Boca derrumbó el sueño de Independiente al vencer por 3-2
Buenos Aires, Agencias
Boca Juniors logró en Avellaneda un celebrado triunfo por 3-2 sobre Independiente, en un clásico que no tuvo un buen juego elaborado de parte de los equipos, pero a modo de compensación sobraron las alternativas cambiantes y la vibración.
El fundamento principal de la diferencia de Boca hay que buscarlo en la mayor serenidad que tuvieron los hombres de Roberto Pompei, quienes sacaron ventaja cuando tuvieron la oportunidad y que luego la sostuvieron con un medio juego muy aguerrido en el que sobresalió la entrega del chileno Gary Medel.
Independiente nunca encontró el orden que le permitiera atacar con claridad y se expuso demasiado en el segundo tiempo, cuando no podía más que arriesgarlo todo y, aunque arrimó sobre el final, se quedó con las manos vacías porque a la hora de la definiciones le faltó fútbol.
Con este resultado, el cuadro rojo quedó a cinco puntos del líder Estudiantes de La Plata, y se le complica pelear por el título porque sólo restan seis unidades por jugar.
Independiente salió a jugar con mucho fervor, pero le faltó orden en ataque. La primera llegada le correspondió a Boca en el minuto 6, cuando Martín Palermo recibió de Nicolás Gaitán y remató muy débil facilitando la contención del arquero Adrián Gabbarini.
A los 9, estuvo cerca del gol Darío Gandín, pero su remate rebotó en el paraguayo Claudio Morel Rodríguez y se perdió en el córner, en un momento del partido en que Boca se mostraba más prolijo, ya que hacía circular mejor la pelota en campo rival, mientras que el cuadro local perdía el esférico con facilidad.
Empezó a mejorar Indepediente cuando descubrió las facilidades que le ofrecían por el sector derecho de la defensa rival, en el lugar de Hugo Ibarra, quien perdió con Federico Mancuello. A los 26, fue Leonel Núñez el que apareció por esa zona y su zurdazo salió desviado, pero el equipo rojo venía creciendo y a la media hora encontró el gol en una muy buena acción individual de Lucas Mareque, lateral que apareció por derecha, dejó atrás a Morel Rodríguez y tocó hacia el medio para que Ignacio Piatti venciera a Javier García.
No duró demasiado la diferencia porque a los 32, Boca volvió a juntar mucha gente en ataque y Gaitán, quien recibió de Juan Román Riquelme, tocó hacia la izquierda por donde Fabián Monzón, a la carrera, sacó un fuerte zurdazo bajo que venció a Gabbarini. Pasó al frente el visitante a los 38, con un raro gol, ya que Riquelme ejecutó un córner desde la izquierda, Néstor Andrés Silvera rechazó para arriba, Gabbarini salió a buscarla, se molestó con su compañero, lo cual fue aprovechado por Palermo, quien hasta ahí no había acertado ninguna y que de una posición incómoda alcanzó a meter la cabeza para establecer el 2-1.
A los 41 Independiente estuvo cerca, otra vez por el lugar del campo donde mejor le iba, y Mancuello remató a la parte externa de la red.
En la segunda parte, Boca estuvo más aplomado e Independiente se aceleró demasiado en busca de igualar el marcador. Cuando ingresó Federico González, Independiente ya tenía tres delanteros de punta en el área, pero chocó mucho y se repitió en jugadas que terminaron por el medio, facilitando el retroceso de la defensa rival.
Entre las mejores oportunidades del cuadro local se cuentan una mediavuelta de Silvera, con remate de zurda que contuvo García, un cabezazo del mismo delantero por arriba del travesaño y un reamte de Leonel Núñez, el que más probó, desviado con esfuerzo por el arquero de Boca.
El visitante estaba en contramano al partido, enrededado y cayendo en posición adelantada, hasta que, a los 42, Pablo Mouche encaró desde la derecha al medio y sacó un formidable zurdazo para poner el partido por 3-1.
De inmediato, el atacante se fue expulsado por una seguida doble amarilla, por sacarse la camiseta y luego hacerle gestos la platea local, y le puso suspenso al final del juego.
Ya en tiempo agregado, una mano de Medel en el área permitió que Núñez de penal ajustara la diferencia, pero Boca sostuvo el resultado y volvió a triunfar de visitante después de mucho tiempo.
Boca Juniors logró en Avellaneda un celebrado triunfo por 3-2 sobre Independiente, en un clásico que no tuvo un buen juego elaborado de parte de los equipos, pero a modo de compensación sobraron las alternativas cambiantes y la vibración.
El fundamento principal de la diferencia de Boca hay que buscarlo en la mayor serenidad que tuvieron los hombres de Roberto Pompei, quienes sacaron ventaja cuando tuvieron la oportunidad y que luego la sostuvieron con un medio juego muy aguerrido en el que sobresalió la entrega del chileno Gary Medel.
Independiente nunca encontró el orden que le permitiera atacar con claridad y se expuso demasiado en el segundo tiempo, cuando no podía más que arriesgarlo todo y, aunque arrimó sobre el final, se quedó con las manos vacías porque a la hora de la definiciones le faltó fútbol.
Con este resultado, el cuadro rojo quedó a cinco puntos del líder Estudiantes de La Plata, y se le complica pelear por el título porque sólo restan seis unidades por jugar.
Independiente salió a jugar con mucho fervor, pero le faltó orden en ataque. La primera llegada le correspondió a Boca en el minuto 6, cuando Martín Palermo recibió de Nicolás Gaitán y remató muy débil facilitando la contención del arquero Adrián Gabbarini.
A los 9, estuvo cerca del gol Darío Gandín, pero su remate rebotó en el paraguayo Claudio Morel Rodríguez y se perdió en el córner, en un momento del partido en que Boca se mostraba más prolijo, ya que hacía circular mejor la pelota en campo rival, mientras que el cuadro local perdía el esférico con facilidad.
Empezó a mejorar Indepediente cuando descubrió las facilidades que le ofrecían por el sector derecho de la defensa rival, en el lugar de Hugo Ibarra, quien perdió con Federico Mancuello. A los 26, fue Leonel Núñez el que apareció por esa zona y su zurdazo salió desviado, pero el equipo rojo venía creciendo y a la media hora encontró el gol en una muy buena acción individual de Lucas Mareque, lateral que apareció por derecha, dejó atrás a Morel Rodríguez y tocó hacia el medio para que Ignacio Piatti venciera a Javier García.
No duró demasiado la diferencia porque a los 32, Boca volvió a juntar mucha gente en ataque y Gaitán, quien recibió de Juan Román Riquelme, tocó hacia la izquierda por donde Fabián Monzón, a la carrera, sacó un fuerte zurdazo bajo que venció a Gabbarini. Pasó al frente el visitante a los 38, con un raro gol, ya que Riquelme ejecutó un córner desde la izquierda, Néstor Andrés Silvera rechazó para arriba, Gabbarini salió a buscarla, se molestó con su compañero, lo cual fue aprovechado por Palermo, quien hasta ahí no había acertado ninguna y que de una posición incómoda alcanzó a meter la cabeza para establecer el 2-1.
A los 41 Independiente estuvo cerca, otra vez por el lugar del campo donde mejor le iba, y Mancuello remató a la parte externa de la red.
En la segunda parte, Boca estuvo más aplomado e Independiente se aceleró demasiado en busca de igualar el marcador. Cuando ingresó Federico González, Independiente ya tenía tres delanteros de punta en el área, pero chocó mucho y se repitió en jugadas que terminaron por el medio, facilitando el retroceso de la defensa rival.
Entre las mejores oportunidades del cuadro local se cuentan una mediavuelta de Silvera, con remate de zurda que contuvo García, un cabezazo del mismo delantero por arriba del travesaño y un reamte de Leonel Núñez, el que más probó, desviado con esfuerzo por el arquero de Boca.
El visitante estaba en contramano al partido, enrededado y cayendo en posición adelantada, hasta que, a los 42, Pablo Mouche encaró desde la derecha al medio y sacó un formidable zurdazo para poner el partido por 3-1.
De inmediato, el atacante se fue expulsado por una seguida doble amarilla, por sacarse la camiseta y luego hacerle gestos la platea local, y le puso suspenso al final del juego.
Ya en tiempo agregado, una mano de Medel en el área permitió que Núñez de penal ajustara la diferencia, pero Boca sostuvo el resultado y volvió a triunfar de visitante después de mucho tiempo.