Canelas Ugalde llega para asumir Consulado General de Chile en La Paz

La Paz, Abi
El nuevo cónsul general de Chile en Bolivia, Jorge Canelas Ugalde, llegó el viernes a La Paz, dos meses después de designado en el cargo por el presidente de su país Sebastián Piñera, confirmaron a la ABI fuentes diplomáticas y de la oficina de aeronavegación.

Canelas Ugalde, que llegó a La Paz hacia las 9h50 locales, procedente de Santiago, reemplaza al embajador Ricardo Herrera, designado por la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien dejó el puesto en marzo pasado.

Diplomático de carrera, y con lazos cognados con una tradicional familia de la ciudad boliviana de Cochabamba, el nuevo Cónsul General de Chile asumirá sus funciones el lunes, según la fuente.

Canelas Ugalde viene de ejercer la Embajada de Chile en Vietnam, cargo que desempeñó por encargo de la administración Bachelet, predecesora de Piñera.

Nieto de boliviano nacido y educado en Chile, Canelas llega a Bolivia después de enfrentar a diputados de la opositora Democracia Cristiana que lo convocaron a explicar ante la Comisión de Relaciones Exteriores de su país una frase poco feliz en que desdeñó la relación bilateral con Bolivia en un escrito en 2000 y que saltó en la prensa de su país apenas Piñera le fijó la misión en La Paz.

"Ese fue un correo privado que se envió hace más de 10 años y el nuevo Cónsul tiene una carrera diplomática muy larga y muy reconocida, lo defendió a la sazón la vocera de Gobierno de Piñera, Ena Von Baer.

Santiago aclaró, a renglón seguido, que la frase correspondía a una situación puntual en la relación bilateral y que no fue de de la autoría de Canelas Ugalde.

Canelas Ugalde asumirá la representación de la cancillería chilena en La Paz en un momento de distensión entre el Palacio Quemado y La Moneda, signado por promisorios encuentros recientes entre Piñera y su par boliviano Evo Morales.

En el último de ellos, Piñera pidió a su homólogo boliviano retomar el tratamiento de la Agenda de 13 puntos, que comporta el secular reclamo boliviano de una salida soberana al mar, desacelerado hace, más menos, un semestre, por el cambio de gobierno en Chile que se registró el 11 de marzo, pero también a causa del megaterremoto que destruyó en centro sur chileno dos semanas antes.

"En la reunión de Madrid aprovechamos para conversar con el Presidente de Chile. En esta reunión el Presidente (Piñera) me dijo que debemos retomar nuestras conversaciones (sobre la base de ese entendimiento trabado por Morales y Bachelet) y le dije que no quería molestarle porque tenían el problema del terremoto", destacó Morales durante una entrevista en la radio y televisión estatales hace seis días.

Morales y Piñera coincidieron en Madrid, sede de la VI Cumbre Europa-Latinoamérica.

De acuerdo con Morales, que el 11 de marzo pasado asistió a la investidura de Piñera, con el que animó hasta un partido de fútbol en Santiago, el mandatario chileno le refirió su interés en reanudar el diálogo bilateral.

"El dijo avancemos sobre los 13 puntos firmados de Cancillería a Cancillería", destacó el jefe de Estado boliviano, apenas retornó de su gira de 6 días que le llevó por Ciudad del Vaticano, España, Noruega y Finlandia.

La decisión de Piñera, de reanudar el diálogo bilateral, que además comporta una definición sobre las aguas manantiales del Silala, que nacidas en el suroccidente del territorio boliviano abastecen, merced a un acuerdo de derecho internacional privado suscripto en 1908 entre la Prefectura de Potosí y una empresa de ferrocarriles de la región de Antofagasta, parecía reactivar el mejor momento, en décadas, de la relación bilateral, marcada a fe y fuego por el centenario reclamo boliviano de una salida soberana al mar Pacífico, que registra la historia común de ambos países.

Bachelet, predecesora de Piñera, y Morales han entablado, entre 2006 y 2009, el diálogo más fructífero en la historia de Bolivia y Chile.

La Paz y Santiago han construido entre 2006 y 2009 una relación de "confianza mutua" y la piedra miliar de ésta se patenta en la agenda de 13 puntos que discuten sin prisas ni pausas y que incluye por primera vez la reivindicación marítima de Bolivia.

La Paz y Santiago han mejorado en el último tiempo sustancialmente su relación, reducida, desde 1989, a un intercambio comercial, favorable, en una proporción de 9 a 1, a Chile y ahora signada por inéditos intercambios en el área militar, en la educación y la tecnología y también en el campo político, preñada de viajes de misiones parlamentarias de uno y otro lado.

Por primera vez en la historia bilateral, La Moneda (sede del gobierno chileno) se avino a discutir sin remilgos el reclamo marítimo boliviano en 2006, pese a fundar sus argumentos en el carácter irretroactivo del Tratado de paz y límites de 1904.

Bolivia y Chile carecen de relaciones diplomáticas desde 1962, cuando Chile desvío unilateralmente el Río Lauca, de curso internacional, para alimentar sembríos en la puna de Atacama.

Bolivia carece de acceso al mar Pacífico desde 1879, cuando, en alianza con Perú, enfrentó militarmente a Chile.

En la denominada guerra del Pacífico (1879-83), Bolivia perdió 400 km lineales de costa y 120.000 km cuadrados de territorios en la puna del Atacama, a favor de Chile.

Bolivia demanda desde 1904, cuando suscribió un Tratado de Paz y Límites, que selló su enclaustramiento geográfico, la reposición de una salida a marítima, por vía de un corredor soberano en el límite septentrional de Chile y la frontera sur de Perú.

El contencioso marítimo planteado por Perú en 2009, por el control de 100.000 km de aguas marítimas, ha frenado en seco la negociación boliviano chilena.

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