Copa Libertadores: Vélez ganó 2-0, pero no le alcanzó para clasificar
Buenos Aires, Agencias
El equipo mexicano Chivas de Guadalajara pasó a los cuartos de final pese a su derrota ante Vélez Sarsfield por 2-0, en Argentina, al defender con acierto y algunos apuros su ventaja de 3-0 en el partido de ida frente a un rival diluido en las imprecisiones de su afán ofensivo.
Vélez dependía de una hazaña tras perder por 3-0 en el encuentro de ida disputado la semana pasada en Jalisco y, a los tres minutos de juego, el camino hacia lo aparentemente imposible se hizo más corto con el tanto que marcó de cabeza el uruguayo Santiago Silva, ante una sorprendida defensa mexicana.
La premisa local se había cumplido. Abrir el marcador de entrada era el objetivo del equipo argentino, que mantuvo sin titubear su plan de ataque, sostenido, insistente y generador de un peligro constante, frenado siempre por el arquero Liborio Sánchez.
El arquero del conjunto de Guadalajara se convirtió en un jugador clave de la primera parte, frente a un rival convertido en una 'tromba', tan peligroso ofensivamente como desordenado en el intento de encarrilar sus necesidades.
Chivas hizo equilibrio entre las urgencias provocadas por los embates locales y la tranquilidad que aportaba el resultado del primer capítulo de la eliminatoria, y centró sus fuerzas en el bloqueo defensivo y la conveniencia de mantener el balón lo más lejos posible de su campo.
Omar Bravo y Omar Arellano, los punteros del conjunto que dirige José Luis Real, tuvieron poco contacto con el balón debido a que no les llegaba el juego y a que eran neutralizados por marcajes múltiples, rápidos y expeditivos.
Al 'Fortín', de todas maneras, le faltó volumen de juego, sobre todo por el mal uso del balón que hicieron Leandro Somoza y Víctor Zapata, pero se las ingenió para arrimarse al gol mediante remates desde la media distancia y centros de Maximiliano Moralez y Gastón Díaz para Silva.
El creativo Maxi Moralez asumió su responsabilidad como organizador de los ataques, pero el uruguayo Hernán Rodrigo López por entonces estuvo intermitente a la hora de capturar rebotes y acompañar a Silva en la pelea dentro del área.
Chivas se defendió con una línea de cinco hombres cuando la pelota la tenía el adversario y aunque no lo hizo de una manera impermeable incomodó a Vélez con su planteo e intentó lastimar de contragolpe soltando mucha gente en cada réplica.
El visitante estuvo a punto de convertir un gol a los 46 minutos de la parte inicial, con un disparo desde 30 metros de Edgard Mejía que se desvió en Nicolás Otamendi y salió al lado del poste izquierdo.
Para dar una idea de la sobresaliente producción de Sánchez sirve una escena del minuto 33 de la primera mitad, porque hubo un córner desde la derecha de Moralez, cabeceó Sebastián Domínguez, Otamendi hizo una tijera dentro del área chica y el arquero evitó la conquista con el rostro, por lo que quedó autrdido durante unos minutos.
Se repitió la formación argentina en ataques de manual, sin sorpresas, con pelotaos que Sánchez neutralizaba sin exigirse demasiado. La situación, entonces, comenzó a complicarse para Vélez, ya que sus nervios entraron en juego y se agudizaron sus imprecisiones.
Al equipo del barrio porteño de Liniers no le alcanzó el entusiasmo, con la garra, y en algunas ocasiones su vértigo en ataque le puso en aprietos al quedar desprotegido en defensa.
En un final épico, el experimentado Rolando Zárate marcó para el Vélez a los 89 minutos y el 2-0 renovaba las esperanzas locales.
Sánchez, el arquero del equipo de Jalisco, completó una actuación notable y se convirtió en la gran figura de un partido que tuvo en vilo a una multitud.
Así, el equipo mexicano chocará en los cuartos de final con el mejor de la serie entre Libertad, de Paraguay, y Once Caldas, de Colombia, que se define el jueves en Asunción. Ambos equipos empataron sin goles en el partido de ida.
Este partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, que comenzó 25 minutos más tarde de los previsto, se disputó en el estadio José Amalfitani, de Vélez Sarsfield, ante 37.000 espectadores.
El equipo mexicano Chivas de Guadalajara pasó a los cuartos de final pese a su derrota ante Vélez Sarsfield por 2-0, en Argentina, al defender con acierto y algunos apuros su ventaja de 3-0 en el partido de ida frente a un rival diluido en las imprecisiones de su afán ofensivo.
Vélez dependía de una hazaña tras perder por 3-0 en el encuentro de ida disputado la semana pasada en Jalisco y, a los tres minutos de juego, el camino hacia lo aparentemente imposible se hizo más corto con el tanto que marcó de cabeza el uruguayo Santiago Silva, ante una sorprendida defensa mexicana.
La premisa local se había cumplido. Abrir el marcador de entrada era el objetivo del equipo argentino, que mantuvo sin titubear su plan de ataque, sostenido, insistente y generador de un peligro constante, frenado siempre por el arquero Liborio Sánchez.
El arquero del conjunto de Guadalajara se convirtió en un jugador clave de la primera parte, frente a un rival convertido en una 'tromba', tan peligroso ofensivamente como desordenado en el intento de encarrilar sus necesidades.
Chivas hizo equilibrio entre las urgencias provocadas por los embates locales y la tranquilidad que aportaba el resultado del primer capítulo de la eliminatoria, y centró sus fuerzas en el bloqueo defensivo y la conveniencia de mantener el balón lo más lejos posible de su campo.
Omar Bravo y Omar Arellano, los punteros del conjunto que dirige José Luis Real, tuvieron poco contacto con el balón debido a que no les llegaba el juego y a que eran neutralizados por marcajes múltiples, rápidos y expeditivos.
Al 'Fortín', de todas maneras, le faltó volumen de juego, sobre todo por el mal uso del balón que hicieron Leandro Somoza y Víctor Zapata, pero se las ingenió para arrimarse al gol mediante remates desde la media distancia y centros de Maximiliano Moralez y Gastón Díaz para Silva.
El creativo Maxi Moralez asumió su responsabilidad como organizador de los ataques, pero el uruguayo Hernán Rodrigo López por entonces estuvo intermitente a la hora de capturar rebotes y acompañar a Silva en la pelea dentro del área.
Chivas se defendió con una línea de cinco hombres cuando la pelota la tenía el adversario y aunque no lo hizo de una manera impermeable incomodó a Vélez con su planteo e intentó lastimar de contragolpe soltando mucha gente en cada réplica.
El visitante estuvo a punto de convertir un gol a los 46 minutos de la parte inicial, con un disparo desde 30 metros de Edgard Mejía que se desvió en Nicolás Otamendi y salió al lado del poste izquierdo.
Para dar una idea de la sobresaliente producción de Sánchez sirve una escena del minuto 33 de la primera mitad, porque hubo un córner desde la derecha de Moralez, cabeceó Sebastián Domínguez, Otamendi hizo una tijera dentro del área chica y el arquero evitó la conquista con el rostro, por lo que quedó autrdido durante unos minutos.
Se repitió la formación argentina en ataques de manual, sin sorpresas, con pelotaos que Sánchez neutralizaba sin exigirse demasiado. La situación, entonces, comenzó a complicarse para Vélez, ya que sus nervios entraron en juego y se agudizaron sus imprecisiones.
Al equipo del barrio porteño de Liniers no le alcanzó el entusiasmo, con la garra, y en algunas ocasiones su vértigo en ataque le puso en aprietos al quedar desprotegido en defensa.
En un final épico, el experimentado Rolando Zárate marcó para el Vélez a los 89 minutos y el 2-0 renovaba las esperanzas locales.
Sánchez, el arquero del equipo de Jalisco, completó una actuación notable y se convirtió en la gran figura de un partido que tuvo en vilo a una multitud.
Así, el equipo mexicano chocará en los cuartos de final con el mejor de la serie entre Libertad, de Paraguay, y Once Caldas, de Colombia, que se define el jueves en Asunción. Ambos equipos empataron sin goles en el partido de ida.
Este partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, que comenzó 25 minutos más tarde de los previsto, se disputó en el estadio José Amalfitani, de Vélez Sarsfield, ante 37.000 espectadores.