Baltasar Garzón: "Afronto la situación con la tranquilidad de saber que soy inocente"
Mónica Cebeiro, El País
"No se afrontan las situaciones complejas con optimismo, sino con tranquilidad, con la tranquilidad que da saber que soy inocente de lo que se me acusa. Como hombre respetuoso con la ley, sólo me queda asumir la decisión de mañana ejerciendo mi defensa para que quede absolutamente clara cuál es la situación". Así se ha despedido el juez Baltasar Garzón, ante las preguntas de los periodistas, del acto de esta noche en la Casa de América de Madrid, probablemente su última intervención como juez en activo si finalmente el Consejo General del Poder Judicial lo suspende mañana de sus funciones, una vez que el magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela ha decretado la apertura de juicio oral por haber investigado los crímenes del franquismo y la dictadura.
Garzón acudía a un diálogo con el juez argentino Daniel Rafecas sobre las víctimas judías de la dictadura militar de ese país, organizada por la Casa Sefarad, y su colega le ha dedicado entera la primera intervención. "Esta fecha, este día, fue previsto hace mucho. Pero el destino quiso que fuera en un día muy difícil para el juez. Argentina, en este momento, está con usted", ha dicho.
Rafecas ha hablado de la situación en España relacionándola con Argentina. "Allí se escuchaban las mismas cosas que aquí: ¿Por qué se van a reabrir las heridas? Hay que olvidarse. Están todos muertos". Ha defendido la necesaria batalla legal y judicial contra la impunidad y ha añadido que la grieta para juzgar la dictadura argentina la abrió "un juez muy valiente que actuó cuando nadie actuaba y que se llama Baltasar Garzón".
"No sigas por ahí, que me voy a emocionar", ha respondido el magistrado español, que había sido recibido en pie y con una larga ovación en la sala. "Es un momento delicado, pero la vida tiene muchos momentos delicados".
Entre las víctimas del franquismo había ambiente de prefuneral. "Es el último acompañamiento que le podemos hacer al juez en activo y aquí estamos", decía Fausto Canales, hijo de un fusilado. "Lo que está pasando es una vendetta, algo anómalo, aberrante. Mañana iremos a manifestarnos. Pero ya será tarde. Ya habrán conseguido echarlo". Lo habían recibido con caretas con el rostro del magistrado que acabaron quitándose para no perjudicarle, a petición de los organizadores.
"El olvido pertenece sólo a aquellos que quieren olvidar. Cuando se quiere imponer, produce unas condiciones desastrosas", ha dicho sobre la impunidad Garzón, quien ha pasado los últimos 22 años, dos meses y 27 días en la Audiencia Nacional y que bajará mañana previsiblemente por última vez sus escalones.
"No se afrontan las situaciones complejas con optimismo, sino con tranquilidad, con la tranquilidad que da saber que soy inocente de lo que se me acusa. Como hombre respetuoso con la ley, sólo me queda asumir la decisión de mañana ejerciendo mi defensa para que quede absolutamente clara cuál es la situación". Así se ha despedido el juez Baltasar Garzón, ante las preguntas de los periodistas, del acto de esta noche en la Casa de América de Madrid, probablemente su última intervención como juez en activo si finalmente el Consejo General del Poder Judicial lo suspende mañana de sus funciones, una vez que el magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela ha decretado la apertura de juicio oral por haber investigado los crímenes del franquismo y la dictadura.
Garzón acudía a un diálogo con el juez argentino Daniel Rafecas sobre las víctimas judías de la dictadura militar de ese país, organizada por la Casa Sefarad, y su colega le ha dedicado entera la primera intervención. "Esta fecha, este día, fue previsto hace mucho. Pero el destino quiso que fuera en un día muy difícil para el juez. Argentina, en este momento, está con usted", ha dicho.
Rafecas ha hablado de la situación en España relacionándola con Argentina. "Allí se escuchaban las mismas cosas que aquí: ¿Por qué se van a reabrir las heridas? Hay que olvidarse. Están todos muertos". Ha defendido la necesaria batalla legal y judicial contra la impunidad y ha añadido que la grieta para juzgar la dictadura argentina la abrió "un juez muy valiente que actuó cuando nadie actuaba y que se llama Baltasar Garzón".
"No sigas por ahí, que me voy a emocionar", ha respondido el magistrado español, que había sido recibido en pie y con una larga ovación en la sala. "Es un momento delicado, pero la vida tiene muchos momentos delicados".
Entre las víctimas del franquismo había ambiente de prefuneral. "Es el último acompañamiento que le podemos hacer al juez en activo y aquí estamos", decía Fausto Canales, hijo de un fusilado. "Lo que está pasando es una vendetta, algo anómalo, aberrante. Mañana iremos a manifestarnos. Pero ya será tarde. Ya habrán conseguido echarlo". Lo habían recibido con caretas con el rostro del magistrado que acabaron quitándose para no perjudicarle, a petición de los organizadores.
"El olvido pertenece sólo a aquellos que quieren olvidar. Cuando se quiere imponer, produce unas condiciones desastrosas", ha dicho sobre la impunidad Garzón, quien ha pasado los últimos 22 años, dos meses y 27 días en la Audiencia Nacional y que bajará mañana previsiblemente por última vez sus escalones.