Bolivia estrena régimen de autonomías departamentales, regionales e indígenas

Sucre, Abi
El régimen de las autonomías departamentales se estrenaba el domingo en Bolivia tras 185 años de centralismo con la investidura de los primeros gobernadores departamentales que serán juramentados por el presidente Evo Morales en Sucre, capital legal del país andino.

Merced a la vigencia reciente de la Ley Transitoria para el Funcionamiento Entidades Territoriales Autónomas (LTFETA), los gobernadores Rubén Costas (Santa Cruz), César Cocarico (La Paz), Edmundo Novillo (Cochabamba), Esteban Urquizo (Chuquisaca), Ernesto Suárez (Beni), Luis Flores (Pando), Mario Cossio (Tarija), Santos (Oruro) y Félix González (Potosí) jurarán el domingo en la Casa de la Libertad, cuna de la independencia de Bolivia en 1825.

La autonomía, caro anhelo de algunas regiones bolivianas desde mediados del siglo XIX, cobrará estado en lugar de un secante modelo centralista, sin prescindir de su raíz unitarista y presidencialista.

El régimen autonómico que comienza a regir está contemplado en la Constitución vigente desde febrero de 2009.

En los hechos, la autonomía departamental, regional e indígena, que homologa asimismo el régimen preexistente de independencia administrativa y política en las 337 alcaldías bolivianas, regirá desde el 22 de julio, cuando se promulgue la Ley Marco que dotará a las asambleas departamentales la facultad de legislar.

Homologadas por la carta política vigente desde febrero de 2009, las autonomías establecen un novísimo régimen de independencia política y administrativa en los nueve departamentos bolivianos que no implica soberanía y menos desmarque de las facultades y atributos ejercidos por el Estado que representa poderes unitarios encarnados en el Presidente.

Se trata de un caro anhelo que tiene una data en Bolivia de casi 150 años en que diversos administraciones en sus contextos históricos jugaron por implantarla.

Aunque no una autonomía propiamente dicha, el más significativo tuvo espacio entre 1930 y 1932, cuando el presidente a la sazón, Daniel Salamanca, que la galvanizó desde su puesto de diputado por Cochabamba debió vetar su propia ley de descentralización al estallar los horrores de la guerra del Chaco.

Los sistemáticos intentos por instituir un régimen de autonomías en Bolivia abortaron ante el temor de promover una balcanización del país, diverso en el orden cultural y emplazado en 7 zonas fisiográficas, que van desde las alturas de los Andes, en el oeste, hasta el escudo Brasileño, en el oriente.

La LTFET promulgada el martes por Morales está orientada a permitir una transición ordenada de las antiguas prefecturas a los nuevos gobiernos autónomos departamentales, municipales e indígenas.

También a combatir la corrupción de las autoridades subnacionales electas y hasta prevé la suspensión y, dado casos comprobados, la revocación de mandato en caso que incurran en actos contra el erario público.

De acuerdo con el vicepresidente Alvaro García Linera, la LTFETA, de 20 artículos, "protege los recursos departamentales de pícaros y ladrones".

Morales calificó de histórico el acontecimiento y destacó que su país transita de un régimen a otro en paz y de forma democrática.

"Bolivia lleva adelante una profunda revolución democrática sin utilizar armas, balas y guerrillas y sí la conciencia social y el voto del pueblo", dijo el sábado en Cochabamba.

El Mandatario se reunió con los gobernadores electos de los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Pando, postulados por su Movimiento al Socialismo en las elecciones regionales del pasado 4 de abril.

Morales dijo que el proceso de cambio que vive Bolivia es visto con admiración y expectativa en el extranjero.

Expresó su sorpresa por el avance desarrollado los últimos años en el proceso de transformaciones sociales que han permitido incorporar en las decisiones a pueblos que en el pasado estaban excluidos y sumidos en el olvido por el Estado.

En Bolivia, conocida allende sus fronteras sólo por aymaras, quechuas y guaraníes, coexisten 36 naciones originarias, reconocidas por la carta política vigente y que merced a las transformaciones sociales desde 2006 conforman ahora entes de decisión política y autodeterminación.

Morales mencionó los casos de los pueblos chipaya, yuracaré, guaraní y otros que ahora cuentan con sus representantes en los gobiernos departamentales y regionales y también en el en el Ejecutivo.

Las autonomías posibilitarán una mayor presencia del Estado en cada una de las regiones, principalmente en aquéllas alejadas del eje troncal, conformado por La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

"Se acabaron los tiempos en los que la política solamente podrían ejercerla aquellos que tienen poder económico. Hoy, las autoridades electas son representantes del pueblo y se deben a él", destacó el mandatario indígenas de izquierdas.

Por su lado García Linera exaltó que la implantación de las autonomías departamentales, regionales e indígenas representan "una gran revolución" que cierra un ciclo de 185 años de centralismo en Bolivia.

"Tanto o más significativa para la vida política nacional que la Constitución del Estado Plurinacional que acaba con la secular vigencia del racismo", afirmó.

"Desde el día lunes tendremos departamentos autonómicos que fue una demanda desde la propia fundación del Estado, una demanda de las regiones, una demanda de los pueblos, para tener una mayor cercanía con las autoridades", subrayó.

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