada fue parecida a la del Italia-Paraguay. Un saque de esquina sobrepasó al capitán y desde atrás llegó un rival para perforar la meta. En cierta manera también pudo comprobar los efectos Víctor Valdés en el siguiente partido ante Corea, pero esta vez el balón vino tras una falta lateral.
'Jabulani', balón del Mundial , significa 'celebrar'. Y eso es lo que van a empezar a hacer los cancerberos cada vez que se hagan con un disparo o despejen un córner porque si de algo se está hablando en este Mundial de Sudáfrica son de las malditas vuvuzelas y del dichoso balón. No ha terminado todavía la primera jornada de la fase de grupos y tres cantadas clamorosas han acabado en gol.
La primera, y más sonada, se vivió el pasado sábado en Rustemburg, en el Inglaterra -Estados Unidos . Un disparo lejano y manso de Dempsey al filo del descanso acabó en el fondo de las redes por un fallo clamoroso del meta inglés Green. La cantada ha tenido tanta repercusión que en Gran Bretaña se rifan al portero para las campañas publicitarias.
Un día después, cuando todavía estaba abierta la herida de Green, su colega de Argelia Chaouchi se comió un inocente tiro desde fuera del área de Koren cuando ambas conjuntos ya presagiaban el empate.
Y como no hay dos sin tres, ayer Justo Villar sufrió los efectos diabólicos de este esférico a la salida de un córner botado por el italiano Pepe. "No culpo al balón pero pensaba que iba a bajar antes", expresó el guardameta del Valladolid al término del partido del grupo F.
Y es que la polémica en torno al 'Jabulani' y los extraños de dicho cuero vienen desde el comienzo de las concentraciones mundialistas. Se quejaron Bravo, Buffon, Casillas y Julio César. Éste último llegó a equiparar el balón mundialista con el que venden en los supermercados. Iker Casillas, además de quejarse (dijo que era una pena que un mundial se disputara con ese balón), sufrió en sus carnes los extraños del balón en el partido preparatorio contra Arabia Saudí. La jugada fue parecida a la del Italia-Paraguay. Un saque de esquina sobrepasó al capitán y desde atrás llegó un rival para perforar la meta. En cierta manera también pudo comprobar los efectos Víctor Valdés en el siguiente partido ante Corea, pero esta vez el balón vino tras una falta lateral.