Sampdoria venció a la Roma y le privó la chance de seguir líder
Roma, Agencias
Gracias a una excelente performance del arquero Marco Storari y a un pésimo arbitraje del referí Antonio Damato, Sampdoria pudo expugnar el estadio Olímpico de esta capital y ganarle a Roma por 2 a 1 en remontada. El primer gol fue de Francesco Totti, luego llegó el doblete de Giampaolo Pazzini que deja a la Loba segunda con 71 unidades, mientras que lleva a los dorianos a ocupar en soledad la cuarta plaza del torneo, con 60 puntos.
El match que se vio sobre el césped es completamente diferente del que nos sugiere el marcador, puesto que Roma hubiera podido vencer con un par de goles de ventaja y, en cambio, terminó perdiendo inmerecidamente.
En efecto, en la primera etapa los giallorossi fueron imparables, con un juego espectacular que encantó todos y con el que crearon muchísimas chances. De esta manera, no fue un caso si los locales ya al minuto 14 anotaron el 1 a 0, luego de haber tenido por lo menos tres ocasiones para anotar: Vucinic desbordó por izquierda y la tocó hacia el punto del penal adonde llegaba Totti, quien con un zurdazo cruzado y rasante la mandó a guardar cerca del palo a su derecha.
Los muchachos de Ranieri legitimaron la ventaja con un fútbol divino y con muchísimas ocasiones. Sin embargo, o por la mala puntería de sus delanteros o por las increíbles tapadas de Storari, quien salvó por lo menos tres goles, no lograron meter el segundo. Por encima, la defensa visitante se salvó dos veces interceptando el esférico con las manos en el área, pero el referí, bien parado en ambas ocasiones, optó por no otorgar la máxima penalidad.
Sobre el final de etapa, increíblemente Roma dio una señal absolutamente negativa, cuando Vucinic y Perrotta discutieron animadamente y solamente Totti, con su personalidad y su experiencia, logró separarlos.
En el complemento, Delneri lo sacó a Poli y lo puso a Tissone par dar mayor espesor a la línea de los volantes. El resultado fue que Sampdoria se vio mejor parada en la cancha y que logró cortar con mayor eficacia la maniobra rival, a menudo jugando duro y sin renunciar a la falta táctica, que casi nunca fue penalizada por el referí.
Sin embargo, Roma siguió siendo dueña de la cancha y la visita logró empatar solamente gracias a una gran jugada de Cassano, quien la aguantó bien por izquierda y metió el centro hacia el segundo palo, adonde Pazzini saltó muy bien y cabeceó por abajo de las piernas de Julio Sergio.
La Loba se tiró al ataque a buscar el 2 a 1 y tuvo enseguida una reacción muy positiva, pero Storari sacó al córner un gran cabezazo de Toni un minuto después del ingreso del delantero (por Perrotta) y, en el desarrollo de ese tiro de esquina, Juan cabeceó apenas alto.
Ranieri se jugó todas sus cartas y lo metió a Taddei por Cassetti, pasando a un "super" ofensivo 3-4-3. La cosa funcionó, porque los locales arrinconaron a los blucerchiati, quienes no lograban salir de su mitad de la cancha. Pero el gol nunca llegó, un poco por culpa de la esterilidad ofensiva giallorossa, un poco también por culpa del referí, quien no cobró un penal evidente cuando Vucinic fue irregularmente parado en el área y ni le dio una sola falta en favor a Roma en zona de ataque.
Sobre todo, pero, el mérito del aguante defensivo fue de Storari, quien con algunos milagros logró mantener a flote el bote doriano: en particular, estuvo espectacular en una salida baja sobre Vucinic y en una tapada alta para desviar un zurdazo de Riise.
Al final, Sampdoria logró meter una buena contra tres contra tres, con Mannini bajando por izquierda y Pazzini recibiendo en el medio, para anticiparlo a Riise y mandarla a guardar con un toque de derecha.
De esta manera, con un partido de carácter y muy afortunado de los dorianos, con una dirección horrible del referí (quien en 54 direcciones previas había otorgado 20 penales y no dio ni uno esta vez) y, especialmente, por culpa de la enorme cantidad de ocasiones que desperdició Roma en el primer tiempo, la Loba perdió su imbatibilidad que duraba 24 jornadas y, ahora, depende de un tropezón de Inter para poder ganar el campeonato.
Sampdoria, por su parte, defendió la cuarta plaza y, probablemente, luego del próximo partido ante Livorno en el Marassi, podrá ir a Palermo para defender su acceso a la Champions con dos resultados útiles sobre tres para alcanzar su objetivo.
Gracias a una excelente performance del arquero Marco Storari y a un pésimo arbitraje del referí Antonio Damato, Sampdoria pudo expugnar el estadio Olímpico de esta capital y ganarle a Roma por 2 a 1 en remontada. El primer gol fue de Francesco Totti, luego llegó el doblete de Giampaolo Pazzini que deja a la Loba segunda con 71 unidades, mientras que lleva a los dorianos a ocupar en soledad la cuarta plaza del torneo, con 60 puntos.
El match que se vio sobre el césped es completamente diferente del que nos sugiere el marcador, puesto que Roma hubiera podido vencer con un par de goles de ventaja y, en cambio, terminó perdiendo inmerecidamente.
En efecto, en la primera etapa los giallorossi fueron imparables, con un juego espectacular que encantó todos y con el que crearon muchísimas chances. De esta manera, no fue un caso si los locales ya al minuto 14 anotaron el 1 a 0, luego de haber tenido por lo menos tres ocasiones para anotar: Vucinic desbordó por izquierda y la tocó hacia el punto del penal adonde llegaba Totti, quien con un zurdazo cruzado y rasante la mandó a guardar cerca del palo a su derecha.
Los muchachos de Ranieri legitimaron la ventaja con un fútbol divino y con muchísimas ocasiones. Sin embargo, o por la mala puntería de sus delanteros o por las increíbles tapadas de Storari, quien salvó por lo menos tres goles, no lograron meter el segundo. Por encima, la defensa visitante se salvó dos veces interceptando el esférico con las manos en el área, pero el referí, bien parado en ambas ocasiones, optó por no otorgar la máxima penalidad.
Sobre el final de etapa, increíblemente Roma dio una señal absolutamente negativa, cuando Vucinic y Perrotta discutieron animadamente y solamente Totti, con su personalidad y su experiencia, logró separarlos.
En el complemento, Delneri lo sacó a Poli y lo puso a Tissone par dar mayor espesor a la línea de los volantes. El resultado fue que Sampdoria se vio mejor parada en la cancha y que logró cortar con mayor eficacia la maniobra rival, a menudo jugando duro y sin renunciar a la falta táctica, que casi nunca fue penalizada por el referí.
Sin embargo, Roma siguió siendo dueña de la cancha y la visita logró empatar solamente gracias a una gran jugada de Cassano, quien la aguantó bien por izquierda y metió el centro hacia el segundo palo, adonde Pazzini saltó muy bien y cabeceó por abajo de las piernas de Julio Sergio.
La Loba se tiró al ataque a buscar el 2 a 1 y tuvo enseguida una reacción muy positiva, pero Storari sacó al córner un gran cabezazo de Toni un minuto después del ingreso del delantero (por Perrotta) y, en el desarrollo de ese tiro de esquina, Juan cabeceó apenas alto.
Ranieri se jugó todas sus cartas y lo metió a Taddei por Cassetti, pasando a un "super" ofensivo 3-4-3. La cosa funcionó, porque los locales arrinconaron a los blucerchiati, quienes no lograban salir de su mitad de la cancha. Pero el gol nunca llegó, un poco por culpa de la esterilidad ofensiva giallorossa, un poco también por culpa del referí, quien no cobró un penal evidente cuando Vucinic fue irregularmente parado en el área y ni le dio una sola falta en favor a Roma en zona de ataque.
Sobre todo, pero, el mérito del aguante defensivo fue de Storari, quien con algunos milagros logró mantener a flote el bote doriano: en particular, estuvo espectacular en una salida baja sobre Vucinic y en una tapada alta para desviar un zurdazo de Riise.
Al final, Sampdoria logró meter una buena contra tres contra tres, con Mannini bajando por izquierda y Pazzini recibiendo en el medio, para anticiparlo a Riise y mandarla a guardar con un toque de derecha.
De esta manera, con un partido de carácter y muy afortunado de los dorianos, con una dirección horrible del referí (quien en 54 direcciones previas había otorgado 20 penales y no dio ni uno esta vez) y, especialmente, por culpa de la enorme cantidad de ocasiones que desperdició Roma en el primer tiempo, la Loba perdió su imbatibilidad que duraba 24 jornadas y, ahora, depende de un tropezón de Inter para poder ganar el campeonato.
Sampdoria, por su parte, defendió la cuarta plaza y, probablemente, luego del próximo partido ante Livorno en el Marassi, podrá ir a Palermo para defender su acceso a la Champions con dos resultados útiles sobre tres para alcanzar su objetivo.