Francia regresa a Paris bajo unas fuertes medidas de seguridad
La selección francesa regresó hoy a París bajo unas fuertes medidas de seguridad y un férreo control policial, después de su humillante eliminación del Mundial de Sudáfrica , donde se despidieron de la fase de grupos sin ganar ningún encuentro y con el desolador bagaje de haber anotado sólo un gol por cuatro recibidos.
Tras quince horas de vuelo, el avión aterrizó en el aeropuerto de Le Bourget, veinte kilómetros al norte de París, donde un grupo de aficionados les esperaban a cierta distancia, así como decenas de fotógrafos, cámaras y periodistas.
Algunos futbolistas se dirigieron directamente hacia dos coches con los cristales tintados y que abandonaron la instalación por su salida trasera. A su vez, varios testigos afirmaron que los jugadores del Olympique de Lyon, junto a Franck Ribéry, volaron en dos aviones privados sin aterrizar en la terminal. El jugador del Bayern partió hacia Múnich para solucionar sus problemas en la ingle.
Dentro de unas horas, el capitán de la selección gala, Thierry Henry, mantendrá una reunión con el presidente francés, Nicolas Sarkozy en el Palacio del Eliseo, para tratar la delicada situación, según confirmó un portavoz del gobierno.
El pasado miércoles, Nicolas Sarkozy criticó de manera generalizada el fútbol francés después de presidir una reunión de gobierno, y el ministro de deportes, Roselyne, aseguró hoy que la dimisión del presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Jean-Pierre Escalettes, era algo "inevitable", pero que era decisión del propio consejo de gobierno del organismo.
La andadura de los ''bleus'' por el Mundial de Sudáfrica, que comenzó estropeándose por algunas rencillas internas entre los futbolistas y el técnico francés, Raymond Domenech, y que empeoró tras el boicot del equipo que se negó a entrenar, finalizó el martes con la derrota por 2-1 ante los anfitriones, fracaso que ha terminado convirtiéndose en un asunto de estado por la imagen ofrecida.
Tras quince horas de vuelo, el avión aterrizó en el aeropuerto de Le Bourget, veinte kilómetros al norte de París, donde un grupo de aficionados les esperaban a cierta distancia, así como decenas de fotógrafos, cámaras y periodistas.
Algunos futbolistas se dirigieron directamente hacia dos coches con los cristales tintados y que abandonaron la instalación por su salida trasera. A su vez, varios testigos afirmaron que los jugadores del Olympique de Lyon, junto a Franck Ribéry, volaron en dos aviones privados sin aterrizar en la terminal. El jugador del Bayern partió hacia Múnich para solucionar sus problemas en la ingle.
Dentro de unas horas, el capitán de la selección gala, Thierry Henry, mantendrá una reunión con el presidente francés, Nicolas Sarkozy en el Palacio del Eliseo, para tratar la delicada situación, según confirmó un portavoz del gobierno.
El pasado miércoles, Nicolas Sarkozy criticó de manera generalizada el fútbol francés después de presidir una reunión de gobierno, y el ministro de deportes, Roselyne, aseguró hoy que la dimisión del presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Jean-Pierre Escalettes, era algo "inevitable", pero que era decisión del propio consejo de gobierno del organismo.
La andadura de los ''bleus'' por el Mundial de Sudáfrica, que comenzó estropeándose por algunas rencillas internas entre los futbolistas y el técnico francés, Raymond Domenech, y que empeoró tras el boicot del equipo que se negó a entrenar, finalizó el martes con la derrota por 2-1 ante los anfitriones, fracaso que ha terminado convirtiéndose en un asunto de estado por la imagen ofrecida.