China se compromete a trabajar para resolver la crisis de Corea
Redacción BBC Mundo
Los gobiernos de China, Japón y Corea del Sur acordaron trabajar juntos para intentar resolver la crisis provocada por el hundimiento de un navío de guerra surcoreano en marzo pasado. Pero a pesar de las presiones de Seúl, Pekín no condenó públicamente a Corea del Norte por el incidente.
Al final de una cumbre de tres días, celebrada en la isla surcoreana de Juju, los líderes de los tres países declararon que el incidente representaba una amenaza para la paz y estabilidad de la región.
En una rueda de prensa al final de la cumbre el primer ministro chino, Wen Jiabao, afirmó que evitar un conflicto entre las dos Coreas era "sumamente urgente".
Pero se abstuvo de responsabilizar por el ataque al gobierno de Pyongyang, al que no mencionó directamente siquiera una vez.
Amparada por un informe de una comisión internacional, Corea del Sur afirma que un torpedo norcoreano causó el hundimiento de la corbeta "Chenoan" y con ello la muerte de 46 marineros.
Corea del Norte rechaza las acusaciones y acusa a Seúl de fabricar el ataque.
En tanto, en Pyongyang -la capital norcoreana- se realizó un acto donde decenas de miles de personas acusaron a las autoridades surcoreanas de "marionetas locas y belicistas".
"Reducir las tensiones"
"La tarea más urgente en estos momentos es la de manejar adecuadamente los problemas causados por el incidente del Chenoan, reducir las tensiones gradualmente y evitar posibles conflictos", dijo Wen.
"China va a continuar trabajando con todos los países, negociando agresivamente y cooperando para cumplir con nuestra misión de mantener la paz y la estabilidad en la región", agregó.
Según el corresponsal de la BBC en Seúl, John Sudworth, la cumbre de Juju debía haberse centrado en asuntos comerciales, pero el hundimiento del "Chenoan" terminó acaparando la atención.
Y esto, afirma Sudworth, puede interpretarse como indicativo de un cambio en la balanza de poder en la región, y especialmente dentro de la misma China.
China es el principal socio comercial de Corea del Norte y un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Corea del Sur pretende presentar el caso.
En el pasado, el gigante asiático -que tiene poder de veto dentro del Consejo- se ha mostrado renuente a emplear ese foro para dictar medidas en contra de Corea del Norte, pues cree que eso podría desestabilizar al régimen y desencadenar una migración masiva hacia su territorio.
Pero si China eventualmente acepta que Corea del Norte es responsable por el incidente, estaría indicando que ya empieza a considerar al actual gobierno de Pyongyang un problema, más que un aliado de utilidad, explicó Sudworth.
El lunes el primer ministro Wen viaja a China para continuar conversaciones con su homólogo japonés, Yukio Hatoyama, quien también estuvo en la isla de Jeju.
Japón sí ha responsabilizado al gobierno de Corea del Norte por el hundimiento y recientemente anunció el endurecimiento de sanciones en contra de Pyongyang.
Los gobiernos de China, Japón y Corea del Sur acordaron trabajar juntos para intentar resolver la crisis provocada por el hundimiento de un navío de guerra surcoreano en marzo pasado. Pero a pesar de las presiones de Seúl, Pekín no condenó públicamente a Corea del Norte por el incidente.
Al final de una cumbre de tres días, celebrada en la isla surcoreana de Juju, los líderes de los tres países declararon que el incidente representaba una amenaza para la paz y estabilidad de la región.
En una rueda de prensa al final de la cumbre el primer ministro chino, Wen Jiabao, afirmó que evitar un conflicto entre las dos Coreas era "sumamente urgente".
Pero se abstuvo de responsabilizar por el ataque al gobierno de Pyongyang, al que no mencionó directamente siquiera una vez.
Amparada por un informe de una comisión internacional, Corea del Sur afirma que un torpedo norcoreano causó el hundimiento de la corbeta "Chenoan" y con ello la muerte de 46 marineros.
Corea del Norte rechaza las acusaciones y acusa a Seúl de fabricar el ataque.
En tanto, en Pyongyang -la capital norcoreana- se realizó un acto donde decenas de miles de personas acusaron a las autoridades surcoreanas de "marionetas locas y belicistas".
"Reducir las tensiones"
"La tarea más urgente en estos momentos es la de manejar adecuadamente los problemas causados por el incidente del Chenoan, reducir las tensiones gradualmente y evitar posibles conflictos", dijo Wen.
"China va a continuar trabajando con todos los países, negociando agresivamente y cooperando para cumplir con nuestra misión de mantener la paz y la estabilidad en la región", agregó.
Según el corresponsal de la BBC en Seúl, John Sudworth, la cumbre de Juju debía haberse centrado en asuntos comerciales, pero el hundimiento del "Chenoan" terminó acaparando la atención.
Y esto, afirma Sudworth, puede interpretarse como indicativo de un cambio en la balanza de poder en la región, y especialmente dentro de la misma China.
China es el principal socio comercial de Corea del Norte y un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Corea del Sur pretende presentar el caso.
En el pasado, el gigante asiático -que tiene poder de veto dentro del Consejo- se ha mostrado renuente a emplear ese foro para dictar medidas en contra de Corea del Norte, pues cree que eso podría desestabilizar al régimen y desencadenar una migración masiva hacia su territorio.
Pero si China eventualmente acepta que Corea del Norte es responsable por el incidente, estaría indicando que ya empieza a considerar al actual gobierno de Pyongyang un problema, más que un aliado de utilidad, explicó Sudworth.
El lunes el primer ministro Wen viaja a China para continuar conversaciones con su homólogo japonés, Yukio Hatoyama, quien también estuvo en la isla de Jeju.
Japón sí ha responsabilizado al gobierno de Corea del Norte por el hundimiento y recientemente anunció el endurecimiento de sanciones en contra de Pyongyang.