El amante se “esconde” sobre un aparato de aire acondicionado.
El protagonista tiene 43 años y vive en San Félix, ciudad sureña de Venezuela. Retozaba con su amante, en la ciudad de Puerto Ordaz (Estado Bolívar) cuando la mujer debió gritarle aquello de "¡Ay, que viene mi marido! Métete al armario".
Es un clásico en chistes, tiras cómicas y películas, pero hasta ahora no se le había visto mucho en la vida real y menos se habían tomado fotos. ¿Un amante que huye desnudo y despavorido ante la llegada del marido? Pues sí, ocurre.
Ernesto Rojas ante la emergencia buscó un armario y lo encontró quizá lleno de ropa. Quiso probablemente hacerse invisible tras las cortinas, pero seguro de que los pies quedaban al descubierto no acertó sino a salir desnudo al balcón, montarse en el aparato de aire acondicionado y rezar por que sus vecinos no le vieran.
No tuvo suerte. Su fotografía, así, la ven millones en la internet gracias a los vecinos provistos de risas y cámaras.
La historia acabó como el rosario de la aurora. El pobre dice que sabe que estuvo mal, pero temía que el marido lo matara, así que aguantó las risas de quienes lo vieron.
Es un clásico en chistes, tiras cómicas y películas, pero hasta ahora no se le había visto mucho en la vida real y menos se habían tomado fotos. ¿Un amante que huye desnudo y despavorido ante la llegada del marido? Pues sí, ocurre.
Ernesto Rojas ante la emergencia buscó un armario y lo encontró quizá lleno de ropa. Quiso probablemente hacerse invisible tras las cortinas, pero seguro de que los pies quedaban al descubierto no acertó sino a salir desnudo al balcón, montarse en el aparato de aire acondicionado y rezar por que sus vecinos no le vieran.
No tuvo suerte. Su fotografía, así, la ven millones en la internet gracias a los vecinos provistos de risas y cámaras.
La historia acabó como el rosario de la aurora. El pobre dice que sabe que estuvo mal, pero temía que el marido lo matara, así que aguantó las risas de quienes lo vieron.