Atlético: del infierno a la gloria en diez años

Madrid, As
Un silencio sepulcral se hace en el Carlos Tartiere la tarde del 7 de mayo de 2000, justo hoy hace diez años. Faltan diez minutos para las ocho de la tarde y Prados García pita el final del partido. El Atlético es equipo de Segunda División. No bajaba desde la temporada 35-36, aunque no llegó a jugar por la Guerra Civil. En el Tartiere no se oye ni un ruido. Sólo los lloros y lamentos de una afición que no entiende lo que ha sucedido. Diez años después los lloros son por otro motivo. Son de emoción, ya que el Atlético va a disputar dos finales consecutivas. Una de Europa y otra de Copa del Rey. El club del Manzanares ha tardado justo una década en volver a estar entre los grandes. Aunque no ha sido fácil y se ha encontrado muchos sinsabores por el camino.

Tras el descenso el Atlético pulverizó récord de abonados e hizo famoso el eslogan publicitario de un añito en el infierno. Pero no fue uno. En la última jornada de la campaña 2000-01 el Atlético se quedó a las puertas del ascenso en Getafe. Tuvo que llegar el buque insignia de la casa, Luis Aragonés, para abordar el asalto a Segunda, que logró sin grandes problemas. Jesús Gil celebró el ascenso casi tanto como el doblete. El 28 de abril de 2002 subió el Atleti. "Soy el hombre más feliz de la tierra", dijo el presidente. El Atlético celebró su centenario (23 de abril de 2003) en una gran fiesta, pero con derrota ante Osasuna. El club volvió a tambalearse, esta vez por la muerte de Jesús Gil. El 14 de mayo de 2004 falleció el dirigente y dos días después el Atleti se quedó sin UEFA por un gol.

Gil ya había dejado la presidencia en manos de Cerezo, y con ello llegó más tranquilidad al club, que en estos años firmó el traslado al nuevo estadio olímpico y la construcción de la Ciudad Deportiva en Alcorcón. Gil Marín luchó lo indecible por sacarlo adelante. Los éxitos deportivos han llegado en estas tres últimas campañas, con la participación en las dos últimas ediciones de la Champions y las dos finales que están por jugar. La afición disfrutó con la aparición de Fernando Torres, emblema del equipo hasta su marcha al Liverpool. Y ahora lo hace con Agüero y Forlán, quien el año pasado logró la primera Bota de Oro para el Atlético.

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