Rafael Correa amenaza con no asistir a la Cumbre de Madrid
Soledad Gallego Díaz, EP
La situación de Honduras, cuyo gobierno no reconocen numerosos países de América Latina, empezando por Brasil, puede suponer un problema para la próxima cumbre UE-América Latina, prevista para fines de este mes en Madrid.
"De asistir el gobierno de Honduras, nosotros no podríamos acudir a esa cumbre, ya que no lo consideramos un gobierno legítimo", declaró este martes el presidente de Ecuador, Rafael Correa. El mandatario no precisó cuantos miembros de Unasur han hecho llegar ese malestar al presidente del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, ni cuántos de ellos se ausentarían de la cumbre en caso de confirmarse la presencia del mandatario hondureño.
El debate sobre la situación de Honduras ha centrado buena parte de la cumbre extraordinaria de Unasur, dividida sobre el reconocimiento a Porfirio Lobo. Sólo Colombia y Perú han reconocido el triunfo de Lobo en las elecciones organizadas en noviembre por el gobierno de facto de Roberto Micheletti tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya del pasado junio.
La invitación al gobierno del conservador Porfirio Lobo a la Cumbre convocada en Madrid para los días 17 y 18 de mayo "ha creado mucho malestar en la región y me han encomendado en mi condición de presidente pro témpore hablar con nuestro amigo José Luis Rodríguez Zapatero, en los términos más comedidos", señaló Correa. "Se ha cometido una ligereza al invitarlo (a Lobo) sin consultar a los gobiernos de la región", denunció, porque "no se puede minimizar la ruptura institucional de Honduras". "Todos queremos ir pero no vamos a claudicar", advirtió el líder ecuatoriano.
"Uno siente una suerte de doble estándar internacional, con el respeto que merece España, porque se hace una cacería de brujas con los países que no cumplen las órdenes del norte, y aquí (en Honduras) se derrocó a un gobierno democráticamente electo y es como si no pasara nada", lamentó Correa.
"Sería un antecedente funesto para la región si continuara esta situacón", agregó, "no es gratuita la oposición al gobierno de Honduras", insistió.
La situación de Honduras, cuyo gobierno no reconocen numerosos países de América Latina, empezando por Brasil, puede suponer un problema para la próxima cumbre UE-América Latina, prevista para fines de este mes en Madrid.
"De asistir el gobierno de Honduras, nosotros no podríamos acudir a esa cumbre, ya que no lo consideramos un gobierno legítimo", declaró este martes el presidente de Ecuador, Rafael Correa. El mandatario no precisó cuantos miembros de Unasur han hecho llegar ese malestar al presidente del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, ni cuántos de ellos se ausentarían de la cumbre en caso de confirmarse la presencia del mandatario hondureño.
El debate sobre la situación de Honduras ha centrado buena parte de la cumbre extraordinaria de Unasur, dividida sobre el reconocimiento a Porfirio Lobo. Sólo Colombia y Perú han reconocido el triunfo de Lobo en las elecciones organizadas en noviembre por el gobierno de facto de Roberto Micheletti tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya del pasado junio.
La invitación al gobierno del conservador Porfirio Lobo a la Cumbre convocada en Madrid para los días 17 y 18 de mayo "ha creado mucho malestar en la región y me han encomendado en mi condición de presidente pro témpore hablar con nuestro amigo José Luis Rodríguez Zapatero, en los términos más comedidos", señaló Correa. "Se ha cometido una ligereza al invitarlo (a Lobo) sin consultar a los gobiernos de la región", denunció, porque "no se puede minimizar la ruptura institucional de Honduras". "Todos queremos ir pero no vamos a claudicar", advirtió el líder ecuatoriano.
"Uno siente una suerte de doble estándar internacional, con el respeto que merece España, porque se hace una cacería de brujas con los países que no cumplen las órdenes del norte, y aquí (en Honduras) se derrocó a un gobierno democráticamente electo y es como si no pasara nada", lamentó Correa.
"Sería un antecedente funesto para la región si continuara esta situacón", agregó, "no es gratuita la oposición al gobierno de Honduras", insistió.