Vaticano deja atrás polémica por condones "Benedicto"

Redacción
BBC Mundo
La visita del papa Benedicto XVI al Reino Unido no se verá afectada por un documento de la Cancillería británica que parecía burlarse de la Iglesia Católica, según informó el Vaticano.

La Cancillería pidió disculpas por el escrito resultante de una lluvia de ideas donde, entre otras cosas, se decía que el pontífice podría bendecir un matrimonio gay, inaugurar una clínica de abortos y lanzar una marca de condones denominada "Benedicto".
Diarios británicos citaron a fuentes de la Iglesia Católica que aseguraban que la visita, entre el 16 y 19 de septiembre, podría estar en duda. Sin embargo, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró: "Para nosotros el caso está cerrado".

David Willey, corresponsal de la BBC en Roma, informa que "todavía se están evaluando todas las implicaciones de lo que es visto en Roma como una seria gaffe diplomática".
La Cancillería hizo hincapié en que la nota interna fue realizada por un funcionario de bajo rango y aseguró que contenía ideas "ingenuas e irrespetuosas"que no reflejaban la opinión del Ministerio de Relaciones Exteriores.

En el documento, difundido por el diario Sunday Telegraph, también se añadía que el Papa podría disculparse por la Armada Española o cantar una canción de beneficencia con la reina Isabel II.
El hecho llevó al embajador del Reino Unido ante el Vaticano, Francis Campbell, a reunirse con altos representantes de la Iglesia Católica para expresar su pesar en nombre del gobierno.

"Ideas descabelladas"

El funcionario implicado, que ha sido traladado a otra área, había escrito una nota en la portada del documento que decía: "Por favor proteger; esto no se debe compartir en el exterior. La propuesta de la 'visita ideal' fue producto de una lluvia de ideas que tuvo en cuenta incluso las ideas más descabelladas".

El corresponsal explica que algunos católicos italianos, como el cardenal Renato Martino -diplomático retirado del Vaticano-, se enojaron con la situación y protestaron ante lo que consideraron un insulto inaceptable, que podría dar lugar a que los asesores de Benedicto XVI le pidan al pontífice que cancele la visita.
El Papa, explica Willey, ocupa un papel en la vida pública italiana similar al de la reina británica y su viaje al Reino Unido, dada la larga historia de fricciones religiosas desde la época de la Reforma, es una de las más sensibles visitas papales en muchos años.

El Vaticano está envuelto en un escándalo por las denuncias de abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes y quiere evitar más publicidad negativa, asegura el corresponsal.

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