Pobreza retrocede en Bolivia dice la ONU
LA PAZ, Agencias
Treinta y tres de cada cien bolivianos todavía viven en la extrema pobreza pero la cifra hace más de una década era de 41, según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según el informe divulgado el viernes, 3,3 millones de bolivianos son "pobres extremos" frente a los 4,1 millones en 1996. Bolivia tiene diez millones de habitantes de los cuales dos millones viven fuera del país, según otras fuentes.
Los bolivianos bajo el umbral de la extrema pobreza disponen de un dólar o menos al día para sobrevivir. Para el PNUD los "pobres extremos" son aquellos que no logran ingresos para costear una canasta básica alimentaria.
El informe basado en datos al 2008, dijo que la mortalidad materna también tuvo una reducción significativa. En 1989 un total de 416 madres morían por cada mil nacidos vivos. La cifra se redujo a 229.
Por cada mil niños nacidos vivos morían 82 hace 19 años. Ahora la mortalidad infantil bajo a 50, señala el "Informe sobre el Estado de situación de los derechos sociales de la población boliviana".
Sin embargo, algunas regiones como Potosí en el suroeste tienen indicadores que están por debajo de la media nacional, aclara el informe.
Potosí es una región minera de alta población indígena ubicada en la región altiplánica, la más pobre del país.
Asimismo, 2,4 millones de personas en el país no tienen acceso al agua potable.
Según otros estudios un factor que ayudó a reducir la pobreza fue la transferencia de recursos estatales a los programas sociales. El gobierno del presidente Evo Morales creó tres subsidios con la renta petrolera que llegan a los más pobres. Uno favorece a la tercera edad, otro a escolares y el último implementado el año pasado, a madres embarazadas.
Para la organización Jubileo, vinculada a la Iglesia Católica, el riesgo es que esos programas no sean sostenibles si no van acompañados de "programas que logren desarrollo productivo y disminución del desempleo", y es en ese terreno que el gobierno actual logró escasos avances.
"La sostenibilidad está en duda porque la mayoría de los recursos proviene de la venta de hidrocarburos, cuyos precios se encuentran condicionados a subidas y bajadas de los precios internacionales", dijo la organización católica.
Treinta y tres de cada cien bolivianos todavía viven en la extrema pobreza pero la cifra hace más de una década era de 41, según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según el informe divulgado el viernes, 3,3 millones de bolivianos son "pobres extremos" frente a los 4,1 millones en 1996. Bolivia tiene diez millones de habitantes de los cuales dos millones viven fuera del país, según otras fuentes.
Los bolivianos bajo el umbral de la extrema pobreza disponen de un dólar o menos al día para sobrevivir. Para el PNUD los "pobres extremos" son aquellos que no logran ingresos para costear una canasta básica alimentaria.
El informe basado en datos al 2008, dijo que la mortalidad materna también tuvo una reducción significativa. En 1989 un total de 416 madres morían por cada mil nacidos vivos. La cifra se redujo a 229.
Por cada mil niños nacidos vivos morían 82 hace 19 años. Ahora la mortalidad infantil bajo a 50, señala el "Informe sobre el Estado de situación de los derechos sociales de la población boliviana".
Sin embargo, algunas regiones como Potosí en el suroeste tienen indicadores que están por debajo de la media nacional, aclara el informe.
Potosí es una región minera de alta población indígena ubicada en la región altiplánica, la más pobre del país.
Asimismo, 2,4 millones de personas en el país no tienen acceso al agua potable.
Según otros estudios un factor que ayudó a reducir la pobreza fue la transferencia de recursos estatales a los programas sociales. El gobierno del presidente Evo Morales creó tres subsidios con la renta petrolera que llegan a los más pobres. Uno favorece a la tercera edad, otro a escolares y el último implementado el año pasado, a madres embarazadas.
Para la organización Jubileo, vinculada a la Iglesia Católica, el riesgo es que esos programas no sean sostenibles si no van acompañados de "programas que logren desarrollo productivo y disminución del desempleo", y es en ese terreno que el gobierno actual logró escasos avances.
"La sostenibilidad está en duda porque la mayoría de los recursos proviene de la venta de hidrocarburos, cuyos precios se encuentran condicionados a subidas y bajadas de los precios internacionales", dijo la organización católica.