San Cristóbal: agua gratis que vale $210 millones y que podrían ser $1.800
Rolando Carvajal
Rebelión
El reciente conflicto entre los comunarios de los Lipez, sur de Potosí y la Minera japonesa San Cristóbal (MSC), muestra que está en juego un mínimo de 210 millones de dólares adicionales en ganancias para la empresa, por el no pago de 18.2 millones de metros cúbicos de agua subterránea fósil que es extraída anualmente y utilizada en sus operaciones, y que a lo largo de dos décadas de duración del proyecto se convertirían en 365 millones de m3.
La mina San Cristóbal, en el altiplano boliviano, cerca del Salar de Uyuni, es una de las mayores operaciones mineras de plata a cielo abierto en el mundo. Su producción alcanzó en el 2009 un valor de unos 1.000 millones de dólares, pagando en impuestos apenas 35 millones (3.5 %), de acuerdo a versiones oficiales.
La noche del último viernes, el vicepresidente Alvaro García Linera llamó a los comunarios de los Lipez a replegarse y asistir al diálogo convocado por la gobernación del departamento de Potosí, fronterizo con Chile, a fin de resolver las demandas campesinas.
Los pobladores bloquearon desde el pasado lunes, en el pueblo de Abaroa, fronterizo con Chile, la vía férrea por la que la mina afectada, San Cristóbal, despachaba unas 1.600 toneladas diarias de concentrados de plata, zinc y plomo hacia el puerto de Mejillones.
Pero este viernes intervinieron las oficinas de San Cristóbal y quemaron bienes y documentación de control de carga, según diversos reportes radiales.
LA CONTINGENCIA
Las protestas en Lipez, sur de Potosí, contra la explotación de agua gratuita por parte de la gigantesca mina de plata San Cristóbal, del grupo japonés Sumitomo, ingresaron este sábado en su sexto día consecutivo, agravadas por la quema de bienes de la empresa en la estación ferroviaria Abaroa, y la retención de 80 vagones, cada uno con 22 toneladas de concentrados, ahora varados en su tránsito a puertos chilenos.
Mario Mamani, dirigente de los comunarios, dijo que los gobiernos departamental y central no habían atendido el pliego petitorio comunal que consigna varias solicitudes de compensaciones de la empresa por el uso hasta ahora gratuito y la contaminación de las reservas de agua de la región,
Las demandas incluyen un proyecto de electrificación, la creación de un impuesto al agua para San Cristóbal, la instalación de antenas de comunicación y el asentamiento de la sede de la estatal Empresa Boliviana de Recursos Evaporíticos en la zona y no en La Paz, capital del Ejecutivo.
El proyecto San Cristóbal fue desarrollado inicialmente por la compañía estadounidense Apex Silver, que lo transfirió hace dos años a Sumitomo, la cual ha expresado interés en invertir también en la industrialización del internacionalmente cotizado litio del salar de Uyuni.
El pueblo fronterizo de Avaroa está a unos 200 kilómetros al oeste de la mina San Cristóbal y la intervención campesina no afectaría de inmediato a las labores productivas.
Según estudios independientes destacados por la prensa boliviana, la minera de San Cristóbal utilizaría hasta 50.000 metros cúbicos de agua diarios, sin pagar por ese recurso, escaso en el frío y desolado altiplano boliviano.
La MSC-Sumitomo comunicó el viernes que el incendio no produjo daños personales, aunque lamentó que se haya derramado concentrados de mineral para la exportación, significando una “pérdida importante",
La minera japonesa "espera y confía en la pronta solución del conflicto en las instancias correspondientes", dijo en un aviso entregado a la prensa.
"Convocamos a los pobladores involucrados en estos actos a replegarse y rápidamente acercar la convocatoria al dialogo que ha extendido el Prefecto del departamento de Potosí, para resolver los temas", exhortó el vicepresidente Alvaro García Linera.
Pero el dirigente Mario Mamani dio un plazo de 48 horas, advirtiendo que se tomarán otras “medidas extremas”, como echar por tierra el mineral que se encuentra en 80 contenedores. La mina de San Cristobal produce diariamente mil 300 toneladas métricas de concentrados de zinc-plata y 300 toneladas métricas de concentrados de plomo-plata.
“Cada 5 horas se dará vuelta uno de los contenedores, no nos responsabilizamos de las actitudes que puedan tomar nuestros compañeros”, dijo Mamani
LAS CIFRAS DEL AGUA FOSIL
Cálculos menos conservadores que los oficiales, realizados por organismos de defensa del patrimonio boliviano como Codepanal, señalan que en realidad San Cristóbal se habría dado modos para operar con agua gratuita cuyo costo en veinte años superaría los 1.800 millones de dólares hasta el 2030, a una cotización promedio internacional de cinco dólares en metro cúbico
Según cálculos de la Cancillería, Bolivia pierde 10 mil dólares diarios por la escurrimiento de 17.000 metros cúbicos de agua desde los bofedales del Silala hacia Chile, país que está dispuesto a pagar 3.6 millones de dólares anuales por la provisión del líquido, según avancen los acuerdos para el aprovechamiento de los manantiales de agua fósil por parte de empresas y población civil chilena.
San Cristóbal no paga nada por el uso diario de unos 50.000 m3 diarios que, en las estimaciones boliviano-chilenas, representarían 10.5 millones de dólares anuales y 210 millones en los 20 años que tiene previsto desarrollar el proyecto, constituyéndose esta suma en una ganancia adicional para la empresa.
De acuerdo a los cálculos de Codepanal, que cotiza en 5 dólares el litro de agua para vender a Chile, el monto que tendrían que pagar los empresarios y población vecina ascendería a 31 millones de dólares anuales, mientras que la factura para San Cristóbal, a ese mismo precio, sería de 91 millones de dólares anuales y más de 1.800 millones en dos décadas.
Los 35 millones de dólares que MSC paga en impuestos a Bolivia no cubren el costo del agua para uso doméstico en el cercano norte de Chile y mucho menos para uso industrial, recordaron diversos analistas.
Por tanto, la tributación de MSC se reduciría a cero, ya que no paga por el agua que utiliza. MSC es uno de los yacimientos de plata, zinc y plomo más grandes del mundo. Comenzó a ser explotado en julio de 2007. Es una mina a tajo abierto, habiéndose utilizado explosivos para abrir boquetes de 1.5 a 2 kilómetros de diámetro y 300 metros de profundidad.
FOSIL, PERO RECURSO ESTRATÉGICO
Otras fuentes recordaron también que en zonas áridas y desérticas, el agua es el recurso más valioso, y remarcaron que en 20 años de contrato, lapso en el que se agotarán las reservas, la MSC extraerá 240 millones de toneladas de mineral, mediante el uso de 292 millones de m3 de agua, sin contar que sólo el 18 % de esa agua es reciclada.
La reposición de las aguas fósiles (depositadas hace 10.000 años) tardaría seis décadas, desde que cese el bombeo, apuntó el especialista Jorge Molina.
La contaminación ácida de aguas superficiales y subterráneas arrastra aluminio, arsénico, cadmio, cobalto, cobre, hierro, manganeso, níquel antimonio y zinc, provocando sequía en fuentes y bofedales, además de la muerte de flamencos, pájaros y otras aves, advirtió otro científico, Robert E. Moran.
El sudoeste potosino, conformado por las provincias Sud Lípez, Nor Lípez, Enrique Valdivieso, Antonio Quijarro y Daniel Campos, se caracteriza por ser una zona donde el agua escasea, subrayó el analista Emilio Madrid.
“Por ello los acuíferos subterráneos o aguas fósiles que dispone la región, constituyen un recurso estratégico para el desarrollo de cualquier actividad económica y en especial como principal potencial para un desarrollo sostenible de la región, además de ser un factor clave para el equilibrio y funcionamiento del ecosistema local”.
La defensa de las comunidades campesinas aglutinadas en la Federación Regional Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sud (FRUTCAS), impidió que se concretara un uso irracional del agua, rememoró Madrid.
De acuerdo con Morán, los volúmenes actuales de extracción que fluctúan aproximadamente entre 42,000 y 50,000 metros cúbicos por día (muy por encima de los niveles de recarga), no pueden considerarse desde ningún punto de vista como un uso sostenible de estos acuíferos por cuanto a la larga conducirá a un incremento de las disputas por la disposición y acceso de agua entre los distintos usuarios de la región.
Los especialistas coinciden en que los acuíferos subterráneos del altiplano sur están conectados con las fuentes superficiales y no son recargados por la escasa lluvia, por tanto durante muchas décadas luego de la explotación de la mina, no será posible otros usos, actuales y/o potenciales.
Más aún, de acuerdo al informe Moran, muchos manantiales y humedales locales y regionales, así como los flujos de aguas superficiales locales serán reducidos o se secarán producto del bombeo durante estos años, por parte de MSC, reduciendo los ingresos de agua al salar de Uyuni.
Moran, hidrogeólogo y experto en impactos de la minería en los recursos hídricos, llegó a Bolivia el 2009 para estudiar el caso la mina San Cristóbal, invitado por las organizaciones campesinas, municipio local y el CGIAB.
Los miembros de FRUTCAS vienen luchando hace tiempo por proteger las fuentes de agua subterráneas en la región y el 2001 promovieron la resistencia a la exportación de aguas a Chile, que culminó con la ley 2704, que prohíbe expresamente la comercialización y exportación del recurso, "debiendo ser utilizadas exclusivamente en proyectos de desarrollo de la región", recordó el analista Carlos Crespo.
Rebelión
El reciente conflicto entre los comunarios de los Lipez, sur de Potosí y la Minera japonesa San Cristóbal (MSC), muestra que está en juego un mínimo de 210 millones de dólares adicionales en ganancias para la empresa, por el no pago de 18.2 millones de metros cúbicos de agua subterránea fósil que es extraída anualmente y utilizada en sus operaciones, y que a lo largo de dos décadas de duración del proyecto se convertirían en 365 millones de m3.
La mina San Cristóbal, en el altiplano boliviano, cerca del Salar de Uyuni, es una de las mayores operaciones mineras de plata a cielo abierto en el mundo. Su producción alcanzó en el 2009 un valor de unos 1.000 millones de dólares, pagando en impuestos apenas 35 millones (3.5 %), de acuerdo a versiones oficiales.
La noche del último viernes, el vicepresidente Alvaro García Linera llamó a los comunarios de los Lipez a replegarse y asistir al diálogo convocado por la gobernación del departamento de Potosí, fronterizo con Chile, a fin de resolver las demandas campesinas.
Los pobladores bloquearon desde el pasado lunes, en el pueblo de Abaroa, fronterizo con Chile, la vía férrea por la que la mina afectada, San Cristóbal, despachaba unas 1.600 toneladas diarias de concentrados de plata, zinc y plomo hacia el puerto de Mejillones.
Pero este viernes intervinieron las oficinas de San Cristóbal y quemaron bienes y documentación de control de carga, según diversos reportes radiales.
LA CONTINGENCIA
Las protestas en Lipez, sur de Potosí, contra la explotación de agua gratuita por parte de la gigantesca mina de plata San Cristóbal, del grupo japonés Sumitomo, ingresaron este sábado en su sexto día consecutivo, agravadas por la quema de bienes de la empresa en la estación ferroviaria Abaroa, y la retención de 80 vagones, cada uno con 22 toneladas de concentrados, ahora varados en su tránsito a puertos chilenos.
Mario Mamani, dirigente de los comunarios, dijo que los gobiernos departamental y central no habían atendido el pliego petitorio comunal que consigna varias solicitudes de compensaciones de la empresa por el uso hasta ahora gratuito y la contaminación de las reservas de agua de la región,
Las demandas incluyen un proyecto de electrificación, la creación de un impuesto al agua para San Cristóbal, la instalación de antenas de comunicación y el asentamiento de la sede de la estatal Empresa Boliviana de Recursos Evaporíticos en la zona y no en La Paz, capital del Ejecutivo.
El proyecto San Cristóbal fue desarrollado inicialmente por la compañía estadounidense Apex Silver, que lo transfirió hace dos años a Sumitomo, la cual ha expresado interés en invertir también en la industrialización del internacionalmente cotizado litio del salar de Uyuni.
El pueblo fronterizo de Avaroa está a unos 200 kilómetros al oeste de la mina San Cristóbal y la intervención campesina no afectaría de inmediato a las labores productivas.
Según estudios independientes destacados por la prensa boliviana, la minera de San Cristóbal utilizaría hasta 50.000 metros cúbicos de agua diarios, sin pagar por ese recurso, escaso en el frío y desolado altiplano boliviano.
La MSC-Sumitomo comunicó el viernes que el incendio no produjo daños personales, aunque lamentó que se haya derramado concentrados de mineral para la exportación, significando una “pérdida importante",
La minera japonesa "espera y confía en la pronta solución del conflicto en las instancias correspondientes", dijo en un aviso entregado a la prensa.
"Convocamos a los pobladores involucrados en estos actos a replegarse y rápidamente acercar la convocatoria al dialogo que ha extendido el Prefecto del departamento de Potosí, para resolver los temas", exhortó el vicepresidente Alvaro García Linera.
Pero el dirigente Mario Mamani dio un plazo de 48 horas, advirtiendo que se tomarán otras “medidas extremas”, como echar por tierra el mineral que se encuentra en 80 contenedores. La mina de San Cristobal produce diariamente mil 300 toneladas métricas de concentrados de zinc-plata y 300 toneladas métricas de concentrados de plomo-plata.
“Cada 5 horas se dará vuelta uno de los contenedores, no nos responsabilizamos de las actitudes que puedan tomar nuestros compañeros”, dijo Mamani
LAS CIFRAS DEL AGUA FOSIL
Cálculos menos conservadores que los oficiales, realizados por organismos de defensa del patrimonio boliviano como Codepanal, señalan que en realidad San Cristóbal se habría dado modos para operar con agua gratuita cuyo costo en veinte años superaría los 1.800 millones de dólares hasta el 2030, a una cotización promedio internacional de cinco dólares en metro cúbico
Según cálculos de la Cancillería, Bolivia pierde 10 mil dólares diarios por la escurrimiento de 17.000 metros cúbicos de agua desde los bofedales del Silala hacia Chile, país que está dispuesto a pagar 3.6 millones de dólares anuales por la provisión del líquido, según avancen los acuerdos para el aprovechamiento de los manantiales de agua fósil por parte de empresas y población civil chilena.
San Cristóbal no paga nada por el uso diario de unos 50.000 m3 diarios que, en las estimaciones boliviano-chilenas, representarían 10.5 millones de dólares anuales y 210 millones en los 20 años que tiene previsto desarrollar el proyecto, constituyéndose esta suma en una ganancia adicional para la empresa.
De acuerdo a los cálculos de Codepanal, que cotiza en 5 dólares el litro de agua para vender a Chile, el monto que tendrían que pagar los empresarios y población vecina ascendería a 31 millones de dólares anuales, mientras que la factura para San Cristóbal, a ese mismo precio, sería de 91 millones de dólares anuales y más de 1.800 millones en dos décadas.
Los 35 millones de dólares que MSC paga en impuestos a Bolivia no cubren el costo del agua para uso doméstico en el cercano norte de Chile y mucho menos para uso industrial, recordaron diversos analistas.
Por tanto, la tributación de MSC se reduciría a cero, ya que no paga por el agua que utiliza. MSC es uno de los yacimientos de plata, zinc y plomo más grandes del mundo. Comenzó a ser explotado en julio de 2007. Es una mina a tajo abierto, habiéndose utilizado explosivos para abrir boquetes de 1.5 a 2 kilómetros de diámetro y 300 metros de profundidad.
FOSIL, PERO RECURSO ESTRATÉGICO
Otras fuentes recordaron también que en zonas áridas y desérticas, el agua es el recurso más valioso, y remarcaron que en 20 años de contrato, lapso en el que se agotarán las reservas, la MSC extraerá 240 millones de toneladas de mineral, mediante el uso de 292 millones de m3 de agua, sin contar que sólo el 18 % de esa agua es reciclada.
La reposición de las aguas fósiles (depositadas hace 10.000 años) tardaría seis décadas, desde que cese el bombeo, apuntó el especialista Jorge Molina.
La contaminación ácida de aguas superficiales y subterráneas arrastra aluminio, arsénico, cadmio, cobalto, cobre, hierro, manganeso, níquel antimonio y zinc, provocando sequía en fuentes y bofedales, además de la muerte de flamencos, pájaros y otras aves, advirtió otro científico, Robert E. Moran.
El sudoeste potosino, conformado por las provincias Sud Lípez, Nor Lípez, Enrique Valdivieso, Antonio Quijarro y Daniel Campos, se caracteriza por ser una zona donde el agua escasea, subrayó el analista Emilio Madrid.
“Por ello los acuíferos subterráneos o aguas fósiles que dispone la región, constituyen un recurso estratégico para el desarrollo de cualquier actividad económica y en especial como principal potencial para un desarrollo sostenible de la región, además de ser un factor clave para el equilibrio y funcionamiento del ecosistema local”.
La defensa de las comunidades campesinas aglutinadas en la Federación Regional Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sud (FRUTCAS), impidió que se concretara un uso irracional del agua, rememoró Madrid.
De acuerdo con Morán, los volúmenes actuales de extracción que fluctúan aproximadamente entre 42,000 y 50,000 metros cúbicos por día (muy por encima de los niveles de recarga), no pueden considerarse desde ningún punto de vista como un uso sostenible de estos acuíferos por cuanto a la larga conducirá a un incremento de las disputas por la disposición y acceso de agua entre los distintos usuarios de la región.
Los especialistas coinciden en que los acuíferos subterráneos del altiplano sur están conectados con las fuentes superficiales y no son recargados por la escasa lluvia, por tanto durante muchas décadas luego de la explotación de la mina, no será posible otros usos, actuales y/o potenciales.
Más aún, de acuerdo al informe Moran, muchos manantiales y humedales locales y regionales, así como los flujos de aguas superficiales locales serán reducidos o se secarán producto del bombeo durante estos años, por parte de MSC, reduciendo los ingresos de agua al salar de Uyuni.
Moran, hidrogeólogo y experto en impactos de la minería en los recursos hídricos, llegó a Bolivia el 2009 para estudiar el caso la mina San Cristóbal, invitado por las organizaciones campesinas, municipio local y el CGIAB.
Los miembros de FRUTCAS vienen luchando hace tiempo por proteger las fuentes de agua subterráneas en la región y el 2001 promovieron la resistencia a la exportación de aguas a Chile, que culminó con la ley 2704, que prohíbe expresamente la comercialización y exportación del recurso, "debiendo ser utilizadas exclusivamente en proyectos de desarrollo de la región", recordó el analista Carlos Crespo.