Derrame de petróleo podría llegar a Florida

Redacción
BBC Mundo
Científicos afirmaron que el derrame de crudo en el Golfo de México podría llegar en los próximos días a las costas del sur del estado de Florida.
La noticia se conoce el mismo día en que se supo que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habría decidido crear una comisión independiente para investigar el desastre, que se originó el pasado 20 de abril tras la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, gestionada por la compañía British Petroleum (BP).

Según los expertos, modelos por computadora indican que parte del vertido podría ser atrapado en los próximos días por la corriente principal del Golfo, conocida como la "corriente rizo", que lo arrastraría hasta los cayos de Florida y de ahí hasta a la costa atlántica de Estados Unidos.

La contaminación podría hacer peligrar, entre otros, el Santuario Nacional de los Cayos de Florida, donde se encuentra el tercer arrecife más grande del mundo, los manglares costeros y el parque nacional de los Everglades.
Los científicos aseguraron que, de cumplirse los modelos, la mancha de petróleo podría llegar a los cayos del sur de Florida en una semana.

En cualquier caso, un responsable de la Guardia Costera estadounidense, aseguró que "en este momento no hay petróleo" en esa corriente, aunque están "vigilando con mucha atención" la situación.

Seguimiento


Barack Obama habría decidido crear una comisión independiente para investigar el derrame.
Peter Neffenger dijo este lunes ante el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado que el gobierno está atento a la posibilidad de que el vertido sea atrapado por la "corriente rizo" que bordea la península de Florida.
"(La corriente) Parece estar a unos 65km-80km del extremo sur del vertido".
"Estamos vigilando la situación de cerca y nos estamos preparando para el impacto potencial en el sur de la costa de Florida", explicó Neffenger.

Por otra parte, según dijeron fuentes gubernamentales, el presidente de EE.UU., Barack Obama, habría decidido crear una comisión independiente mediante una orden ejecutiva para investigar el derrame.
Ésta sería similar a las comisiones que investigaron la tragedia del trasbordador Challenger, ocurrida en 1986, y el accidente nuclear en Three Mile Island de 1979.
La comisión estaría encargada de analizar asuntos como las prácticas de la industria, la seguridad en las plataformas petrolíferas y las normas reguladoras y medioambientales, así como la estructura y funciones del Servicio de Gestión de Minerales (MMS, por sus siglas en inglés).

Precisamente este lunes se informó que Chris Oynes, supervisor de los programas de perforación marítima del MMS, dejará su cargo a finales de mes.
El motivo de la renuncia de Oynes no trascendió, aunque en los últimos días los responsables del MMS han sido acusados de haber sido demasiado laxos con la industria petrolera.

Audiencia en el Senado


Janet Napolitano compareció ante el Comité del Senado que analiza las causas y consecuencias del vertido.
Este lunes la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, también compareció ante el Comité del Senado que analiza las causas y consecuencias del vertido, siendo ésta la primera vez que los senadores pudieron interrogar a un funcionario gubernamental sobre la respuesta ante el desastre del pasado 20 de abril.
"No estamos al comienzo (del vertido), llevamos con esto casi un mes, pero tampoco estamos cerca del final", afirmó Napolitano durante su comparecencia.

Durante la misma audiencia, el senador Joseph Lieberman, quien preside la Comisión, aseguró que el gobierno no puede permitir que se exploren pozos adicionales en aguas profundas hasta que la industria petrolera demuestre que puede prevenir desastres como el de la plataforma Deepwater Horizon o contener los vertidos de manera más efectiva.
Lamar McKay, presidente de BP en EE.UU., regresó de nuevo al Senado este lunes para ofrecer su testimonio ante el Comité.

McKay puso en duda los reportes de este fin de semana que indicaban que científicos encontraron enormes columnas de petróleo en el fondo del Golfo de México, lo que sugeriría que el derrame es peor de lo que se pensaba inicialmente.
"Creo que hemos de ser prudentes sobre la naturaleza de esas columnas y la manera en la que se están comportando", dijo McKay.
Por su parte, la Agencia Oceánica y Atmosférica Nacional de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) también mostró sus dudas sobre esas columnas, afirmando que su hallazgo no ha sido verificado.

Contención del vertido

Por otro lado, BP aseguró este lunes que el tubo que insertó en la tubería de donde brota el vertido con el fin de recoger el petróleo y llevarlo a buques en la superficie está funcionando.
Según la compañía, con este método está capturando unos 1.000 barriles de petróleo de los 5.000 que se calcula están siendo vertidos diariamente en el Golfo de México.
"Esto es sólo contener el flujo (...) con suerte antes del final de la semana vamos a hacer nuestro siguiente intento para detener plenamente el flujo", aseguró el director de operaciones de BP, Doug Suttles.

Sin embargo, el gobierno de EE.UU. no mostró entusiasmo sobre el método empleado por BP.
"Esta técnica no es una solución para el problema, y aún no está claro cuán exitosa será", dijeron en un comunicado conjunto la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, y el secretario del Interior, Ken Salazar.
En el documento aseguraron que EE.UU. no descansará hasta que la fuga sea sellada de manera permanente y el derrame, limpiado.

El corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, explicó que el gobierno estadounidense ha dejado claro desde el principio del desastre que espera que BP asuma la responsabilidad, y por tanto, los costos que genere el accidente.
Según Chirinos, la Casa Blanca ha dejado saber a BP que no espera que la petrolera se ampare en el límite de US$75 millones que establece la ley para este tipo de desastres desde el accidente del Exxon Valdez en Alaska ocurrido hace veinte años.

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