Morales dobló el brazo a la FIFA tras jugar fútbol ante los ojos del mundo a 6.542 metros de altitud
La Paz, Abi
Después de tres años de una inquebrantable lucha por el derecho de todos a practicar deportes donde se nace y se vive, el presidente de Bolivia, Evo Morales, logró finalmente doblar el brazo a la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) para vencer al fantasma de la altura.
Para ello Morales tuvo hasta que subir al nevado más alto de Bolivia, el Sajama, ubicado a 6.542 metros de altura sobre el nivel del mar, para jugar un partido de fútbol. El objetivo era mostrar al mundo que no es peligroso hacerlo, como aducían algunas selecciones temerosas de jugar las eliminatorias del Mundial en el estadio Hernando Siles de La Paz, ubicado a 3.600 metros de altitud.
El Gobierno conformó hasta comisiones especiales para que realicen estudios científicos que demuestren al mundo que jugar en la altura no pone en riesgo la vida de los deportistas. Es más, la mayoría de las muertes de futbolistas se produjeron en ciudades al nivel del mar, como Brasil y naciones europeas, por las elevadas temperaturas y por problemas respiratorios.
Con la decisión de la FIFA de colocar tres cruces al veto a la altura, ahora Bolivia y otras naciones andinas podrán disputar sus competencias deportivas internacionales en los campos de juego que así lo definan y que en el pasado estaban en la mira de otras naciones ubicadas al nivel del mar.
Para las eliminatorias mundialistas, Argentina, Brasil, y Uruguay consuetudinariamente se constituyeron en los principales países cuestionadores de jugar competencias internacionales no solamente en La Paz (Bolivia), sino en Quito (Ecuador), Puno y Cuzco (Perú), Calama (Chile) y hasta en alguna ciudad colombiana, cuyo único pecado es estar situada a más de 2.500 metros de altitud.
Por ello las gestiones culminadas con éxito por el mandatario boliviano en Sudáfrica la pasada semana no solamente serán cosechadas por Bolivia, sino por sus pares andinos. Ahora lo que valdrá en los resultados y clasificaciones será la capacidad de los equipos y no los metros de altura en los que disputen sus confrontaciones deportivas.
Este lunes, el Portavoz de la Presidencia, Iván Canelas, destacó que la presencia del presidente Evo Morales en Sudáfrica para asistir a la inauguración del Mundial de Fútbol "fue fundamental para enterrar el veto a la altura".
En una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, Canelas dijo que las reuniones que sostuvo el Primer Mandatario, inicialmente con los presidentes de la CONMEBOL y de varias Federaciones sudamericanas de fútbol, dieron su fruto.
Canelas manifestó que en esos encuentros, Morales ratificó la posición de Bolivia sobre los cuestionamientos existentes en algunas naciones para la práctica del deporte en ciudades con alturas superiores a los 2.500 metros sobre el nivel del mar.
Aseveró que la oficialización de la FIFA de dar por cerrado el tema altura fue "un golazo marcado por Bolivia al inicio del mundial de Sudáfrica".
Informó que, en sus gestiones, el Presidente se reunió en Johannesburgo con el presidente de la Asociación del Fútbol de Argentina (AFA) y actual primer vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Julio Grondona, quien le manifestó que el tema de la altura "está resuelto".
Señaló que los resultados logrados se sustentan en las gestiones emprendidas por el propio Jefe de Estado y las dirigencias del fútbol nacional los últimos años, junto a otros intentos en anteriores administraciones desde 1995.
Informó que cuando se realizaba el encuentro del Mandatario boliviano con los principales dirigentes del fútbol sudamericano, el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, realizó una conferencia de prensa en la que anunció oficialmente que "el veto a la altura ha pasado al olvido, por lo que los bolivianos pueden dormir tranquilos porque los partidos de fútbol internacional pueden disputarse en ciudades como La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Sucre y Tarija, que están situadas a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar".
"La presencia del Jefe de Estado en Sudáfrica fue importante para mostrar al mundo el derecho que tienen todas las personas de practicar el deporte donde se nace y se vive", ponderó Canelas.
Agregó que Morales también se reunió con el presidente de la FIFA para agradecerle el apoyo dado a las reivindicaciones de Bolivia, Perú, Ecuador, Chile y Colombia a fin de que la altura para la práctica del deporte no sea más un asunto de debate cuando lo que vale es el desempeño de los atletas en los escenarios deportivos.
En esa reunión, Blatter reiteró que este tema "está cerrado y debe olvidarse", por lo que Bolivia puede elegir la sede donde disputará no solamente sus partidos de las eliminatorias para el Mundial a disputarse en Brasil el año 2014, sino otros torneos internacionales de fútbol.
Blatter, quien nació en Suiza, uno de los países europeos donde se encuentran altas montañas, había manifestado diez años antes cuando vino a La Paz que se sintió bien y que no le afectó la altura, al hacer caso omiso a las quejas de otras naciones, como Argentina, Brasil y Uruguay que entraban hasta al estadio boliviano con garrafas de oxígeno para sus jugadores.
Brasil fue una de las "víctimas" de altura de La Paz porque perdió en 1994 por 2-1 frente a una humilde selección boliviana en el estadio Hernando Siles, dando fin a su invicto de 40 años en las eliminatorias mundialistas.
A partir de esa derrota recrudecieron las críticas al estadio de La Paz y todo aquel que esté por encima de los 2.750 metros de altitud sobre el nivel mar. Junto a las heridas de Brasil se enfilaron Argentina y Uruguay, al punto que en Bolivia ya se llegó a analizar la posibilidad de dejar a un lado el estadio Hernando Siles y construir otro a menos altitud para disputar sus partidos internacionales.
Las Federaciones de fútbol de los países críticos de la altura de La Paz llegaron a conseguir hasta el apoyo a sus protestas de una comisión médica de la FIFA que consideró "peligroso" disputar torneos de alta competición en estadios con alturas por encima de los 2.500 metros.
Sin embargo tras el anuncio del presidente de la FIFA se puso en vigencia un borrón y cuenta nueva, por lo que ahora Bolivia, Ecuador, Perú, Chile y Colombia podrán disputar las próximas eliminatorias mundialistas en las ciudades que sean definidas por sus autoridades.
Después de tres años de una inquebrantable lucha por el derecho de todos a practicar deportes donde se nace y se vive, el presidente de Bolivia, Evo Morales, logró finalmente doblar el brazo a la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) para vencer al fantasma de la altura.
Para ello Morales tuvo hasta que subir al nevado más alto de Bolivia, el Sajama, ubicado a 6.542 metros de altura sobre el nivel del mar, para jugar un partido de fútbol. El objetivo era mostrar al mundo que no es peligroso hacerlo, como aducían algunas selecciones temerosas de jugar las eliminatorias del Mundial en el estadio Hernando Siles de La Paz, ubicado a 3.600 metros de altitud.
El Gobierno conformó hasta comisiones especiales para que realicen estudios científicos que demuestren al mundo que jugar en la altura no pone en riesgo la vida de los deportistas. Es más, la mayoría de las muertes de futbolistas se produjeron en ciudades al nivel del mar, como Brasil y naciones europeas, por las elevadas temperaturas y por problemas respiratorios.
Con la decisión de la FIFA de colocar tres cruces al veto a la altura, ahora Bolivia y otras naciones andinas podrán disputar sus competencias deportivas internacionales en los campos de juego que así lo definan y que en el pasado estaban en la mira de otras naciones ubicadas al nivel del mar.
Para las eliminatorias mundialistas, Argentina, Brasil, y Uruguay consuetudinariamente se constituyeron en los principales países cuestionadores de jugar competencias internacionales no solamente en La Paz (Bolivia), sino en Quito (Ecuador), Puno y Cuzco (Perú), Calama (Chile) y hasta en alguna ciudad colombiana, cuyo único pecado es estar situada a más de 2.500 metros de altitud.
Por ello las gestiones culminadas con éxito por el mandatario boliviano en Sudáfrica la pasada semana no solamente serán cosechadas por Bolivia, sino por sus pares andinos. Ahora lo que valdrá en los resultados y clasificaciones será la capacidad de los equipos y no los metros de altura en los que disputen sus confrontaciones deportivas.
Este lunes, el Portavoz de la Presidencia, Iván Canelas, destacó que la presencia del presidente Evo Morales en Sudáfrica para asistir a la inauguración del Mundial de Fútbol "fue fundamental para enterrar el veto a la altura".
En una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, Canelas dijo que las reuniones que sostuvo el Primer Mandatario, inicialmente con los presidentes de la CONMEBOL y de varias Federaciones sudamericanas de fútbol, dieron su fruto.
Canelas manifestó que en esos encuentros, Morales ratificó la posición de Bolivia sobre los cuestionamientos existentes en algunas naciones para la práctica del deporte en ciudades con alturas superiores a los 2.500 metros sobre el nivel del mar.
Aseveró que la oficialización de la FIFA de dar por cerrado el tema altura fue "un golazo marcado por Bolivia al inicio del mundial de Sudáfrica".
Informó que, en sus gestiones, el Presidente se reunió en Johannesburgo con el presidente de la Asociación del Fútbol de Argentina (AFA) y actual primer vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Julio Grondona, quien le manifestó que el tema de la altura "está resuelto".
Señaló que los resultados logrados se sustentan en las gestiones emprendidas por el propio Jefe de Estado y las dirigencias del fútbol nacional los últimos años, junto a otros intentos en anteriores administraciones desde 1995.
Informó que cuando se realizaba el encuentro del Mandatario boliviano con los principales dirigentes del fútbol sudamericano, el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, realizó una conferencia de prensa en la que anunció oficialmente que "el veto a la altura ha pasado al olvido, por lo que los bolivianos pueden dormir tranquilos porque los partidos de fútbol internacional pueden disputarse en ciudades como La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Sucre y Tarija, que están situadas a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar".
"La presencia del Jefe de Estado en Sudáfrica fue importante para mostrar al mundo el derecho que tienen todas las personas de practicar el deporte donde se nace y se vive", ponderó Canelas.
Agregó que Morales también se reunió con el presidente de la FIFA para agradecerle el apoyo dado a las reivindicaciones de Bolivia, Perú, Ecuador, Chile y Colombia a fin de que la altura para la práctica del deporte no sea más un asunto de debate cuando lo que vale es el desempeño de los atletas en los escenarios deportivos.
En esa reunión, Blatter reiteró que este tema "está cerrado y debe olvidarse", por lo que Bolivia puede elegir la sede donde disputará no solamente sus partidos de las eliminatorias para el Mundial a disputarse en Brasil el año 2014, sino otros torneos internacionales de fútbol.
Blatter, quien nació en Suiza, uno de los países europeos donde se encuentran altas montañas, había manifestado diez años antes cuando vino a La Paz que se sintió bien y que no le afectó la altura, al hacer caso omiso a las quejas de otras naciones, como Argentina, Brasil y Uruguay que entraban hasta al estadio boliviano con garrafas de oxígeno para sus jugadores.
Brasil fue una de las "víctimas" de altura de La Paz porque perdió en 1994 por 2-1 frente a una humilde selección boliviana en el estadio Hernando Siles, dando fin a su invicto de 40 años en las eliminatorias mundialistas.
A partir de esa derrota recrudecieron las críticas al estadio de La Paz y todo aquel que esté por encima de los 2.750 metros de altitud sobre el nivel mar. Junto a las heridas de Brasil se enfilaron Argentina y Uruguay, al punto que en Bolivia ya se llegó a analizar la posibilidad de dejar a un lado el estadio Hernando Siles y construir otro a menos altitud para disputar sus partidos internacionales.
Las Federaciones de fútbol de los países críticos de la altura de La Paz llegaron a conseguir hasta el apoyo a sus protestas de una comisión médica de la FIFA que consideró "peligroso" disputar torneos de alta competición en estadios con alturas por encima de los 2.500 metros.
Sin embargo tras el anuncio del presidente de la FIFA se puso en vigencia un borrón y cuenta nueva, por lo que ahora Bolivia, Ecuador, Perú, Chile y Colombia podrán disputar las próximas eliminatorias mundialistas en las ciudades que sean definidas por sus autoridades.