Unasur se encamina a elegir Nestor Kirchner como secretario general
Por Fernando Cibeira
La elección será el martes, durante la cumbre del bloque en Buenos Aires. Todo indica que José Mujica levantará el veto de Uruguay al ex presidente. En el encuentro se hablará también de la ayuda a Haití y Chile, de Honduras y de la relación con Estados Unidos.
De no mediar imprevistos, Néstor Kirchner resultará electo el martes el primer secretario general de la Unasur. La elección del ocupante del cargo figura en el temario de la cumbre del bloque que arrancará mañana en Buenos Aires con la reunión de los cancilleres. Los otros puntos a tratar serán la continuidad de la ayuda por los terremotos en Haití y Chile más el análisis de la situación de Honduras, cuyo nuevo gobierno aún continúa sin ser reconocido por el bloque. Pero, sin dudas, la atención estará concentrada en la suerte de la postulación del ex presidente.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, adelantó que la candidatura de Kirchner tiene el respaldo de “muchos presidentes”. Ecuador ocupa la presidencia pro témpore del bloque y es el país que viene trabajando para que la cumbre marche sobre ruedas. Por otro lado, el presidente Rafael Correa fue quien lanzó la candidatura de Kirchner hace más de un año. Si hasta ahora no prosperó fue porque Tabaré Vázquez lo vetó, enojado por el corte de ruta en Gualeguaychú. Pero su reemplazante, José Mujica, adelantó que él sólo vetaba golpistas. Habrá que ver si luego del fallo de la Corte de La Haya y la reunión que mantuvo la semana pasada con Cristina Kirchner, Mujica mantiene su postura. Todo indica que sí.
Durante su mandato, Kirchner no fue un presidente que mostrara gran inclinación por los vericuetos de la política internacional pero quienes hablaron con él en estas últimas semanas aseguran que lo vieron entusiasmado con la posibilidad de manejar el bloque regional. “En estos momentos se pueden hacer muchas cosas desde ahí”, les dijo a sus amigos. Por cierto, la llegada de Kirchner a la secretaría general dotará de algunas particularidades al cargo.
Existe una norma no escrita pautada entre los jefes de Estado de la región que quien ocuparía la secretaría debía ser un ex presidente, cuestión de darle el prestigio adecuado a un bloque que pretende mostrarse como el equivalente sudamericano de la Unión Europea. El candidato original era el ex mandatario ecuatoriano Rodrigo Borja e incluso en la misma constitución del bloque se estableció que la sede se levantaría en Quito. Pero Borja renunció antes de asumir, disgustado por algunos recortes de facultades al cargo y hasta ahora –a dos años de la creación de la Unasur– el bloque funcionó sin secretario.
Para que se amolde mejor a las necesidades de Kirchner, se dirá que como en Quito no terminó de construirse la sede se la trasladará temporalmente a Buenos Aires. En la reunión que mantuvieron el jueves pasado, Kirchner les adelantó a sus compañeros del bloque oficialista que la banca de diputado era incompatible con la secretaría general. La salida que cuenta con más chance es que renuncie para que asuma quien sigue en la lista, el dirigente ultra K Dante Dovena. El ex presidente no dijo nada de una candidatura presidencial pero en caso de que las dos variables se cumplan –que Kirchner asuma en la Unasur y luego sea precandidato–, seguramente los jefes de Estado del bloque tendrán que sentarse a conversar y resolver si una aspiración presidencial es compatible o no con el puesto. Por otro lado, el mandato es por dos años, por lo que en este caso abarcará las primarias y las presidenciales argentinas.
Depende de Pepe
Si la candidatura de Kirchner prospera, se sabrá rápidamente porque son los cancilleres quienes deben elevar la propuesta a los presidentes. Convocados por el anfitrión Jorge Taiana y el pro témpore Patiño, los ministros de Relaciones Exteriores abrirán el encuentro mañana a las 15. La sede será una novedad. El complejo Sofitel La Reserva Cardales, en el kilómetro 61 de la Panamericana, fue inaugurado en octubre pasado y se presenta como el primer resort de lujo de la Argentina: 159 habitaciones con terraza, un gigante “spa terapéutico”, una “pileta lúdica” y cancha de golf, entre muchas otras súper comodidades. Igual, los presidentes apenas si lo verán de pasada. La sesión del Consejo de Jefas y Jefes de Estado arrancará el martes a las 10.30 y tres horas después está prevista la “foto de familia”, seguida del almuerzo de despedida. A la tarde volverán a sus países.
En principio, no debería haber problemas. Lula y Hugo Chávez dieron a entender que esperaban que Kirchner resultara electo. Evo Morales y Fernando Lugo están de acuerdo. Sebastián Piñera, en su debut en el bloque, no quiere presentar problemas. Quienes faltarán al encuentro podrían considerarse los ideológicamente más lejanos del gobierno argentino: el colombiano Alvaro Uribe y el peruano Alan García. Tampoco viajarán los presidentes de las pequeñas Guyana y Surinam. Pero tanto Uribe como García hicieron saber que no ponen reparos a la elección de Kirchner en tanto sea por “consenso”. Sus cancillerías aclararon que esto quería decir que Uruguay debía levantar el veto que en su momento puso Tabaré Vázquez.
Todo depende de Mujica. Sus declaraciones del viernes dieron a entender que no exige que el gobierno argentino reprima la protesta en Gualeguaychú. Su relación personal con los Kirchner es óptima, de manera que todo daría a entender que habilitará la elección del ex presidente, pese a que en su país seguramente le ocasionará algunas críticas.
Se supone que con Kirchner en el timón, el bloque avanzará con algunas iniciativas que tuvieron impulso en el arranque de la Unasur pero luego se fueron desinflando por la falta de acuerdo. Por ejemplo, los proyectos de integración energética ideados por Chávez o el Banco del Sur, que sólo cuenta con el apoyo activo de siete de las doce naciones de Unasur.
El resto
Otro tema para el debate será el de Honduras. Estados Unidos reconoció la legitimidad del gobierno de Porfirio Lobo, surgido en noviembre de una elección convocada por el golpista Roberto Micheletti. Argentina, Brasil y las naciones del ALBA siempre resistieron contra los golpistas y defendieron de la reincorporación del depuesto Manuel Zelaya. Pero el tiempo pasó y el nuevo gobierno de Honduras ya lleva medio año de existencia. Por ejemplo, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, pidió el mes pasado a la Unasur que no siguiera demorando la aceptación de Lobo. Una vez más, Colombia y Perú –que reconocieron las elecciones– tienen una postura diferente del resto. El bloque seguramente expresará su apoyo a la misión que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, encabezará por estos días para poner en marcha una Comisión de la Verdad que investigue los crímenes cometidos por el gobierno de Micheletti.
Lugo pondrá sobre la mesa la aparición de un supuesto foco insurgente en Paraguay y la movilización de tropas que ordenó para sofocarlo. El tema es bastante delicado y probablemente los presidentes no quieran extenderlo demasiado.
Otro ítem será la relación con Estados Unidos. La instalación de bases norteamericanas en Colombia ya fue motivo de una cumbre extraordinaria. Ahora Lula podrá explicar el acuerdo militar que firmó con la Casa Blanca y volverá a analizarse la idea de hacer un encuentro conjunto con Barack Obama para discutir sobre la región.
A no dudarlo, salga Kirchner electo secretario general o quien fuera, va a tener para entretenerse.
La elección será el martes, durante la cumbre del bloque en Buenos Aires. Todo indica que José Mujica levantará el veto de Uruguay al ex presidente. En el encuentro se hablará también de la ayuda a Haití y Chile, de Honduras y de la relación con Estados Unidos.
De no mediar imprevistos, Néstor Kirchner resultará electo el martes el primer secretario general de la Unasur. La elección del ocupante del cargo figura en el temario de la cumbre del bloque que arrancará mañana en Buenos Aires con la reunión de los cancilleres. Los otros puntos a tratar serán la continuidad de la ayuda por los terremotos en Haití y Chile más el análisis de la situación de Honduras, cuyo nuevo gobierno aún continúa sin ser reconocido por el bloque. Pero, sin dudas, la atención estará concentrada en la suerte de la postulación del ex presidente.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, adelantó que la candidatura de Kirchner tiene el respaldo de “muchos presidentes”. Ecuador ocupa la presidencia pro témpore del bloque y es el país que viene trabajando para que la cumbre marche sobre ruedas. Por otro lado, el presidente Rafael Correa fue quien lanzó la candidatura de Kirchner hace más de un año. Si hasta ahora no prosperó fue porque Tabaré Vázquez lo vetó, enojado por el corte de ruta en Gualeguaychú. Pero su reemplazante, José Mujica, adelantó que él sólo vetaba golpistas. Habrá que ver si luego del fallo de la Corte de La Haya y la reunión que mantuvo la semana pasada con Cristina Kirchner, Mujica mantiene su postura. Todo indica que sí.
Durante su mandato, Kirchner no fue un presidente que mostrara gran inclinación por los vericuetos de la política internacional pero quienes hablaron con él en estas últimas semanas aseguran que lo vieron entusiasmado con la posibilidad de manejar el bloque regional. “En estos momentos se pueden hacer muchas cosas desde ahí”, les dijo a sus amigos. Por cierto, la llegada de Kirchner a la secretaría general dotará de algunas particularidades al cargo.
Existe una norma no escrita pautada entre los jefes de Estado de la región que quien ocuparía la secretaría debía ser un ex presidente, cuestión de darle el prestigio adecuado a un bloque que pretende mostrarse como el equivalente sudamericano de la Unión Europea. El candidato original era el ex mandatario ecuatoriano Rodrigo Borja e incluso en la misma constitución del bloque se estableció que la sede se levantaría en Quito. Pero Borja renunció antes de asumir, disgustado por algunos recortes de facultades al cargo y hasta ahora –a dos años de la creación de la Unasur– el bloque funcionó sin secretario.
Para que se amolde mejor a las necesidades de Kirchner, se dirá que como en Quito no terminó de construirse la sede se la trasladará temporalmente a Buenos Aires. En la reunión que mantuvieron el jueves pasado, Kirchner les adelantó a sus compañeros del bloque oficialista que la banca de diputado era incompatible con la secretaría general. La salida que cuenta con más chance es que renuncie para que asuma quien sigue en la lista, el dirigente ultra K Dante Dovena. El ex presidente no dijo nada de una candidatura presidencial pero en caso de que las dos variables se cumplan –que Kirchner asuma en la Unasur y luego sea precandidato–, seguramente los jefes de Estado del bloque tendrán que sentarse a conversar y resolver si una aspiración presidencial es compatible o no con el puesto. Por otro lado, el mandato es por dos años, por lo que en este caso abarcará las primarias y las presidenciales argentinas.
Depende de Pepe
Si la candidatura de Kirchner prospera, se sabrá rápidamente porque son los cancilleres quienes deben elevar la propuesta a los presidentes. Convocados por el anfitrión Jorge Taiana y el pro témpore Patiño, los ministros de Relaciones Exteriores abrirán el encuentro mañana a las 15. La sede será una novedad. El complejo Sofitel La Reserva Cardales, en el kilómetro 61 de la Panamericana, fue inaugurado en octubre pasado y se presenta como el primer resort de lujo de la Argentina: 159 habitaciones con terraza, un gigante “spa terapéutico”, una “pileta lúdica” y cancha de golf, entre muchas otras súper comodidades. Igual, los presidentes apenas si lo verán de pasada. La sesión del Consejo de Jefas y Jefes de Estado arrancará el martes a las 10.30 y tres horas después está prevista la “foto de familia”, seguida del almuerzo de despedida. A la tarde volverán a sus países.
En principio, no debería haber problemas. Lula y Hugo Chávez dieron a entender que esperaban que Kirchner resultara electo. Evo Morales y Fernando Lugo están de acuerdo. Sebastián Piñera, en su debut en el bloque, no quiere presentar problemas. Quienes faltarán al encuentro podrían considerarse los ideológicamente más lejanos del gobierno argentino: el colombiano Alvaro Uribe y el peruano Alan García. Tampoco viajarán los presidentes de las pequeñas Guyana y Surinam. Pero tanto Uribe como García hicieron saber que no ponen reparos a la elección de Kirchner en tanto sea por “consenso”. Sus cancillerías aclararon que esto quería decir que Uruguay debía levantar el veto que en su momento puso Tabaré Vázquez.
Todo depende de Mujica. Sus declaraciones del viernes dieron a entender que no exige que el gobierno argentino reprima la protesta en Gualeguaychú. Su relación personal con los Kirchner es óptima, de manera que todo daría a entender que habilitará la elección del ex presidente, pese a que en su país seguramente le ocasionará algunas críticas.
Se supone que con Kirchner en el timón, el bloque avanzará con algunas iniciativas que tuvieron impulso en el arranque de la Unasur pero luego se fueron desinflando por la falta de acuerdo. Por ejemplo, los proyectos de integración energética ideados por Chávez o el Banco del Sur, que sólo cuenta con el apoyo activo de siete de las doce naciones de Unasur.
El resto
Otro tema para el debate será el de Honduras. Estados Unidos reconoció la legitimidad del gobierno de Porfirio Lobo, surgido en noviembre de una elección convocada por el golpista Roberto Micheletti. Argentina, Brasil y las naciones del ALBA siempre resistieron contra los golpistas y defendieron de la reincorporación del depuesto Manuel Zelaya. Pero el tiempo pasó y el nuevo gobierno de Honduras ya lleva medio año de existencia. Por ejemplo, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, pidió el mes pasado a la Unasur que no siguiera demorando la aceptación de Lobo. Una vez más, Colombia y Perú –que reconocieron las elecciones– tienen una postura diferente del resto. El bloque seguramente expresará su apoyo a la misión que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, encabezará por estos días para poner en marcha una Comisión de la Verdad que investigue los crímenes cometidos por el gobierno de Micheletti.
Lugo pondrá sobre la mesa la aparición de un supuesto foco insurgente en Paraguay y la movilización de tropas que ordenó para sofocarlo. El tema es bastante delicado y probablemente los presidentes no quieran extenderlo demasiado.
Otro ítem será la relación con Estados Unidos. La instalación de bases norteamericanas en Colombia ya fue motivo de una cumbre extraordinaria. Ahora Lula podrá explicar el acuerdo militar que firmó con la Casa Blanca y volverá a analizarse la idea de hacer un encuentro conjunto con Barack Obama para discutir sobre la región.
A no dudarlo, salga Kirchner electo secretario general o quien fuera, va a tener para entretenerse.