Mundial: Si es por caprichos, nadie le gana a Maradona y Aguirre
Diego Maradona y Javier Aguirre tienen a Argentina y México con un pie en la segunda ronda con un estilo de conducción bien propio, que por momentos raya en lo excéntrico.
Maradona, cuyas aptitudes como técnico con bastante cuestionadas, le ha tapado la boca a sus detractores con dos victorias en dos salidas. Y apostando a una fórmula que se presta a las críticas, con el volante Jonás Gutiérrez jugando como lateral derecho.
Gutiérrez es un mediocampista de ida y vuelta, que exhibe muchas debilidades a la hora de marcar la punta derecha. Es flojo en la marca y, sobre todo, es lento. Maradona lo mantuvo en la alineación en el segundo partido ante Corea del Sur a pesar de que había tenido problemas en el debut ante Nigeria.
De todos modos, Argentina está ganando. Despachó 1-0 a Nigeria y 4-1 a los surcoreanos.
Ese, sin embargo, no es el único capricho de Maradona. Pocos entienden la presencia en el plantel de Martín Palermo, un delantero goleador pero con enormes limitaciones técnicas, especialmente si se tiene en cuenta que había alternativas como Ezequiel Lavezzi y Lisandro López, de muy buen desempeño en Europa.
Y ni hablar de la convocatoria de Ariel Garcé, un defensor que casi no jugó en la selección y fue llamado a último momento.
Maradona, por otra parte, dejó afuera a gente como Javier Zanetti y Esteban Cambiasso, jugadores con amplia trayectoria en la selección que atraviesan por un gran momento y ganaron con el Inter la Liga de Campeones, la liga italiana y la Copa de Italia.
El aspecto táctico es otro flanco en el que Maradona causa asombro. Poco antes del arranque del Mundial, decidió modificar todo el esquema que venía usando el equipo para incorporar a Carlos Tevez como tercer delantero.
"No lo podía dejar afuera a Carlitos" por lo que demostró en los entrenamientos y amistosos, explicó Maradona.
La decisión implicó que había que cambiar de posición nada menos que a Lionel Messi para darle cabida a Tevez. Pero está rindiendo dividendos, ya que el trío de ataque formado por el delantero del Manchester City, Messi y Gonzalo Higuaín se complementa bien.
Aguirre le pisa los talones a Maradona en la tabla de los estrategas caprichosos: le dio la titularidad del arco a Oscar Pérez, un portero de 37 años y baja estatura, relegando al banco a último momento a Guillermo Ochoa; trajo a Sudáfrica a Cuauhtémoc Blanco, quien también tiene 37 años y estaba jugando en la segunda división mexicana, y a Ricardo Osorio, quien casi no jugó en el Stuttgart la pasada temporada.
En cambio, dejó en casa a Sinha, para muchos el mejor enlace del fútbol mexicano.
Igual que Maradona, dispuso un planteo con tres delanteros, en el que Giovani Dos Santos hace de enlace, y tiene a México a un paso de la clasificación tras empatarle al dueño de casa y ganarle 2-0 a Francia, equipo con el que México había perdido cinco de seis partidos, e igualado el restante.
Otro que hizo convocatorias llamativas es el estadounidense Bob Bradley, que casi sobre la hora incorporó a Edson Buddle y Hérculez Gómez, pese a que casi no habían jugado con la selección. Buddle fue el máximo goleador de la liga estadounidense y Gómez el de la liga mexicana, y Bradley pensó que no podía dejarlos afuera con esos antecedentes.
El italiano Marcello Lippi aparece también en la lista de caprichosos por su insistencia en apostar a jugadores veteranos con los que ganó el Mundial del 2006. Y su compatriota Fabio Capello no se queda muy atrás a juzgar por algunas de sus decisiones con Inglaterra.
Capello convocó a Emile Heskey y Peter Crouch, dos grandotes de escasas condiciones técnicas, y dejó afuera a Theo Walcott, un jugador extremadamente veloz y habilidoso, capaz de causar estragos en las defensas. En el Mundial, Inglaterra está evidenciando escasez de variantes ofensivas.
Además, convocó a Ledley King y Rio Ferdinand a pesar de sus historiales de lesiones. Ferdinand se lastimó en la concentración final de Inglaterra y se fue del Mundial.
El brasileño Dunga no llamó a jugadores de la talla de Ronaldinho, Adriano y Alexandre Pato. Pero lo suyo fueron decisiones técnicas comprensibles más que caprichos. Dunga opinó que Ronaldinho y Adriano no encajan en el estilo que le impuso a Brasil, que da prioridad al sacrificio por sobre el juego vistoso, en tanto que Pato tuvo muchas lesiones esta temporada.