Jerome Boateng juega el miércoles contra su hermano, con el que no se habla
Boateng contra Boateng. Hermano frente a hermano en un duelo decisivo, el del miércoles, para Alemania y Ghana. Jerome, de 21 años, juega con los europeos. Kevin-Prince, de 23, con los africanos. Y su padre prefiere no ponerse de parte de uno ni de otro. "Yo estoy en Sudáfrica. No puedo decir nada más", dijo a la Prensa alemana. Se entiende. Sobre todo teniendo en cuenta que las relaciones entre los hermanos se deterioraron a raíz de la dura entrada de Kevin-Prince, jugador del Portsmouth, a Ballack en la final de la Copa inglesa, lo que impidió al jugador germano acudir a la cita mundialista.
Jerome censuró con dureza la acción, que para él mereció la tarjeta roja, y Kevin-Prince no se lo perdonó. El alemán lo explicó así: "Kevin dijo: 'Cada uno tiene su familia. Tú la tuya y yo la mía'. Eso fue demasiado para mí. Por eso me da igual lo que le pase. No tengo ningún contacto con él". Antes del incidente, sus relaciones eran buenas, aunque crecieron en ambientes radicalmente distintos.
Prince Boateng llegó a Alemania en 1981 para jugar en el Reinickendorfer Füchsen, equipo de la liga regional germana. En 1987 nació Kevin-Prince de su relación con la alemana Christina, cuyo padre era primo de Helmut Rahn, héroe nacional, autor del gol que dio a Alemania el Mundial de 1954 en la final frente a Hungría. Un mes después la pareja rompió. En 1988, Kevin tuvo un segundo hijo con su nueva pareja, Nina, también alemana: Jerome. Cuando el jugador tenía sólo cinco años, el padre abandonó el hogar.
Jerome se crió en Berlín-Wilmersdorf, un barrio burgués de la capital. Kevin-Prince, a pocos kilómetros pero en otro mundo, Wedding, un distrito en el que abunda la población inmigrante y que sufre altas tasas de desempleo. El jugador del Portsmouth ha llegado a decir que "en ese barrio, o eres pandillero o traficante de drogas o te haces futbolista". Su carrera está marcada por la polémica. Aunque casado con Jenny y padre de un hijo, su carácter es rebelde y agresivo. En 2009 estuvo a punto de ser despedido de su equipo tras una accidentada noche de fiesta.
Jerome, en cambio, pasa por tímido y tranquilo. Vive con Sherin, su novia, y nunca ha provocado ningún escándalo. "Jerome tiene su propio carácter y no se parece en nada a Kevin, que no admite la obediencia, tiene la boca muy grande y no sigue las reglas", ha dicho la madre del hermano menor.
Ambos se iniciaron en las categorías inferiores del Hertha, pero luego siguieron caminos diferentes. Jerome fichó por el Hamburgo y la próxima temporada jugará en el Manchester City, que ha pagado por él 12,5 millones. Kevin-Prince pasó por Dortmund y Tottenham antes de recalar en el Portsmouth.
Kevin-Prince jugó en todas los equipos inferiores de Alemania (Sub-15, Sub-16, Sub-19 y Sub-21). En 2007 se publicó que el seleccionador alemán Sub-21 Dieter Eilts no volvería a convocarle por su comportamiento indisciplinado y por sus reiteradas faltas de puntualidad. Dos años más tarde, anunció que prefería jugar con Ghana. Jerome es campeón de Europa con Alemania Sub-21 y debutó con la absoluta el pasado mes de octubre.
Jerome censuró con dureza la acción, que para él mereció la tarjeta roja, y Kevin-Prince no se lo perdonó. El alemán lo explicó así: "Kevin dijo: 'Cada uno tiene su familia. Tú la tuya y yo la mía'. Eso fue demasiado para mí. Por eso me da igual lo que le pase. No tengo ningún contacto con él". Antes del incidente, sus relaciones eran buenas, aunque crecieron en ambientes radicalmente distintos.
Prince Boateng llegó a Alemania en 1981 para jugar en el Reinickendorfer Füchsen, equipo de la liga regional germana. En 1987 nació Kevin-Prince de su relación con la alemana Christina, cuyo padre era primo de Helmut Rahn, héroe nacional, autor del gol que dio a Alemania el Mundial de 1954 en la final frente a Hungría. Un mes después la pareja rompió. En 1988, Kevin tuvo un segundo hijo con su nueva pareja, Nina, también alemana: Jerome. Cuando el jugador tenía sólo cinco años, el padre abandonó el hogar.
Jerome se crió en Berlín-Wilmersdorf, un barrio burgués de la capital. Kevin-Prince, a pocos kilómetros pero en otro mundo, Wedding, un distrito en el que abunda la población inmigrante y que sufre altas tasas de desempleo. El jugador del Portsmouth ha llegado a decir que "en ese barrio, o eres pandillero o traficante de drogas o te haces futbolista". Su carrera está marcada por la polémica. Aunque casado con Jenny y padre de un hijo, su carácter es rebelde y agresivo. En 2009 estuvo a punto de ser despedido de su equipo tras una accidentada noche de fiesta.
Jerome, en cambio, pasa por tímido y tranquilo. Vive con Sherin, su novia, y nunca ha provocado ningún escándalo. "Jerome tiene su propio carácter y no se parece en nada a Kevin, que no admite la obediencia, tiene la boca muy grande y no sigue las reglas", ha dicho la madre del hermano menor.
Ambos se iniciaron en las categorías inferiores del Hertha, pero luego siguieron caminos diferentes. Jerome fichó por el Hamburgo y la próxima temporada jugará en el Manchester City, que ha pagado por él 12,5 millones. Kevin-Prince pasó por Dortmund y Tottenham antes de recalar en el Portsmouth.
Kevin-Prince jugó en todas los equipos inferiores de Alemania (Sub-15, Sub-16, Sub-19 y Sub-21). En 2007 se publicó que el seleccionador alemán Sub-21 Dieter Eilts no volvería a convocarle por su comportamiento indisciplinado y por sus reiteradas faltas de puntualidad. Dos años más tarde, anunció que prefería jugar con Ghana. Jerome es campeón de Europa con Alemania Sub-21 y debutó con la absoluta el pasado mes de octubre.