Crisis nuclear: Irán acepta mediación de Brasil

Redacción
BBC Mundo

El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, dijo este miércoles que está de acuerdo "en principio" con la mediación de Brasil para revivir un acuerdo nuclear con Occidente.

Así lo informó la página de internet de la Presidencia iraní, la cual agregó que Ahmadinejad se expresó en tal sentido durante un diálogo telefónico con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, para discutir el papel brasileño en las negociaciones.

"Durante una conversación telefónica con su homólogo de Venezuela, Ahmadinejad acordó en principio la mediación de Brasil en un acuerdo nuclear", precisó el sitio.
La noticia también fue divulgada por la agencia de noticias semiestatal de Irán Fars.
El acuerdo propuesto, respaldado por Naciones Unidas y rechazado por Teherán el año pasado, plantea que Irán envíe su uranio a Francia y Rusia para que se encarguen de enriquecerlo y luego sea utilizado en los reactores iraníes (ver recuadro).

El objetivo es evitar que el material se destine a la fabricación de armamento. Occidente acusa a Irán de intentar producir armas nucleares. Irán lo niega y asegura que su programa de enriquecimiento de uranio tiene fines pacíficos y está orientado a generar energía.

Reunión en Teherán

El 27 de abril, el canciller brasileño, Celso Amorim, de visita en Teherán, mantuvo una reunión con Ahmadinejad donde le hizo entrega de un mensaje de parte del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras el encuentro, Amorim pidió a la comunidad internacional y a Irán que se muestren más flexibles para lograr un acuerdo sobre el programa nuclear.
El canciller incluso se mostró abierto a que se explore la posibilidad de que sea en su territorio donde se enriquezca el uranio destinado a los reactores iraníes y no en Francia o Rusia.

Sin embargo, luego Lula descartó que su país trabaje con esa hipótesis y señaló que se existen otros países más apropiados, por su cercanía, para esa tarea.
Brasil se opone a imponer nuevas sanciones que terminen por aislar a Teherán.
En marzo, en el marco de una visita a Brasilia de la secretaria de Estado de EE.UU, Hillary Clinton, el presidente brasileño había dicho: "No es prudente empujar a Irán contra la pared, lo prudente es establecer negociaciones. Yo quiero para Irán lo mismo que quiero para Brasil: utilizar el desarrollo de la energía nuclear para fines pacíficos".

Dicha postura choca con la de EE.UU. y otras potencias occidentales que abogan por aplicar una nueva ronda de sanciones a Irán, que ya ha recibido tres series de penalizaciones de parte del Consejo de Seguridad de ONU.
Por el contrario, además de Brasil, China y Rusia, países con poder de veto en el Consejo, no están convencidos de que la profundización de las sanciones sea la mejor manera de convencer a Teherán para que demuestre que su programa nuclear no tiene intenciones armamentistas.

Corresponsales han asegurado que a pesar de la presión de Washington, Brasil está dejando claro que tiene intención de mantener lo que considera como un enfoque independiente sobre esta delicada cuestión.

Clinton-Amorim

En ocasión de la apertura de la Conferencia Quinquenal de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) este lunes Clinton se reunió con Amorim, cuyo país es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de ONU.
Aunque no se difundió el contenido de la reunión, durante su intervención frente a los delegados internacionales Amorim dijo que el TNP era "intrínsecamente injusto".
Por su parte, Philip Crowley, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. aseguró el martes que su país esperaba que "los esfuerzos por parte de Turquía, Brasil y otros sean exitosos", al comentar el encuentro entre Clinton y Amorim.

De acuerdo a Crowley, Clinton y Amorim también hablaron de la visita de Lula a Irán prevista para el 15 de mayo.
"Estaremos a la espera de conocer los resultados de ese viaje", aseguró el vocero.
En noviembre, Ahmadinejad se convirtió en el primer presidente de Irán en visitar Brasil. En esa ocasión, Lula defendió el derecho iraní a llevar adelante un programa nuclear civil y urgió a que se alcance un acuerdo "justo y balanceado" con Occidente.

Acuerdo postergado

• El ahora congelado acuerdo de octubre consistitía en que Francia y Rusia se encargarían de enriquecer el uranio que posteriormente Irán emplearía en sus reactores.
• El presidente de Irán se mostró en un primer momento favorable a la propuesta, pero con una serie de condiciones que ni Francia ni Rusia terminaron por aceptar.
• El mandatario pretendía que el intercambio de uranio iraní enriquecido al 3,5% por el francés y ruso enriquecido al 20% fuera simultáneo y no se demorara los "cuatro o cinco meses" que las dos potencias tardarían en procesarlo. La exigencia fue rechazada por Francia y Rusia.

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