Matanza en una prisión mexicana
Salvador Camarena, Agencias
Apenas se había contabilizado el viernes pasado como el día con más asesinatos en México en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón cuando, al comenzar la nueva semana, dos nuevos sucesos criminales, la matanza de 29 presos en un penal de Sinaloa y el asesinato de 10 policías en Michoacán, han dejado claro que los enfrentamientos que dejan muertos por decenas están lejos de ser esporádicos.
En un penal ubicado en Mazatlán (Sinaloa) fueron asesinados 29 reos. Aunque se sospecha que algunos de ellos pertenecían a la banda de Los Zetas, cartel que, junto con el de Beltrán Leyva, ha venido sufriendo el embate de otras organizaciones, las autoridades han declarado que todo surgió de una riña entre reos y no fue un movimiento orquestado.
Un portavoz de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa informó a EFE de que 18 de los fallecidos murieron a tiros en un módulo e la prisión, mientras que los otros 11 restantes fueron asesinados con armas blancas en otros. El ejército tuvo que intervenir para frenar los enfrentamientos. En el interior de la prisión encontraron seis armas de fuego, ocho puntas metálicas y un picahielo. También fueron recogidos 182 casquillos percutidos de diferentes calibres.
Emboscaa contra la policía
La semana había comenzado con la noticia de que 10 agentes de la policía federal fueron víctimas de una emboscada en las inmediaciones de Zitácuaro (Michoacán), cerca de los límites con el Estado de México. Las autoridades aseguran que en el enfrentamiento también fallecieron algunos presuntos delincuentes, pero "los cadáveres y lesionados del grupo de personas armadas fueron retirados del punto por sus cómplices", señala el Gobierno en un comunicado oficial.
La matanza se da exactamente 11 meses después de que, también en Michoacán, 12 policías federales fueran asesinados en julio del año pasado. El Gobierno responsabilizó de esos crímenes al cartel de La Familia, contra el que en días previos había asestado un golpe al detener a uno de sus líderes. De la autoría de los asesinatos de ayer nada se ha dicho.
Los hechos de Michoacán sucedieron muy temprano, alrededor de las 7:30 de la mañana (hora local). Los agresores atacaron a los federales en distintos puntos de Zitácuaro, para lo que bloquearon varias calles. Diferentes versiones hablan de entre 10 y 15 policías heridos. El comunicado oficial solo detalla que éstos, sin precisar número, fueron trasladados a la ciudad de México y a Morelia, capital de Michoacán, para recibir tratamiento médico.
La ola de violencia no cesa
La semana pasada, en una cárcel de Culiacán, capital de Sinaloa, fueron asesinados seis internos. Con el asesinato masivo de 19 personas en el centro de rehabilitación Fe y Vida de la ciudad de Chihuahua y el hallazgo de 20 personas asesinadas en distintos puntos de Ciudad Madero, Tamaulipas (litoral del Golfo de México), la suma de muertes violentas en toda la nación se elevó el viernes pasado por encima de 60. No hay número oficial, ya que el Gobierno no aporta un recuento y los que realizan los medios de comunicación difieren en el monto de muertes, pero no en la claridad de que se trató del día más oscuro desde que Calderón lanzó la lucha anticrimen en enero de 2007.
Apenas se había contabilizado el viernes pasado como el día con más asesinatos en México en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón cuando, al comenzar la nueva semana, dos nuevos sucesos criminales, la matanza de 29 presos en un penal de Sinaloa y el asesinato de 10 policías en Michoacán, han dejado claro que los enfrentamientos que dejan muertos por decenas están lejos de ser esporádicos.
En un penal ubicado en Mazatlán (Sinaloa) fueron asesinados 29 reos. Aunque se sospecha que algunos de ellos pertenecían a la banda de Los Zetas, cartel que, junto con el de Beltrán Leyva, ha venido sufriendo el embate de otras organizaciones, las autoridades han declarado que todo surgió de una riña entre reos y no fue un movimiento orquestado.
Un portavoz de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa informó a EFE de que 18 de los fallecidos murieron a tiros en un módulo e la prisión, mientras que los otros 11 restantes fueron asesinados con armas blancas en otros. El ejército tuvo que intervenir para frenar los enfrentamientos. En el interior de la prisión encontraron seis armas de fuego, ocho puntas metálicas y un picahielo. También fueron recogidos 182 casquillos percutidos de diferentes calibres.
Emboscaa contra la policía
La semana había comenzado con la noticia de que 10 agentes de la policía federal fueron víctimas de una emboscada en las inmediaciones de Zitácuaro (Michoacán), cerca de los límites con el Estado de México. Las autoridades aseguran que en el enfrentamiento también fallecieron algunos presuntos delincuentes, pero "los cadáveres y lesionados del grupo de personas armadas fueron retirados del punto por sus cómplices", señala el Gobierno en un comunicado oficial.
La matanza se da exactamente 11 meses después de que, también en Michoacán, 12 policías federales fueran asesinados en julio del año pasado. El Gobierno responsabilizó de esos crímenes al cartel de La Familia, contra el que en días previos había asestado un golpe al detener a uno de sus líderes. De la autoría de los asesinatos de ayer nada se ha dicho.
Los hechos de Michoacán sucedieron muy temprano, alrededor de las 7:30 de la mañana (hora local). Los agresores atacaron a los federales en distintos puntos de Zitácuaro, para lo que bloquearon varias calles. Diferentes versiones hablan de entre 10 y 15 policías heridos. El comunicado oficial solo detalla que éstos, sin precisar número, fueron trasladados a la ciudad de México y a Morelia, capital de Michoacán, para recibir tratamiento médico.
La ola de violencia no cesa
La semana pasada, en una cárcel de Culiacán, capital de Sinaloa, fueron asesinados seis internos. Con el asesinato masivo de 19 personas en el centro de rehabilitación Fe y Vida de la ciudad de Chihuahua y el hallazgo de 20 personas asesinadas en distintos puntos de Ciudad Madero, Tamaulipas (litoral del Golfo de México), la suma de muertes violentas en toda la nación se elevó el viernes pasado por encima de 60. No hay número oficial, ya que el Gobierno no aporta un recuento y los que realizan los medios de comunicación difieren en el monto de muertes, pero no en la claridad de que se trató del día más oscuro desde que Calderón lanzó la lucha anticrimen en enero de 2007.