Lampard niega un motín en el vestuario

El centrocampista del Chelsea Frank Lampard relajó el ambiente en el seno de las selección inglesa, negando que después del empate del viernes ante Argelia hubiera habido una "reunión de crisis" o similar y respaldando a Fabio Capello.
"Es un entrenador fuerte, y su estilo es muy fuerte, pero le respetamos mucho, tenemos fe en él y ganaremos el miércoles. No hay que culparle a él, sería como decir que hay que culpar a Robert Green por el empate contra Estados Unidos", señaló Lampard en rueda de prensa.

Así, recordó que "en el fútbol siempre hay altibajos" y recalcó que le "encantaría" que el italiano "siguiera", pese a los rumores que apuntan a su posible marcha si Inglaterra fracasa en el Mundial. "He tenido la suerte de trabajar con entrenadores fantásticos y Fabio Capello está ahí arriba", valoró.

Las palabras del ex capitán John Terry, en las que aseguró ayer que era imprescindible estudiar la situación, dieron a entender que en el seno del equipo nacional había malestar, pero el segundo capitán aseguró que la situación no es crítica.

"No creo que nadie quiera contar mucho de la reunión, es algo interno. Se ha exagerado al hablar de ''reunión de crisis'', pero entiendo lo que dijo John Terry porque él es así de apasionado, como jugador y como persona", argumentó.

El centrocampista del Chelsea recordó que "cada uno afronta las cosas de forma diferente". "Lo que la gente quiere es una reacción. Y Terry ha dicho cosas positivas", añadió, explicando que él no es un "rebelde" y que en el comentado encuentro entre varios internacionales se trató sólo de "compañeros hablando de un partido, algo normal".

Así, apela a la mejoría y al trabajo en equipo: "Si alguien no está a su máximo nivel, lo importante es que lo estemos como equipo. El resultado es algo colectivo, porque todos salimos del campo juntos, ganemos, empatemos o perdamos".

"Tenemos que jugar con tranquilidad, presionar y ser muy directos, no lo hicimos así el viernes", aseveró Lampard, que confía en un triunfo ante Eslovenia el miércoles, que les daría el pase a octavos de final del Mundial de Sudáfrica.