Gustavo Cerati, un rockero sobrenatural
Buenos Aires
Nacido el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires, Gustavo Cerati dedicó más de la mitad de sus 50 años a la música. A fines de los 70, mientras estudiaba Publicidad en la universidad privada de El Salvador en Buenos Aires, conoció a Héctor Zeta Bosio, futuro bajista de Soda Stereo.
Desde el surgimiento de los Soda Stereo a mediados de los 80 con sus melodías pegadizas -deudoras de la new wave, el pop y el ska-, el rock argentino quedó ridículamente dividido entre los rockeros duros, representados por bandas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y los supuestamente blandos, entre los que se encolumnaba a bandas como Soda Stereo y a su líder, Gustavo Cerati.
Nada más erróneo: Cerati probablemente sea uno de los artistas con más actitud rockera del panorama nacional, un músico que desde los tiempos de Soda Stereo -y más tarde como solista-, se embarcó en agotadoras giras nacionales e internacionales cada vez que editó un álbum.
Como aquella gira de 1999, cuando lanzó "Bocanada", su primer disco solista tras la separación de Soda Stereo, que lo llevó a recorrer Argentina, México, Chile, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Estados Unidos, España y Venezuela y que culminó con seis funciones en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires.
Una costumbre de la que ni siquiera se apartó cuando hace cuatro años le diagnosticaron una trombosis venosa y que lo llevó a brindar el show de este sábado en Caracas en el marco de la gira de presentación de su último disco solista, "Fuerza Natural", durante el cual sufrió la isquemia cerebral que lo tiene internado.
"La de Gustavo no es fuerza natural, es una energía sobrenatural. No es fácil seguirlo. Es una estrella de rock fulltime", opinó el músico argentino Leo García, que salió de gira con Cerati con "Bocanada", en una columna para el diario "Clarín".
Nacido el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires, Gustavo Cerati dedicó más de la mitad de sus 50 años a la música. A fines de los 70, mientras estudiaba Publicidad en la universidad privada de El Salvador en Buenos Aires, conoció a Héctor Zeta Bosio, futuro bajista de Soda Stereo.
Al poco tiempo se les sumó Charly Alberti en batería. Cerati puso la guitarra y la voz. Conscientes del poder de la imagen, estos jóvenes herederos del new wave comenzaron a tocar en los bares de Buenos Aires con una estética muy parecida a la de los británicos The Cure: pelo batido (cardado), ojos delineados y ropa oscura.
Su primer disco, "Soda Stereo", editado en 1984, incluyó los hits "¿Por qué no puedo ser del jet-set?" y "Te hacen falta vitaminas" que, con su ritmo marcadamante ska, hicieron bailar hasta el cansancio a una generación de jóvenes que buscaba divertirse un poco después del fin de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Soda Stereo traspasó las fronteras y se convirtió en un auténtico fenómeno regional, con un enorme éxito en determinados países, como Chile. Grabó siete discos hasta el anuncio oficial de su disolución, el 1 de mayo de 1997, sin contar numerosos remixes, compilados y grabaciones en vivo: "Soda Stereo", "Nada personal" (1985), "Signos" (1986), "Doble vida" (1988), "Canción animal" (1990), "Dynamo" (1992) y "Sueño Stereo" (1995), a través de los cuales su sonido fue mutando y volcándose cada vez más al pop, al tecno y a los sonidos electrónicos.
Más allá de ocasionales composiciones conjuntas con Bosio o Alberti, Cerati fue el verdadero "alma mater" de Soda Stereo y fue su firma la que estuvo detrás de los principales hits de la banda, como "Nada personal", "Cuando pase el temblor" (con su antológico videoclip filmado en la Quebrada de Humahuaca, en la provincia de Jujuy), "Juego de seducción", "Prófugos", "Signos", "En la ciudad de la furia", "De música ligera" y "Zoom".
Tras la separación de la banda en 1997, después del mítico show de despedida del 20 de septiembre en el estadio River Plate de Buenos Aires, Cerati pronunció ante los 70.000 presentes dos palabras que recordarían todos: "Gracias totales". El músico continuó con una exitosa carrera solista, a la que ya se había asomado en tiempos de Soda Stereo, con el álbum "Amor Amarillo", de 1993.
Su esperado disco tras la separación de Soda Stereo fue "Bocanada", editado en 1999, que incluía canciones como "Puente" y "Tabú" y fue bien recibido por la crítica especializada. Le siguieron otros trabajos como "Siempre es hoy", "¡Ahí vamos!" y "Fuerza Natural", editado a mediados del año pasado.
Tampoco se privó de grabar un disco con versiones sinfónicas de sus canciones, "11 Episodios sinfónicos", que presentó luego en el Teatro Colón junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, ni de de componer la música para una película ("Más bien", de Eduardo Capilla). También grabó el tema "Mareo" junto a la banda de tango electrónico "Bajofondo", de Gustavo Santaolalla.
Una década después de la disolución, se volvió a reunir con sus compañeros de Soda Stereo para un regreso histórico que quedó plasmado en la gira "Me verás volver" de 2007, que incluyó 22 conciertos en nueve países latinoamericanos. "Por fin. No saben cuánto tiempo esperamos este momento", disparó Cerati ante un estadio River Plate colmado.
Vanguardista, pop, pero también muy rockero: el rock nacional y latinoamericano no volverá a ser el mismo después de Cerati.
Nacido el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires, Gustavo Cerati dedicó más de la mitad de sus 50 años a la música. A fines de los 70, mientras estudiaba Publicidad en la universidad privada de El Salvador en Buenos Aires, conoció a Héctor Zeta Bosio, futuro bajista de Soda Stereo.
Desde el surgimiento de los Soda Stereo a mediados de los 80 con sus melodías pegadizas -deudoras de la new wave, el pop y el ska-, el rock argentino quedó ridículamente dividido entre los rockeros duros, representados por bandas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y los supuestamente blandos, entre los que se encolumnaba a bandas como Soda Stereo y a su líder, Gustavo Cerati.
Nada más erróneo: Cerati probablemente sea uno de los artistas con más actitud rockera del panorama nacional, un músico que desde los tiempos de Soda Stereo -y más tarde como solista-, se embarcó en agotadoras giras nacionales e internacionales cada vez que editó un álbum.
Como aquella gira de 1999, cuando lanzó "Bocanada", su primer disco solista tras la separación de Soda Stereo, que lo llevó a recorrer Argentina, México, Chile, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Estados Unidos, España y Venezuela y que culminó con seis funciones en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires.
Una costumbre de la que ni siquiera se apartó cuando hace cuatro años le diagnosticaron una trombosis venosa y que lo llevó a brindar el show de este sábado en Caracas en el marco de la gira de presentación de su último disco solista, "Fuerza Natural", durante el cual sufrió la isquemia cerebral que lo tiene internado.
"La de Gustavo no es fuerza natural, es una energía sobrenatural. No es fácil seguirlo. Es una estrella de rock fulltime", opinó el músico argentino Leo García, que salió de gira con Cerati con "Bocanada", en una columna para el diario "Clarín".
Nacido el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires, Gustavo Cerati dedicó más de la mitad de sus 50 años a la música. A fines de los 70, mientras estudiaba Publicidad en la universidad privada de El Salvador en Buenos Aires, conoció a Héctor Zeta Bosio, futuro bajista de Soda Stereo.
Al poco tiempo se les sumó Charly Alberti en batería. Cerati puso la guitarra y la voz. Conscientes del poder de la imagen, estos jóvenes herederos del new wave comenzaron a tocar en los bares de Buenos Aires con una estética muy parecida a la de los británicos The Cure: pelo batido (cardado), ojos delineados y ropa oscura.
Su primer disco, "Soda Stereo", editado en 1984, incluyó los hits "¿Por qué no puedo ser del jet-set?" y "Te hacen falta vitaminas" que, con su ritmo marcadamante ska, hicieron bailar hasta el cansancio a una generación de jóvenes que buscaba divertirse un poco después del fin de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Soda Stereo traspasó las fronteras y se convirtió en un auténtico fenómeno regional, con un enorme éxito en determinados países, como Chile. Grabó siete discos hasta el anuncio oficial de su disolución, el 1 de mayo de 1997, sin contar numerosos remixes, compilados y grabaciones en vivo: "Soda Stereo", "Nada personal" (1985), "Signos" (1986), "Doble vida" (1988), "Canción animal" (1990), "Dynamo" (1992) y "Sueño Stereo" (1995), a través de los cuales su sonido fue mutando y volcándose cada vez más al pop, al tecno y a los sonidos electrónicos.
Más allá de ocasionales composiciones conjuntas con Bosio o Alberti, Cerati fue el verdadero "alma mater" de Soda Stereo y fue su firma la que estuvo detrás de los principales hits de la banda, como "Nada personal", "Cuando pase el temblor" (con su antológico videoclip filmado en la Quebrada de Humahuaca, en la provincia de Jujuy), "Juego de seducción", "Prófugos", "Signos", "En la ciudad de la furia", "De música ligera" y "Zoom".
Tras la separación de la banda en 1997, después del mítico show de despedida del 20 de septiembre en el estadio River Plate de Buenos Aires, Cerati pronunció ante los 70.000 presentes dos palabras que recordarían todos: "Gracias totales". El músico continuó con una exitosa carrera solista, a la que ya se había asomado en tiempos de Soda Stereo, con el álbum "Amor Amarillo", de 1993.
Su esperado disco tras la separación de Soda Stereo fue "Bocanada", editado en 1999, que incluía canciones como "Puente" y "Tabú" y fue bien recibido por la crítica especializada. Le siguieron otros trabajos como "Siempre es hoy", "¡Ahí vamos!" y "Fuerza Natural", editado a mediados del año pasado.
Tampoco se privó de grabar un disco con versiones sinfónicas de sus canciones, "11 Episodios sinfónicos", que presentó luego en el Teatro Colón junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, ni de de componer la música para una película ("Más bien", de Eduardo Capilla). También grabó el tema "Mareo" junto a la banda de tango electrónico "Bajofondo", de Gustavo Santaolalla.
Una década después de la disolución, se volvió a reunir con sus compañeros de Soda Stereo para un regreso histórico que quedó plasmado en la gira "Me verás volver" de 2007, que incluyó 22 conciertos en nueve países latinoamericanos. "Por fin. No saben cuánto tiempo esperamos este momento", disparó Cerati ante un estadio River Plate colmado.
Vanguardista, pop, pero también muy rockero: el rock nacional y latinoamericano no volverá a ser el mismo después de Cerati.