Morales saluda acercamiento de Bolivia a Perú y EEUU en Lima
La Paz, Abi
El presidente Evo Morales saludó en La Paz los acercamientos logrados por el canciller boliviano David Choquehuanca en sendas reuniones el martes en Lima con sus pares de Estados Unidos, Hillary Clinton, y de Perú, José Antonio García Belaúnde, países con los que Bolivia ha visto degradados sus vínculos bilaterales en el último tiempo.
Choquehuanca "me informó (vía teléfono desde Lima) de buenas propuestas, buenos avances para mejorar las relaciones con los dos países", malogradas por motivos diversos entre 2008 y 2009, en ambos casos, afirmó Morales durante una rueda de prensa a la que convocó en el presidencial Palacio Quemado de La Paz.
Las relaciones entre La Paz y Washington se congestionaron a fines de 2008 cuando Morales expulsó al embajador de EEUU, Philip Golberg, sospechado de combinar, con grupos de la oposición boliviana ultraconservadora, un golpe de Estado en Bolivia.
En reciprocidad, Washington también echó al entonces embajador boliviano Gustavo Guzmán.
Luego de sortear la intentona golpista, entre agosto y setiembre de 2008, Morales corrió del país sudamericano a la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por su siglas en inglés) en medio de acusaciones de conspiración e hizo lo propio con la agencia de asistencia de ese país (Usaid) de la zona del Chapare, otrora emporio de la droga en el centro de Bolivia.
Washington, durante la administración republicana de George W Bush, pareció contestar con la suspensión de las preferencias arancelarias para productos bolivianos.
En cambio, las diferencias con Lima se precipitaron luego que el gobierno del presidente Alan García radicara una demanda internacional contra Chile por el control de 100.000 km2 de aguas marítimas en el Pacífico, por donde Bolivia aspira a conseguir una salida soberana a ultramar, lo que ralentizó en extremo las conversaciones que La Paz y Santiago sostenían sobre la centenaria demanda marítima boliviana.
La relación se descompuso más aún después que Lima otorgó asilo y refugio a tres ex funcionarios incorporados en un juicio por delitos de lesa humanidad que la Corte Suprema boliviana sustancia al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-03) y sus colaboradores.
En ese ámbito los vínculos La Paz-Lima, históricamente sólidos, cayeron al nivel de los epítetos.
Tras las conversaciones por separado de Choquehuanca con Clinton y García Belaúnde, en Lima, en el ámbito de la XL Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, que clausuró este martes, Morales se dijo optimista en que la vinculación con ambos países se reencauce.
"Ojalá puedan avanzar. Hay mucho deseo que pueda mejorarse la relación diplomática, de comercio de cooperación de inversión con Perú como también con EEUU", sostuvo el mandatario boliviano.
En lo que respecta a EEUU; Morales no dejó pasar por alto la designación reciente de Mark Feierstein, ex asesor de Sánchez de Lozada, (refugiado por Washington), como jefe adjunto de Usaid.
"Aunque denunciamos oportunamente: el jefe de campaña de Gonzalo Sánchez de Lozada, un tal Mark Feierstein, ahora es el jefe administrativo adjunto de Usaid. Usaid anda en afanes de conspiración, conozco muy bien", insistió el gobernante boliviano.
Mark Feierstein, ratificado por el presidente Barack Obama, ejerció la Jefatura de Greenberg Research que condujo la campaña de Sánchez de Lozada para las elecciones bolivianas de 2002.
El presidente Evo Morales saludó en La Paz los acercamientos logrados por el canciller boliviano David Choquehuanca en sendas reuniones el martes en Lima con sus pares de Estados Unidos, Hillary Clinton, y de Perú, José Antonio García Belaúnde, países con los que Bolivia ha visto degradados sus vínculos bilaterales en el último tiempo.
Choquehuanca "me informó (vía teléfono desde Lima) de buenas propuestas, buenos avances para mejorar las relaciones con los dos países", malogradas por motivos diversos entre 2008 y 2009, en ambos casos, afirmó Morales durante una rueda de prensa a la que convocó en el presidencial Palacio Quemado de La Paz.
Las relaciones entre La Paz y Washington se congestionaron a fines de 2008 cuando Morales expulsó al embajador de EEUU, Philip Golberg, sospechado de combinar, con grupos de la oposición boliviana ultraconservadora, un golpe de Estado en Bolivia.
En reciprocidad, Washington también echó al entonces embajador boliviano Gustavo Guzmán.
Luego de sortear la intentona golpista, entre agosto y setiembre de 2008, Morales corrió del país sudamericano a la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por su siglas en inglés) en medio de acusaciones de conspiración e hizo lo propio con la agencia de asistencia de ese país (Usaid) de la zona del Chapare, otrora emporio de la droga en el centro de Bolivia.
Washington, durante la administración republicana de George W Bush, pareció contestar con la suspensión de las preferencias arancelarias para productos bolivianos.
En cambio, las diferencias con Lima se precipitaron luego que el gobierno del presidente Alan García radicara una demanda internacional contra Chile por el control de 100.000 km2 de aguas marítimas en el Pacífico, por donde Bolivia aspira a conseguir una salida soberana a ultramar, lo que ralentizó en extremo las conversaciones que La Paz y Santiago sostenían sobre la centenaria demanda marítima boliviana.
La relación se descompuso más aún después que Lima otorgó asilo y refugio a tres ex funcionarios incorporados en un juicio por delitos de lesa humanidad que la Corte Suprema boliviana sustancia al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-03) y sus colaboradores.
En ese ámbito los vínculos La Paz-Lima, históricamente sólidos, cayeron al nivel de los epítetos.
Tras las conversaciones por separado de Choquehuanca con Clinton y García Belaúnde, en Lima, en el ámbito de la XL Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, que clausuró este martes, Morales se dijo optimista en que la vinculación con ambos países se reencauce.
"Ojalá puedan avanzar. Hay mucho deseo que pueda mejorarse la relación diplomática, de comercio de cooperación de inversión con Perú como también con EEUU", sostuvo el mandatario boliviano.
En lo que respecta a EEUU; Morales no dejó pasar por alto la designación reciente de Mark Feierstein, ex asesor de Sánchez de Lozada, (refugiado por Washington), como jefe adjunto de Usaid.
"Aunque denunciamos oportunamente: el jefe de campaña de Gonzalo Sánchez de Lozada, un tal Mark Feierstein, ahora es el jefe administrativo adjunto de Usaid. Usaid anda en afanes de conspiración, conozco muy bien", insistió el gobernante boliviano.
Mark Feierstein, ratificado por el presidente Barack Obama, ejerció la Jefatura de Greenberg Research que condujo la campaña de Sánchez de Lozada para las elecciones bolivianas de 2002.