Temen que una marcha indígena desluzca la Cumbre Climática en Bolivia

Servicio de Noticias Ambientales
La Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático que se celebra del 20 al 22 de abril en la ciudad de Cochabamba podría verse empañada nada menos que por una marcha de pueblos indígenas del oriente del país que se sienten marginados por el primer gobierno “indígena” boliviano. El Presidente Evo Morales teme que el “imperialismo” utilice a los indígenas descontentos para sabotear la cumbre social.

En 20 de abril se inaugura en el salón de honor del Hotel Tiquipaya la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, convocada por el Presidente Morales luego de la fracasada Cumbre de Copenhague de diciembre de 2009.

La Conferencia busca sensibilizar a los países y pueblos del mundo sobre los daños al medio ambiente provocados por los gases de efecto invernadero. “En el mundo debemos tomar conciencia, hemos visto morir glaciares y si continúa esto morirán las especies y la vida”, dijo el Canciller David Choquehuanca, encargado de la organización del mega evento.

Uno de los objetivos principales del encuentro es que los sectores populares de todo el mundo elaboren una propuesta de consenso a ser presentada a fin de año en la Cumbre de México. “Nuestra responsabilidad ahora no es sólo salvar a Bolivia, sino salvar al mundo; pensemos en un documento que beneficie al mundo y no sólo a nosotros”, pidió Evo Morales en las sesiones preparatorias de la Conferencia.

La movilización mundial en defensa de la Naturaleza que lidera el gobierno boliviano ha dado pasos importantes, como por ejemplo la declaratoria del Día Internacional de la Madre Tierra por Naciones Unidas. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, reconoció Morales.

“Si Copenhague fue un fracaso para el capitalismo, Cochabamba no puede ser un fracaso para los pueblos; por eso les pido un aporte importante y les desafío a elaborar un documento de consenso con todo el mundo, debatido con todos los países, estudiado y discutido en universidades de Europa y Estados Unidos, y aceptado por los gobernantes del mundo en el encuentro de México”, planteó el Mandatario.

Si los Estados y gobiernos del mundo no logran llegar a un acuerdo, deben consultar a sus pueblos y lanzar un referéndum sobre la Madre Tierra, propuso Morales y sugirió reemplazar a la Organización de Naciones Unidas por una “Unidad de Naciones Originarias del Mundo”.

En las sesiones preparatorias de la Conferencia, representantes de varias organizaciones sociales del país respaldaron la idea de convocar a un referéndum popular mundial que se pronuncie sobre los daños provocados por el sistema capitalista depredador, y propusieron crear un Tribunal Internacional de Justicia Climática que se sancione a naciones y empresas que contaminan el Planeta.

Gran expectativa mundial

La Conferencia convocada por Morales ha despertado gran expectativa en todo el mundo. “Hasta hace una semana yo sabía que vienen representantes de cuatro continentes, pero también de Australia y Nueva Zelanda. Se inscribieron representantes de 100 países, es la primera vez que estarán reunidos de los cinco continentes. Estoy convencido de que Bolivia puede convertirse en el centro de defensa de la vida”, celebró el Presidente Morales.

Hasta el martes de esta semana, el Canciller Choquehuanca informó que 13.012 representantes de 90 países confirmaron su participación, entre ellos medio millar de delegados de gobiernos, más de 200 científicos y expertos en la temática del cambio climático y al menos 5 mil delegados de movimientos sociales.


En la larga lista de personalidades que asistirán a la cumbre de Cochabamba figuran el premio Nobel de la Paz en 1980 Adolfo Pérez Esquivel, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el teólogo brasileño Frei Betto; la activista india Bandana Shiva, el jefe de Greenpeace Kumi Naidu, el ex presidente de la Asamblea General de la ONU Miguel de Escoto, la escritora Naomi Klein, el científico de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) Jim Hansen, y los actores Danny Glover, Robert Redford y Susan Sarandon. Se invitó también al ex presidente sudafricano Nelson Mandela y al tibetano Dalai Lama.


Los temores de Evo Morales


El Presidente Evo Morales admitió que sintió miedo cuando el Canciller le informó que llegarían a Bolivia delegados de una centena de gobiernos, entre ellos 300 parlamentarios, investigadores y defensores de los derechos humanos de Estados Unidos, una nutrida delegación que estaría en condiciones de sabotear la cumbre.


“Hay que cuidarse del capitalismo, el imperialismo tiene sus mecanismos para hacer fracasar esta reunión. El capitalismo tiene tantos tentáculos para hacer fracasar y no podemos ser instrumentos del imperialismo”. El Mandatario teme sobre todo que “algunos gobiernos vengan preparados para utilizar a los hermanos indígenas para hacer fracasar la cumbre”.
Morales tiene razones para preocuparse. Cientos de indígenas afiliados a la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO) decidieron iniciar una marcha de protesta desde Riberalta hasta La Paz porque se sienten marginados por el gobierno de Evo Morales. La marcha fue aprobada en el II Encuentro Nacional de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob).

Se espera que unos 1.500 indígenas de los pueblos Cavineño, Esse Ejja, Araona, Tacana, Machineri y Yaminagua inicien la marcha entre el 14 y el 15 de abril con sus atuendos originarios.

“Pensábamos que con el proceso de cambio iban a mejorar las cosas, pero en estos cuatro años no hay nada para los pueblos indígenas y no hay avances en proyectos productivos. Nosotros queremos sentarnos con el Presidente, pero nos rechaza; le hemos mandado tres cartas y no nos responde… esa es la rabia de los indígenas”, explicó el presidente de la CIRABO Alberto Ortiz a la cadena radial Erbol.

Entre otras reivindicaciones, la marcha indígena exigirá acceso menos burocrático a los recursos del Fondo Indígena; la reversión de las concesiones forestales de empresas madereras, y sobre todo protección para las tierras comunitarias de origen (TCOs) avasalladas por gremios campesinos afines al gobierno de Evo Morales.
Sus exigencias más importantes son: respeto de los derechos indígenas reconocidos por instrumentos jurídicos internacionales; la conclusión del saneamiento en el norte de La Paz, parte de Beni y Tarija y en el trópico de Cochabamba; y la implementación inmediata de las autonomías indígenas.

El movimiento indígena boliviano asegura que sus derechos colectivos son desconocidos, inobservados y violentados por autoridades estatales, las cuales marginan a los representantes originarios.

El Consejo Nacional de Markas y Ayllus de Qullasuyo (Conamaq) siente que el Presidente Morales los discrimina y margina del escenario político. La prueba es que en el primer Poder Ejecutivo del Estado Plurinacional abundan los ministros campesinos, pero escasean los representantes indígenas.

El responsable de la Comisión de Tierra y Territorio del Conamaq Idelfonso Canasa denunció que el Viceministerio de Tierras controlado por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) gestiona una ley de reforma agraria que promueve la mercantilización de la tierra en el país. (Agencia de Noticias Indígenas de la Red Erbol).
El Conamaq respalda el saneamiento y la titulación de territorios comunitarios como propiedades colectivas intransferibles, pero los campesinos exigen la titulación de propiedades agrarias individuales que se puedan vender y heredar.

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