Perú acusa de asesinato al joven holandés que asaltó a la hija de un empresario limeño
Isabel Ferrer, La Haya, El País
La justicia peruana ha acusado formalmente a Joran van der Sloot, un joven holandés, del asesinato de Stephany Flores, hija de un poderoso empresario de Lima. El cadáver de la chica, molido a golpes y con el cuello roto, fue hallado la semana pasada en la habitación alquilada por su agresor en un hotel de la ciudad.
La pareja se conoció en un campeonato de póquer y subieron juntos al cuarto de él. Según el testimonio de Van der Sloot, todo iba bien y salió por café. A la vuelta, vio que ella había descubierto en su ordenador que se le consideraba sospechoso de la desaparición de una turista estadounidense, Natalee Holloway . Dicho suceso se remonta a 2005, y ocurrió en Aruba (Antillas holandesas). El holandés fue puesto en libertad por falta de pruebas, pero la policía considera que la chica fue asesinada y no le ha borrado de la lista de sospechosos.
Según la declaración firmada por Van der Sloot, no había planeado matar a Flores. Al ver que conocía su pasado, sin embargo, tuvo un arrebato de ira y la golpeó con gran fuerza. "Se metió sin permiso en mi vida privada", justificaría luego ante los agentes. Después del asalto, hizo las maletas, le quitó el dinero y pidió un taxi para ir a Chile. Su fuga se frustró al ser reconocido en Viña del Mar , desde donde fue devuelto a Lima.
Si bien el acusado ha admitido el crimen, su abogado asegura que la declaración no es válida. Dice que no contó con la presencia de un letrado de oficio. Los agentes peruanos insisten en que sí tuvo asistencia legal. En otro orden de cosas, la embajada holandesa en Perú ha pedido "mesura y contención" a la policía local. Van der Sloot ha sido mostrado en público con un chaleco antibalas y le han permitido hacer declaraciones. Su exposición mediática ha sido tal, que el caso podría acabar descarrilando porque se habría conculcado la presunción de inocencia.
Tanto Natalee Holloway como Stephany Flores fueron asaltadas un 30 de mayo. Antes de la muerte de la chica peruana, Van der Sloot trató de extorsionar a la madre de Holloway. Dijo que conocía el paradero del cuerpo de su hija y pidió 250.000 dólares por la información. El FBI tomó cartas en el asunto y decidió vigilarle. También le hizo llegar 25.000 dólares para que no sospechara nada. De momento, no hay pruebas para reabrir el caso de Holloway, pero el holandés ha sido demandado en Estados Unidos por chantaje.
La justicia peruana ha acusado formalmente a Joran van der Sloot, un joven holandés, del asesinato de Stephany Flores, hija de un poderoso empresario de Lima. El cadáver de la chica, molido a golpes y con el cuello roto, fue hallado la semana pasada en la habitación alquilada por su agresor en un hotel de la ciudad.
La pareja se conoció en un campeonato de póquer y subieron juntos al cuarto de él. Según el testimonio de Van der Sloot, todo iba bien y salió por café. A la vuelta, vio que ella había descubierto en su ordenador que se le consideraba sospechoso de la desaparición de una turista estadounidense, Natalee Holloway . Dicho suceso se remonta a 2005, y ocurrió en Aruba (Antillas holandesas). El holandés fue puesto en libertad por falta de pruebas, pero la policía considera que la chica fue asesinada y no le ha borrado de la lista de sospechosos.
Según la declaración firmada por Van der Sloot, no había planeado matar a Flores. Al ver que conocía su pasado, sin embargo, tuvo un arrebato de ira y la golpeó con gran fuerza. "Se metió sin permiso en mi vida privada", justificaría luego ante los agentes. Después del asalto, hizo las maletas, le quitó el dinero y pidió un taxi para ir a Chile. Su fuga se frustró al ser reconocido en Viña del Mar , desde donde fue devuelto a Lima.
Si bien el acusado ha admitido el crimen, su abogado asegura que la declaración no es válida. Dice que no contó con la presencia de un letrado de oficio. Los agentes peruanos insisten en que sí tuvo asistencia legal. En otro orden de cosas, la embajada holandesa en Perú ha pedido "mesura y contención" a la policía local. Van der Sloot ha sido mostrado en público con un chaleco antibalas y le han permitido hacer declaraciones. Su exposición mediática ha sido tal, que el caso podría acabar descarrilando porque se habría conculcado la presunción de inocencia.
Tanto Natalee Holloway como Stephany Flores fueron asaltadas un 30 de mayo. Antes de la muerte de la chica peruana, Van der Sloot trató de extorsionar a la madre de Holloway. Dijo que conocía el paradero del cuerpo de su hija y pidió 250.000 dólares por la información. El FBI tomó cartas en el asunto y decidió vigilarle. También le hizo llegar 25.000 dólares para que no sospechara nada. De momento, no hay pruebas para reabrir el caso de Holloway, pero el holandés ha sido demandado en Estados Unidos por chantaje.