Mourinho: el librillo de un técnico campeón
Tomás Roncero
Mourinho es conocido como The Special One y es fácil entenderlo analizando su forma de actuar en los vestuarios a los que accede. Una de sus normas es cobrar tanto como la estrella mejor pagada para evitar que ningún futbolista se le suba a las barbas ni le pierda el respeto. Además, en las paredes del vestuario escribe frases relacionadas con el principio de autoridad, que asume él por completo.
Equipo. Ese concepto lo tiene grabado a fuego, incluido su grupo de trabajo.
El nuevo técnico del Madrid tiene un equipo de trabajo en el que confía plenamente y con el que trabaja allá donde va. Rui Filipe Da Cunha (preparador físico), José Manuel Ferreira de Morais (ayudante técnico) y Silvino De Almeida Louro (preparador de porteros). Le falta un segundo entrenador, que podría elegirlo incluso en el propio Madrid. Algunos también creen que podría traerse a Figo...
Trabajo. Prohibido borrarse. el que no se entrena un día, sabe que no juega
La disciplina es sagrada para Mou. Jugador que llega tarde a un entrenamiento y se borra escondiéndose en el gimnasio, sabe que el domingo no juega. Es regla automática. O te entrenas toda la semana a tope o te quedas fuera del equipo. Incluso, lo cuelga en el vestuario. Los que no pasan por el aro, quedan excluidos de las convocatorias, se llamen como se llamen. Ojo al parte médico este año...
Previo. Música motivadora y sí a la concentración
Que les ponga las pilas a sus jugadores no significa que eluda la complicidad con ellos. De hecho, utiliza la música para unir al grupo y evitar la aparición de camarillas. En el Chelsea, les pedía a sus hombres que eligieran una canción y luego la cantaban todos a coro antes de empezar los partidos de la Premier. En el hotel (él sí es partidario de las concentraciones) no quiere distracciones ni permite la entrada de aficionados que busquen autógrafos y fotos. Por supuesto, también estás prohibidas las visitas y la ingesta de alcohol en las habitaciones. El que incumple, traiciona al grupo...
Prensa. Mourinho absorbe a propósito toda la presión de los medios
Igual que Schuster reconocía pasar "el peor momento del día" en los quince minutos que debía afrontar las conferencias de prensa ante los periodistas, Mourinho disfruta con sus duelos dialécticos con ellos. Le gusta manejar la escena, no le importa que sólo se hable de él y considera que así blinda a los jugadores y les quita presión. De hecho, sus futbolistas siempre hablaron bien de él, incluso los que jugaron poco bajo sus órdenes. Mourinho no es partidario de conceder demasiadas entrevistas porque cree que distraen la atención del trabajo diario. El portugués es un obseso del fútbol y está las 24 horas del día dándole vueltas a su trabajo.
Entrenamientos. Son intensos pero el 90% con pelota para no aburrirse
Esta imagen de Mourinho hablando con su portero Julio César en el último entrenamiento antes de la final del Bernabéu explica la importancia que el portugués le da al trato personalizado con sus jugadores. En las 24 horas previas a cada encuentro, aprovecha las concentraciones para hablar de forma individual con cada uno de ellos. Para eso fija reuniones que duran entre seis y ocho minutos cada una. De esta forma busca el compromiso del futbolista, que se siente valorado por su entrenador y, además, entiende perfectamente lo que éste quiere de él para ese partido en concreto. Con Mourinho no hay rutina...
Blindados. Sesiones de mañana y tarde a puerta cerrada
Mourinho es partidario de blindar al equipo con todas las consecuencias. Su máxima es: "El equipo trabaja durante la semana para ganar partidos los domingos. Ahí es cuando hay que ver a los jugadores". Es partidario de suprimir los 15 minutos que cada día tienen los medios de comunicación para asistir al inicio de los entrenamientos en Valdebebas. A Mou le ha ayudado la cultura de Italia, donde los periodistas no pueden acceder a los entrenamientos. El portugués no sólo quiere blindar al equipo en Valdebebas (las instalaciones le encantaron esta semana cuando se ejercitó con el Inter), sino que pretende hacer muchos días sesiones dobles de mañana y tarde. Algo que intentó poner en práctica Capello pero que no le surtió el menor efecto por el rechazo del vestuario. Mourinho quiere que sus jugadores trabajen ocho horas al día...
Vídeos. Cada jugador recibe un dvd personalizado previo a cada partido
Al técnico le encanta que sus jugadores disfruten en los entrenamientos. Aunque sean intensos, la fórmula para tener al equipo enganchado y sin malas caras pasa por la aparición del balón en un 90% de los ejercicios dispuestos. El trato con la pelota es fundamental, incluso en los entrenamientos más físicos. Lo que más le gusta entrenar es cómo salir de la presión del rival para no perder el balón.
Charlas. Habla entre seis y ocho minutos con cada futbolista antes del partido
El nuevo técnico blanco es tan meticuloso en su trabajo que antes de los encuentros prepara para cada jugador un informe y un DVD personalizado para que vea las características del rival al que se va a enfrentar en su zona de acción. Lo hace diferenciando por aspectos del juego (sistema defensivo propio, ofensivo, cómo defiende el rival y cómo ataca). No deja que se le escape ningún detalle.
Mando. Al club blanco le exige el control absoluto sobre los fichajes
Con Mourinho se acabaron los fichajes estratégicos de club. Él quiere tener máxima potestad y mando en esa parcela. No acepta jugadores que no hayan sido aprobados antes por él. Con los directores deportivos mantiene una relación correcta (ha tenido a Antero, Kenyon y Branca), pero dejándoles claro que la voz cantante para los fichajes la lleva él. Valdano es el primero que lo tiene asumido.
Mourinho es conocido como The Special One y es fácil entenderlo analizando su forma de actuar en los vestuarios a los que accede. Una de sus normas es cobrar tanto como la estrella mejor pagada para evitar que ningún futbolista se le suba a las barbas ni le pierda el respeto. Además, en las paredes del vestuario escribe frases relacionadas con el principio de autoridad, que asume él por completo.
Equipo. Ese concepto lo tiene grabado a fuego, incluido su grupo de trabajo.
El nuevo técnico del Madrid tiene un equipo de trabajo en el que confía plenamente y con el que trabaja allá donde va. Rui Filipe Da Cunha (preparador físico), José Manuel Ferreira de Morais (ayudante técnico) y Silvino De Almeida Louro (preparador de porteros). Le falta un segundo entrenador, que podría elegirlo incluso en el propio Madrid. Algunos también creen que podría traerse a Figo...
Trabajo. Prohibido borrarse. el que no se entrena un día, sabe que no juega
La disciplina es sagrada para Mou. Jugador que llega tarde a un entrenamiento y se borra escondiéndose en el gimnasio, sabe que el domingo no juega. Es regla automática. O te entrenas toda la semana a tope o te quedas fuera del equipo. Incluso, lo cuelga en el vestuario. Los que no pasan por el aro, quedan excluidos de las convocatorias, se llamen como se llamen. Ojo al parte médico este año...
Previo. Música motivadora y sí a la concentración
Que les ponga las pilas a sus jugadores no significa que eluda la complicidad con ellos. De hecho, utiliza la música para unir al grupo y evitar la aparición de camarillas. En el Chelsea, les pedía a sus hombres que eligieran una canción y luego la cantaban todos a coro antes de empezar los partidos de la Premier. En el hotel (él sí es partidario de las concentraciones) no quiere distracciones ni permite la entrada de aficionados que busquen autógrafos y fotos. Por supuesto, también estás prohibidas las visitas y la ingesta de alcohol en las habitaciones. El que incumple, traiciona al grupo...
Prensa. Mourinho absorbe a propósito toda la presión de los medios
Igual que Schuster reconocía pasar "el peor momento del día" en los quince minutos que debía afrontar las conferencias de prensa ante los periodistas, Mourinho disfruta con sus duelos dialécticos con ellos. Le gusta manejar la escena, no le importa que sólo se hable de él y considera que así blinda a los jugadores y les quita presión. De hecho, sus futbolistas siempre hablaron bien de él, incluso los que jugaron poco bajo sus órdenes. Mourinho no es partidario de conceder demasiadas entrevistas porque cree que distraen la atención del trabajo diario. El portugués es un obseso del fútbol y está las 24 horas del día dándole vueltas a su trabajo.
Entrenamientos. Son intensos pero el 90% con pelota para no aburrirse
Esta imagen de Mourinho hablando con su portero Julio César en el último entrenamiento antes de la final del Bernabéu explica la importancia que el portugués le da al trato personalizado con sus jugadores. En las 24 horas previas a cada encuentro, aprovecha las concentraciones para hablar de forma individual con cada uno de ellos. Para eso fija reuniones que duran entre seis y ocho minutos cada una. De esta forma busca el compromiso del futbolista, que se siente valorado por su entrenador y, además, entiende perfectamente lo que éste quiere de él para ese partido en concreto. Con Mourinho no hay rutina...
Blindados. Sesiones de mañana y tarde a puerta cerrada
Mourinho es partidario de blindar al equipo con todas las consecuencias. Su máxima es: "El equipo trabaja durante la semana para ganar partidos los domingos. Ahí es cuando hay que ver a los jugadores". Es partidario de suprimir los 15 minutos que cada día tienen los medios de comunicación para asistir al inicio de los entrenamientos en Valdebebas. A Mou le ha ayudado la cultura de Italia, donde los periodistas no pueden acceder a los entrenamientos. El portugués no sólo quiere blindar al equipo en Valdebebas (las instalaciones le encantaron esta semana cuando se ejercitó con el Inter), sino que pretende hacer muchos días sesiones dobles de mañana y tarde. Algo que intentó poner en práctica Capello pero que no le surtió el menor efecto por el rechazo del vestuario. Mourinho quiere que sus jugadores trabajen ocho horas al día...
Vídeos. Cada jugador recibe un dvd personalizado previo a cada partido
Al técnico le encanta que sus jugadores disfruten en los entrenamientos. Aunque sean intensos, la fórmula para tener al equipo enganchado y sin malas caras pasa por la aparición del balón en un 90% de los ejercicios dispuestos. El trato con la pelota es fundamental, incluso en los entrenamientos más físicos. Lo que más le gusta entrenar es cómo salir de la presión del rival para no perder el balón.
Charlas. Habla entre seis y ocho minutos con cada futbolista antes del partido
El nuevo técnico blanco es tan meticuloso en su trabajo que antes de los encuentros prepara para cada jugador un informe y un DVD personalizado para que vea las características del rival al que se va a enfrentar en su zona de acción. Lo hace diferenciando por aspectos del juego (sistema defensivo propio, ofensivo, cómo defiende el rival y cómo ataca). No deja que se le escape ningún detalle.
Mando. Al club blanco le exige el control absoluto sobre los fichajes
Con Mourinho se acabaron los fichajes estratégicos de club. Él quiere tener máxima potestad y mando en esa parcela. No acepta jugadores que no hayan sido aprobados antes por él. Con los directores deportivos mantiene una relación correcta (ha tenido a Antero, Kenyon y Branca), pero dejándoles claro que la voz cantante para los fichajes la lleva él. Valdano es el primero que lo tiene asumido.