Borghi quiere a Riquelme y Palermo en Boca

Buenos Aires, Olé
No está cerrado, es verdad. En los papeles, no. Pero interiormente sabe Claudio Borghi que se viene Boca. Se juntó con Jorge Ameal y el presidente ahora se reunirá con la CD para decidir oficialmente lo que está decidido. Ya es el Bichi Boca y, en el programa Un Buen Momento de La Red, después de ver el partido de All Boys, ya más tranquilo, se animó al uno por uno...

A imaginarse su nuevo equipo. ya de arranque nomás contó que a Ameal le planteó cuál es su estilo de juego: "Porque históricamente Boca jugó con cuatro atrás y yo lo hago con tres defensores. Pero por suerte tendría tiempo para trabajar, porque un técnico siempre llega en momentos de cambio, el técnico es un manejador de crisis". De nombres propios, le preguntaron por Riquelme y Palermo: "Si es por mí, los quiero a los dos", dijo, tajante. Y del 10, operado y con dos meses mínimo de recuperación, comentó que "sería bueno tener otra alternativa más allá de que no hay otro como él porque si no Boca es muy distinto sin él. No nos tenemos que ir de alguien que piense parecido".

El Bichi repitió que no le confirmaron que será el DT "pero ya conocí al presidente y me dijo que lo iba a hablar con la CD. Yo no sé cómo lo definen, pero ahora se acortan los tiempos, lógico, porque tengo que definir cosas". Ya se siente en el banco de la Boca como local y hasta habló de nombres propios: "A mí Jesús (Méndez) me gusta como 5 clásico, más allá de que puede jugar por afuera, como lo hizo cuando lo enfrentamos". Se encargó de remarcar que Pompei viene haciendo un gran trabajo y comentó que "de carrilero por izquierda puede ir Monzón, me agrada pero hay que tranquilizarlo un poco". De Battaglia, contó que "el presidente me dijo que está muy bien, no sé más que eso".

¿Refuerzos? "No puedo pedir todavía". Le preguntaron por Clemente y lo elogió. También a Caruzzo: "Está acostumbrado a la línea de 3, sabe muy bien qué riesgos se corren". Y a Insaurralde, de Newell's, otro de los que interesan.

Ah, siguiendo con Palermo-Riquelme, hasta se refirió a esas viejas internas: "El entrenador debe tener las armas para encarrilar todo. Acá es cuestión de honestidad y buena fe. pero de afuera es fácil hablar. Hay que estar ahí y ver, quizás es menos grave de lo que se habla o quizás más". Está listo el Bichi.