Copa Libertadores: Cruzeiro volvió a vencer a Nacional de Uruguay y avanzó cómodo
Montevideo, Agencias
El Cruzeiro formalizó su pase a los cuartos de final de la Copa Santander Libertadores al golear como visitante 3-0 a Nacional de Uruguay, en un partido en el que los brasileños presentaron credenciales serias para llevarse el título.
El resultado global de 6-1, fruto de la victoria que lograron los brasileños en casa por 3-1 la semana pasada, fue un justo reflejo de lo visto sobre el terreno de juego, con un Cruzeiro manejando los tiempos con una defensa sólida y un potente ataque.
Los dirigidos de Adilson Batista se enfrentarán en cuartos al Sao Paulo, que selló su pasaporte al vencer en la ronda de penales a Universitario, luego de un par de empates sin goles en los encuentros de ida y vuelta.
Thiago Ribeiro abrió la cuenta para los brasileños en el minuto 29 y se convirtió en el máximo cañonero del torneo, con 8 conquistas.
Ampliaron la cuenta Diego Renan (m.48) y Gilberto (m.80), con los 'tricolores' ya rendidos y con nueve jugadores sobre el campo tras las expulsiones de Sebastián Coates (m.53) y Gustavo Varela (m.69).
Demasiado consciente de lo que se jugaba, Nacional salió al campo tenso y nervioso y propuso un partido rudo y muy cortado, lo que nunca pareció ser un escollo difícil para Cruzeiro.
Los brasileños, prontos para el contragolpe, anunciaron su enorme capacidad ofensiva con un soberbio disparo en el minuto 8 de Henrique, que se estrelló en el travesaño del arco y enmudeció a todo el estadio.
La tozudez de los uruguayos parecía no dar muchos frutos, pese a gozar de una mayor posesión de la pelota, mientras que los de Cruzeiro, cuando trenzaban un par de pases seguidos abrían un enorme boquete en la defensa local.
Y así, en una jugada que comenzó con un garrafal error de Sebastián Coates, Thiago Ribeiro forzó una falta al borde del área que él mismo se encargó de ejecutar de forma magistral para adelantar a los brasileños.
El golpe fue desolador para los intereses de Nacional. Ansioso, confundido y falto de ideas para remontar la eliminatoria, el dueño de casa se hundió y cedió la pelota a su rival, que tranquilo y relajado se dedicó a disfrutar de sus mejores momentos, mucho más cerca de anotar el segundo que de recibir el empate.
Esa situación quedó patente en el arranque de la segunda mitad, cuando el arquero Rodrigo Muñoz se lució para despejar un nuevo remate de Ribeiro.
La eliminatoria quedó sentenciada minutos después, cuando Diego Renan corrió al contraataque y campó a sus anchas entre la floja defensa uruguaya para batir a Muñoz desde fuera del área en el minuto 48.
Con un jugador menos cada equipo por la expulsión de Coates y del brasileño Leonardo Silva tras una trifulca en el área de Cruzeiro (m.53), las líneas se abrieron un poco más, pero Nacional siguió sin saber que hacer mientras los brasileños administraban su enorme renta.
El gol de Gilberto, con Nacional con 9 jugadores tras la expulsión de Gustavo Varela, solo sirvió para ratificar la obvia superioridad de Cruzeiro en la eliminatoria.
Este partido revancha de octavos de final se jugó en el Parque Central de Montevideo, frente a 30.000 espectadores.
El Cruzeiro formalizó su pase a los cuartos de final de la Copa Santander Libertadores al golear como visitante 3-0 a Nacional de Uruguay, en un partido en el que los brasileños presentaron credenciales serias para llevarse el título.
El resultado global de 6-1, fruto de la victoria que lograron los brasileños en casa por 3-1 la semana pasada, fue un justo reflejo de lo visto sobre el terreno de juego, con un Cruzeiro manejando los tiempos con una defensa sólida y un potente ataque.
Los dirigidos de Adilson Batista se enfrentarán en cuartos al Sao Paulo, que selló su pasaporte al vencer en la ronda de penales a Universitario, luego de un par de empates sin goles en los encuentros de ida y vuelta.
Thiago Ribeiro abrió la cuenta para los brasileños en el minuto 29 y se convirtió en el máximo cañonero del torneo, con 8 conquistas.
Ampliaron la cuenta Diego Renan (m.48) y Gilberto (m.80), con los 'tricolores' ya rendidos y con nueve jugadores sobre el campo tras las expulsiones de Sebastián Coates (m.53) y Gustavo Varela (m.69).
Demasiado consciente de lo que se jugaba, Nacional salió al campo tenso y nervioso y propuso un partido rudo y muy cortado, lo que nunca pareció ser un escollo difícil para Cruzeiro.
Los brasileños, prontos para el contragolpe, anunciaron su enorme capacidad ofensiva con un soberbio disparo en el minuto 8 de Henrique, que se estrelló en el travesaño del arco y enmudeció a todo el estadio.
La tozudez de los uruguayos parecía no dar muchos frutos, pese a gozar de una mayor posesión de la pelota, mientras que los de Cruzeiro, cuando trenzaban un par de pases seguidos abrían un enorme boquete en la defensa local.
Y así, en una jugada que comenzó con un garrafal error de Sebastián Coates, Thiago Ribeiro forzó una falta al borde del área que él mismo se encargó de ejecutar de forma magistral para adelantar a los brasileños.
El golpe fue desolador para los intereses de Nacional. Ansioso, confundido y falto de ideas para remontar la eliminatoria, el dueño de casa se hundió y cedió la pelota a su rival, que tranquilo y relajado se dedicó a disfrutar de sus mejores momentos, mucho más cerca de anotar el segundo que de recibir el empate.
Esa situación quedó patente en el arranque de la segunda mitad, cuando el arquero Rodrigo Muñoz se lució para despejar un nuevo remate de Ribeiro.
La eliminatoria quedó sentenciada minutos después, cuando Diego Renan corrió al contraataque y campó a sus anchas entre la floja defensa uruguaya para batir a Muñoz desde fuera del área en el minuto 48.
Con un jugador menos cada equipo por la expulsión de Coates y del brasileño Leonardo Silva tras una trifulca en el área de Cruzeiro (m.53), las líneas se abrieron un poco más, pero Nacional siguió sin saber que hacer mientras los brasileños administraban su enorme renta.
El gol de Gilberto, con Nacional con 9 jugadores tras la expulsión de Gustavo Varela, solo sirvió para ratificar la obvia superioridad de Cruzeiro en la eliminatoria.
Este partido revancha de octavos de final se jugó en el Parque Central de Montevideo, frente a 30.000 espectadores.