G20: EE.UU. regaña a Europa y Japón

Redacción
BBC Mundo

Profundas divergencias entre los puntos de vista marcaron el primer día de la cumbre del G20 este sábado en Toronto, Canadá.
El cruce de declaraciones y contradeclaraciones dejó evidente que no hay un acuerdo común ante la disyuntiva de potenciar el crecimiento económico, -postura defendida por Estados Unidos- o priorizar el ajuste fiscal, de lo que se muestran partidarios varios gobiernos europeos y países como Japón.

El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, criticó a Europa y Japón por no hacer lo suficiente para estimular la demanda doméstica.
Uno de los errores de la Gran Depresión de los años 30 es que los países retiraron los planes de ajuste demasiado pronto, dijo.
Geithner señaló que EE.UU. no quiere que eso pase de nuevo. "Sólo ha pasado un año desde que la economía mundial salió de la recesión hará falta más tiempo para curar las heridas".

"Igual que Argentina en 2001"


La presidenta argentina, Cristina Fernández, se sumó a las críticas contra Europa haciendo un símil con las medidas de austeridad que adoptó su país en 2001, antes de que se declarara en quiebra.
El enfoque de Europa en el recorte del déficit es "absolutamente equivocado", dijo la presidenta argentina.

La corresponsal de economía de la BBC, Stephanie Flanders, señaló que la dura realidad es que puede que no exista una política perfecta que garantice una fuerte salida de la durísima crisis financiera, ni de la acumulación de préstamos de este alcance.
O dicho de otro modo: la situación económica pueden resultar condenada si los gobiernos cortan los préstamos rápidamente, cuando la economía está todavía en cuidados intensivos, pero también si no lo hacen.

Enfrentamientos


Timothy Geithner regañó a Europa y Japón por retirar sus planes de estímulo económico.
En las calles de Toronto, los manifestantes antiglobalización y la policía se enfrentaron cerca del lugar de la cumbre. Un auto de policía ardió como resultado de los choques y varios escaparates de comercios fueron destrozados.
La cumbre del G20 se produce entre excepcionales medidas de seguridad y en lujosas instalaciones especialmente construidas para la ocasión.

Al menos 130 personas fueron detenidas en la refriega, que estalló cuando varios cientos de manifestantes se separaron de un grupo mucho mayor que marchaba pacíficamente.

La cita tomó el relevo de la cumbre del G-8, celebrada el día anterior. En ella la canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló que se logró un considerable "entendimiento mutuo" entre los participantes.
En declaraciones a los periodistas, Merkel afirmó que los mandatarios de Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia coincidieron en que el crecimiento sostenible que necesita la economía global no debe ser incompatible con las medidas de austeridad.

Según informa el corresponsal de economía de la BBC desde Toronto, Andrew Walker hay dos tipos de recuperación en marcha en las economías del G20.
Los países en vías de desarrollo, con China a la cabeza, están creciendo fuertemente.
Pero los "efectos rebote" que sufren muchas de las economías desarrolladas las hacen mucho menos convincentes.

Muchos de esos países tienen un grave problema con la creciente deuda de sus gobiernos, como consecuencia del gran agujero que la recesión supuso para sus ganancias fiscales.

Dilema


Esto genera una difícil interrogante política: ¿deberían apostar por la austeridad y solucionar la deuda ahora o dañará esto la recuperación económica?
El ministro de finanzas canadiense, Jim Flaherty, está preocupado por este riesgo. Al igual que los Estados Unidos.
Los gobiernos europeos son los que están tomando duras medidas de austeridad en los países con los problemas de deuda más severos, en parte empujados por las presiones de los mercados.
La cumbre del G20 alcanzará probablemente un frente común, como afirmó la canciller alemana.

Pero no cabe duda de que existe un verdadero dilema en las economías desarrolladas acerca del mejor momento para atacar a la deuda.
Esta reunión tuvo lugar pocas horas después de que los legisladores del Congreso de EE.UU. llegaran a un acuerdo sobre la que, de aprobarse, sería la mayor reforma del sistema financiero estadounidense desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX.
Acuerdos y cuestiones por debatir

Muchos medios han señalado el alto coste económico de la organización de esta cumbre de la austeridad.
Los países más importantes del mundo se pusieron de acuerdo en cambio para, a iniciativa canadiense, incrementar en los próximos cinco años en US$5.000 millones de dólares la ayuda para mejorar la atención sanitaria a las mujeres que dan a luz en países en desarrollo y que mueren por causas evitables.

Pero los grupos de presión ya han declarado que este dinero, US$20.000 millones menos de lo prometido hace cinco años, no será suficiente para alcanzar ni siquiera la mitad de los objetivos del milenio que pretendían reducir en tres cuartos la muerte de madres y niños. Y se han mostrado muy decepcionados.

Sin embargo, habrá otras cuestiones -más allá de las económicas- encima de la mesa, como son las recientes disputas nucleares con Irán y Corea del Norte o el reciente conflicto entre las dos Coreas.
Se cree que se tratará de alcanzar una postura más dura en relación a Irán, después de que fuera sancionado recientemente por Naciones Unidas debido a sus actividades destinadas al enriquecimiento de uranio que se teme pueda utilizarse con fines atómicos.

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