Dunga sigue blindando los entrenamientos de Brasil
Johannesburgo, Agencias
Dunga volvió a pisar hoy donde más duele a la prensa deportiva brasileña al prohibir por tercera vez en cuatro días el acceso a los entrenamientos de su selección.
Mientras la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) definió la decisión como una "opción técnica legítima", un grueso sector de la prensa que acompaña al equipo 'canarinho' coincide en interpretarla como "una represalia" del ex capitán de Brasil, cuyas relaciones con los medios de su país se han tornado cada vez más conflictivas desde que asumió el testigo de Carlos Alberto Parreira, en agosto de 2006.
Por ser Corea del Norte la peor selección en el ránking de la FIFA (105) entre las 32 que disputan el Mundial, muchos comentaristas se preguntan hoy con ironía qué podrá estar ocultando Dunga para sorprender a sus adversarios el 15 de junio.
"Vamos a acatar la decisión de Dunga y a mantener el clima de cordialidad que cada día se estrecha más", dijo hoy con tono conciliador el lateral derecho Maicon durante una conferencia de prensa.
Pero ese "clima de cordialidad" citado por el jugador del Inter italiano ha sido tan inestable como la temperatura en Sudáfrica, marcada por un tibio sol en la mañana y un súbito desplome de la temperatura a partir del fin de la tarde.
Ninguno de los que sigue la selección brasileña olvida que Carlos Caetano Bledorn Verri ''Dunga'' declaró tiempo atrás que 300 periodistas "torcían contra" sus pupilos en el Mundial.
Desde que asumió el cargo, cambió las reglas del contacto con la prensa al tornar esporádicas sus comparecencias, limitar a dos por jornada el diálogo de sus jugadores e impedir a los mismos y a los miembros de su comisión técnica conceder entrevistas exclusivas.
La regla la quebrantó hace una semana el delantero Robinho al aceptar preguntas de una influyente cadena de televisión y eso le costó al jugador del Santos una dura reprimenda y la presentación de una sentida disculpa a todo el grupo.
El súbito cambio de los planes del equipo para hoy se produjo la noche del sábado, aún con la resonancia de la divulgación por algunos medios de prensa de una áspera discusión entre Daniel Alves y Julio Baptista.
El incidente se produjo durante la práctica del viernes tras una jugada en la que ambos jugadores colisionaron en forma aparatosa.
Un día antes la prensa había sido marginada por primera vez en momentos en que se conjeturaba sobre la recuperación física del guardameta Julio César.
Las imágenes y los relatos de lo ocurrido entre Daniel Alves y Julio Baptista merecieron el sábado una dura crítica del centrocampista de marca Felipe Melo, que definió la noticia como "una payasada" de la prensa.
Ese mismo día, Dunga impidió a la prensa asistir a su entrenamiento sabatino.
La interpretación de esa orden como "una venganza" de Dunga ha tenido ahora otro capítulo más en ya la larga lista de roces con los medios de comunicación.
Maicon llegó a aceptar una comparación de las relaciones que Dunga y el portugués José Mourinho sostienen con la prensa, y concluyó que las respeta.
"En el caso de Brasil, las decisiones son de Dunga. Tenemos que acatarlas. No vamos a ir en contra del profesor. Vamos a hacer nuestro entrenamiento como lo venimos haciendo siempre", puntualizó.
Consultado sobre las razones que el técnico podría tener para cerrar por tercera vez en tres días el ingreso de los periodistas a la cancha donde se entrena Brasil, el jugador sorprendió con su respuesta: "Quizá tenga algo novedoso que mostrarnos".
Dunga volvió a pisar hoy donde más duele a la prensa deportiva brasileña al prohibir por tercera vez en cuatro días el acceso a los entrenamientos de su selección.
Mientras la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) definió la decisión como una "opción técnica legítima", un grueso sector de la prensa que acompaña al equipo 'canarinho' coincide en interpretarla como "una represalia" del ex capitán de Brasil, cuyas relaciones con los medios de su país se han tornado cada vez más conflictivas desde que asumió el testigo de Carlos Alberto Parreira, en agosto de 2006.
Por ser Corea del Norte la peor selección en el ránking de la FIFA (105) entre las 32 que disputan el Mundial, muchos comentaristas se preguntan hoy con ironía qué podrá estar ocultando Dunga para sorprender a sus adversarios el 15 de junio.
"Vamos a acatar la decisión de Dunga y a mantener el clima de cordialidad que cada día se estrecha más", dijo hoy con tono conciliador el lateral derecho Maicon durante una conferencia de prensa.
Pero ese "clima de cordialidad" citado por el jugador del Inter italiano ha sido tan inestable como la temperatura en Sudáfrica, marcada por un tibio sol en la mañana y un súbito desplome de la temperatura a partir del fin de la tarde.
Ninguno de los que sigue la selección brasileña olvida que Carlos Caetano Bledorn Verri ''Dunga'' declaró tiempo atrás que 300 periodistas "torcían contra" sus pupilos en el Mundial.
Desde que asumió el cargo, cambió las reglas del contacto con la prensa al tornar esporádicas sus comparecencias, limitar a dos por jornada el diálogo de sus jugadores e impedir a los mismos y a los miembros de su comisión técnica conceder entrevistas exclusivas.
La regla la quebrantó hace una semana el delantero Robinho al aceptar preguntas de una influyente cadena de televisión y eso le costó al jugador del Santos una dura reprimenda y la presentación de una sentida disculpa a todo el grupo.
El súbito cambio de los planes del equipo para hoy se produjo la noche del sábado, aún con la resonancia de la divulgación por algunos medios de prensa de una áspera discusión entre Daniel Alves y Julio Baptista.
El incidente se produjo durante la práctica del viernes tras una jugada en la que ambos jugadores colisionaron en forma aparatosa.
Un día antes la prensa había sido marginada por primera vez en momentos en que se conjeturaba sobre la recuperación física del guardameta Julio César.
Las imágenes y los relatos de lo ocurrido entre Daniel Alves y Julio Baptista merecieron el sábado una dura crítica del centrocampista de marca Felipe Melo, que definió la noticia como "una payasada" de la prensa.
Ese mismo día, Dunga impidió a la prensa asistir a su entrenamiento sabatino.
La interpretación de esa orden como "una venganza" de Dunga ha tenido ahora otro capítulo más en ya la larga lista de roces con los medios de comunicación.
Maicon llegó a aceptar una comparación de las relaciones que Dunga y el portugués José Mourinho sostienen con la prensa, y concluyó que las respeta.
"En el caso de Brasil, las decisiones son de Dunga. Tenemos que acatarlas. No vamos a ir en contra del profesor. Vamos a hacer nuestro entrenamiento como lo venimos haciendo siempre", puntualizó.
Consultado sobre las razones que el técnico podría tener para cerrar por tercera vez en tres días el ingreso de los periodistas a la cancha donde se entrena Brasil, el jugador sorprendió con su respuesta: "Quizá tenga algo novedoso que mostrarnos".