Sacerdote chileno acusado de ocho abusos de menores

SANTIAGO DE CHILE, EP
Un sacerdote que incluso habría ultrajado a una hija fue acusado por la fiscalía de ocho casos de abusos de menores y se encuentra detenido a la espera de un proceso, mientras la jerarquía de su diócesis lo suspendió de sus funcionares sacerdotales.

Ricardo Muñoz Quinteros, de 55 años, tenía además una pareja, con la cual engendró dos hijas, quien también fue acusada de pagarle a niñas para que tuvieran relaciones sexuales con el ex sacerdote.

Una imagen de la televisión estatal mostrada en el noticiario central el martes en la noche mostró cuando Muñoz ingresaba en su automóvil a un motel con una joven a la cual pagó por sus servicios, de acuerdo con el reportaje.

El caso estalló a comienzos de enero y el martes el fiscal de la localidad de Curacaví, Cristián Cáceres, lo acusó de los delitos, ampliando los cargos iniciales al incluir entre sus fechorías los abusos que habría cometido desde hace cinco años con una menor.

Según la denuncia del fiscal, el ex religioso abusó de niñas entre 16 y 18 años. También habría abusado de un hija actualmente de cinco años que tuvo con su pareja, Pamela Ampuero, quien también fue formalizada por la fiscalía y está detenida al igual que ex sacerdote por facilitarle los abusos con la niña y contactar a otras jóvenes.

La fiscalía afirma que Ampuero ofrecía unos 60 dólares a la jóvenes para que accedieran a ir con Muñoz a moteles. La mujer, que fue acusada de facilitar la prostitución, es madre también de un hijo de 9 años del ex sacerdote.

Otra mujer, que no dió su identidad y apareció en la televisión estatal sin mostrar su rostro, acusó también a Muñoz de ser padre de su hijo, del cual no entregó otros detalles.

El fiscal Cáceres le imputó, asimismo, haber almacenado material pornográfico infantil de las menores con las cuales tenía relaciones.

Los cargos que Muñoz enfrenta son seis casos de explotación sexual adolescente, uno por abuso sexual de su hija de 5 años y por la producción de material pornográfico de menores.

El Ministerio Público señaló que podría citar a declarar al obispo de la diócesis, monseñor Enrique Troncoso, a la que pertenecía el ex párroco, por presunto encubrimiento.

Al estallar el escándalo Muñoz era párroco de Melipilla, una localidad rural a 90 kilómetros de Santiago, el obispo Troncoso, reaccionó con "estupor y desconcierto" por la doble vida que llevaba Muñoz.

En el obispado de esa ciudad se confirmó telefónicamente que el ex párroco fue suspendido de sus funciones sacerdotales mientras se resuelve su condición como religioso y la justicia se pronuncia.

La encargada de opinión pública del obispado de Melipilla, Jéssica Gómez, dijo el miércoles que "en cuanto el obispo supo en enero de la situación divulgada por la prensa suspendió al párroco, por lo que, además de estar preso, no puede entregar ninguno de los sacramentos".

La Iglesia Católica chilena se ha visto envuelta en varios casos sexuales de algunos de sus miembros. La semana anterior el cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, dijo -ante las denuncias de pedofilia que afectan a religiosos de otros países-, que afortunadamente en Chile "son poquitos".

No obstante, el caso más bullado fue el del arzobispo de La Serena, Francisco José Cox, que la jerarquía procuró sofocar rápidamente al enviarlo fuera del país, al Vaticano y a Colombia.

El prelado, supuestamente homosexual, habría estado involucrado en casos de pedofilia, pero su caso fue sofocado aún cuando fue ventilado en la prensa. Actualmente, Cox se encuentra retirado en un convento.

El año pasado el sacerdote español José Angel Arregui, de 53, fue detenido aquí por posesión de pornografía infantil y es sospechoso de haber abusado sexualmente a 15 menores en colegios españoles. Recientemente fue condenado a 817 días de prisión y podría ser extraditado a su país.

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