Un pacto por Wilstermann
Pedro del Carpio, hincha de Wilstermann
Sin compartir las expresiones de Sanjurjo antes de la victoria ante Bolívar, entiendo su comportamiento. Él quiso jugar en Bolívar, pero desafortunadamente para él no se dio, quizá fue tarde cuando le tentaron sobre esa posibilidad, tras su desempeño en la Copa AerorSur. Luego de ser recibido en el Felix Capriles como nuevo ídolo por la multitud roja, empañó su debut en el torneo oficial cuando quiso repetir la mala hazaña de Esteche, al intentar agredir al árbitro, que no se dio por la oportuna intervención de un compañero suyo. Esteche había dejado a Wilsterman con los crespos hechos, determinando el inicio de su vía crucis, que derivó, por la suma de otros factores, en agonía. Un milagro evitó su descenso.
La esperanza de volcar la página, con renovadas esperanzas, hizo que la hinchada pensara entusiasmado en Sanjurjo, hasta que dentro las extrañas “estrategias” de quienes se consideran expertos en fútbol por algún éxito aislado, hizo lo que acostumbra, no es la primera vez en la experiencia de Wilstermann. Mostró interés por Sanjurjo. Dicen que hasta habló directamente, como había ocurrido en años anteriores cuando se interesaron por los servicios del golero que luego propició una autogoleada inédita; la promesa fue incumplida, ¡fue buen como castigo!, y condenado al olvido, descendiendo a una penosa mediocridad futbolística. Sanjurjo al intentar repetir la acción ominosa de Esteche, frustrada afortunadamente, igual empieza para Wilstermann una nueva vía crucis. Se impone urgentemente el evitar una nueva agonía, que esta vez se convertiría en deceso muy llorado. Los resultados no deseados sobrevinieron y la inconcurrencia de hinchas mermó visiblemente, provocando de inmediato, incremento de las dificultades económicas.
El nuevo dirigente (Víctor Hugo López) que tomó el timón de Wilstermann en la emergencia, anuncia disminución del sueldo, sin calcular las consecuencias, y desata una incertidumbre peligrosa. Hubo una charla sincera en medio y un resultado no esperado después (victoria sobre Bolívar), con una declaración de Sanjurjo antes de su gol, de sentirse incómodo en Wilstermann. Un Sanjurjo con más ganas en la segunda parte del partido en el estadio Hernando Siles, quizá bajo influencia de ese gol de buena factura. En declaración obtenida después de la inesperada victoria ante Bolívar, Sanjurjo se mostró moderado, quizá hasta cerebral.
El futuro inmediato, suyo y de Wilstermann, debe encararse con madurez, y parece estar aconteciendo ese grado de reflexión, en hora buena. A Sannjurjo que le incomoda Wilstermann, le costará cobrar el emolumento pactado si las recaudaciones sufren bajas sustanciales, al extremo de arrojar pérdidas. Se complicaría, si ocurre lo que no se quiere, entonces ni con el auxilio de la FIFA cobraría su dinero. Sufriría, además, un descrédito como futbolista, porque le preguntarían sobre su aporte en la debacle. La reflexión alcanza para todos sus compañeros, gusten o no de Wilstermann, que por millares amamos, y en esta hora crucial, solo queda que expongan todo su esfuerzo para evitar, y hay capacidad, el pozo del descenso que amenaza.
Se salvará el déficit y habrá dinero para cubrir la planilla, acudiendo a otras iniciativas adicionales, seguramente. Después, pueden emprender el vuelo que deseen, con nuestro debido agradecimiento, que los wilstermanistas sabremos, en su momento, qué hacer, repasando lo ocurrido para evitar una repetición. Por ahora, sólo les pedimos lealtad y deberá traducirse en esfuerzo y trabajo disciplinado, obteniendo los resultados que se requieren, que afortunadamente son posibles de conseguir. Que así sea, por el bien de todos.
Sin compartir las expresiones de Sanjurjo antes de la victoria ante Bolívar, entiendo su comportamiento. Él quiso jugar en Bolívar, pero desafortunadamente para él no se dio, quizá fue tarde cuando le tentaron sobre esa posibilidad, tras su desempeño en la Copa AerorSur. Luego de ser recibido en el Felix Capriles como nuevo ídolo por la multitud roja, empañó su debut en el torneo oficial cuando quiso repetir la mala hazaña de Esteche, al intentar agredir al árbitro, que no se dio por la oportuna intervención de un compañero suyo. Esteche había dejado a Wilsterman con los crespos hechos, determinando el inicio de su vía crucis, que derivó, por la suma de otros factores, en agonía. Un milagro evitó su descenso.
La esperanza de volcar la página, con renovadas esperanzas, hizo que la hinchada pensara entusiasmado en Sanjurjo, hasta que dentro las extrañas “estrategias” de quienes se consideran expertos en fútbol por algún éxito aislado, hizo lo que acostumbra, no es la primera vez en la experiencia de Wilstermann. Mostró interés por Sanjurjo. Dicen que hasta habló directamente, como había ocurrido en años anteriores cuando se interesaron por los servicios del golero que luego propició una autogoleada inédita; la promesa fue incumplida, ¡fue buen como castigo!, y condenado al olvido, descendiendo a una penosa mediocridad futbolística. Sanjurjo al intentar repetir la acción ominosa de Esteche, frustrada afortunadamente, igual empieza para Wilstermann una nueva vía crucis. Se impone urgentemente el evitar una nueva agonía, que esta vez se convertiría en deceso muy llorado. Los resultados no deseados sobrevinieron y la inconcurrencia de hinchas mermó visiblemente, provocando de inmediato, incremento de las dificultades económicas.
El nuevo dirigente (Víctor Hugo López) que tomó el timón de Wilstermann en la emergencia, anuncia disminución del sueldo, sin calcular las consecuencias, y desata una incertidumbre peligrosa. Hubo una charla sincera en medio y un resultado no esperado después (victoria sobre Bolívar), con una declaración de Sanjurjo antes de su gol, de sentirse incómodo en Wilstermann. Un Sanjurjo con más ganas en la segunda parte del partido en el estadio Hernando Siles, quizá bajo influencia de ese gol de buena factura. En declaración obtenida después de la inesperada victoria ante Bolívar, Sanjurjo se mostró moderado, quizá hasta cerebral.
El futuro inmediato, suyo y de Wilstermann, debe encararse con madurez, y parece estar aconteciendo ese grado de reflexión, en hora buena. A Sannjurjo que le incomoda Wilstermann, le costará cobrar el emolumento pactado si las recaudaciones sufren bajas sustanciales, al extremo de arrojar pérdidas. Se complicaría, si ocurre lo que no se quiere, entonces ni con el auxilio de la FIFA cobraría su dinero. Sufriría, además, un descrédito como futbolista, porque le preguntarían sobre su aporte en la debacle. La reflexión alcanza para todos sus compañeros, gusten o no de Wilstermann, que por millares amamos, y en esta hora crucial, solo queda que expongan todo su esfuerzo para evitar, y hay capacidad, el pozo del descenso que amenaza.
Se salvará el déficit y habrá dinero para cubrir la planilla, acudiendo a otras iniciativas adicionales, seguramente. Después, pueden emprender el vuelo que deseen, con nuestro debido agradecimiento, que los wilstermanistas sabremos, en su momento, qué hacer, repasando lo ocurrido para evitar una repetición. Por ahora, sólo les pedimos lealtad y deberá traducirse en esfuerzo y trabajo disciplinado, obteniendo los resultados que se requieren, que afortunadamente son posibles de conseguir. Que así sea, por el bien de todos.