Roma dio vuelta al clásico ante Lazio y está más cerca
Roma, Agencias
Fue un partido raro, con un claro punto de inflexión, allá por los dos minutos del complemento, cuando Sergio Floccari erró el penal que hubiera puesto a su Lazio arriba por 2 a 0, luego del tanto en la primera etapa de Tommaso Rocchi.
Pero el arquero Julio Sergio atajó el disparo y, desde ese momento, todo fue de Roma, que igualó con un penal (concedido por falta contra Taddei) de Mirko Vucinic y ganó el match con otro tanto del montenegrino, en ese caso directamente de tiro libre.
Un triunfo realmente fundamental, porque le permite a Roma mantener la punta de la tabla, con 71 unidades y una de venyaja respecto a Inter, luego de haber sorteado el obstáculo más complicado que le quedaba hasta el final del torneo. Lazio, por su parte, sigue con 37 en el puesto decimosexto de la tabla, ahora con apenas tres de ventaja sobre el umbral del descenso, ocupado por Atalanta.
Decíamos de un partido de dos caras. En el primer tiempo, Roma sintió los nervios y Lazio, con maniobras sencillas y lineares, fue superior al rival. Ledesma, quien pudo gozar de una inesperada libertad en el medio de la cancha, fue la figura del primer tiempo y metió la asistencia perfecta, un cuchillazo vertical, para que Rocchi quedara mano a mano con el arquero rival y definiera con un toque sutil de derecha.
No hubo reacción de Roma y Lazio siguió jugando mejor hasta en el comienzo de la segunda etapa, cuando Kolarov se fue muy bien por izquierda, ingresó al área y fue bajado por Cassetti. Como quedó dicho, Floccari desperdició el penal, al rematar muy central, al punto de que Julio Sergio atajó con las rodillas.
Gol errado, gol sufrido: en el cambio de frente, Taddei fue bajado en el áea por el mismo Kolarov pero, en este caso, Vucinic no erró el remate y estampó el empate de su equipo. También hay que decir que el entrenador Claudio Ranieri se jugó entero, porque dejó en los vestuarios a los dos ídolos máximos de Roma,Totti y De Rossi (ingresaros Ménez y Taddei): le fue bien, pero en caso de derrota hubiera tenido que enfrentar a una hinchada furibunda.
Le fue bien también porque Ménez fue mucho más móvil de lo que había sido el capitán Totti, le dio vivacidad y confianza a su equipo y también se ganó el tiro libre que el mismo Vucinic, con un remate central pero violentísimo, transformó en el gol del triunfo. Además el francés tuvo una chance para el 3 a 1 y fue sin dudas la figura de la cancha.
En el final, el partido se picó un poco: culpa del referí Paolo Tagliavento quien, si bien acertó en ocasión de ambos penales, mostró demasiadas tarjetas y contribuyó a crear un clima de nervios que desembocó en una doble expulsión en el final (Ménez y Ledesma) y en una gresca generalizada luego del pitazo conclusivo.
De cualquier manera, si bien ajustado, el triunfo de Roma al final resultó justo y le permite al equipo giallorosso depender sólo de sí mismo en la pelea por el título, lo mismo que, por otra parte, le ocure a Lazio en la batalla para salvarse del descenso.
Fue un partido raro, con un claro punto de inflexión, allá por los dos minutos del complemento, cuando Sergio Floccari erró el penal que hubiera puesto a su Lazio arriba por 2 a 0, luego del tanto en la primera etapa de Tommaso Rocchi.
Pero el arquero Julio Sergio atajó el disparo y, desde ese momento, todo fue de Roma, que igualó con un penal (concedido por falta contra Taddei) de Mirko Vucinic y ganó el match con otro tanto del montenegrino, en ese caso directamente de tiro libre.
Un triunfo realmente fundamental, porque le permite a Roma mantener la punta de la tabla, con 71 unidades y una de venyaja respecto a Inter, luego de haber sorteado el obstáculo más complicado que le quedaba hasta el final del torneo. Lazio, por su parte, sigue con 37 en el puesto decimosexto de la tabla, ahora con apenas tres de ventaja sobre el umbral del descenso, ocupado por Atalanta.
Decíamos de un partido de dos caras. En el primer tiempo, Roma sintió los nervios y Lazio, con maniobras sencillas y lineares, fue superior al rival. Ledesma, quien pudo gozar de una inesperada libertad en el medio de la cancha, fue la figura del primer tiempo y metió la asistencia perfecta, un cuchillazo vertical, para que Rocchi quedara mano a mano con el arquero rival y definiera con un toque sutil de derecha.
No hubo reacción de Roma y Lazio siguió jugando mejor hasta en el comienzo de la segunda etapa, cuando Kolarov se fue muy bien por izquierda, ingresó al área y fue bajado por Cassetti. Como quedó dicho, Floccari desperdició el penal, al rematar muy central, al punto de que Julio Sergio atajó con las rodillas.
Gol errado, gol sufrido: en el cambio de frente, Taddei fue bajado en el áea por el mismo Kolarov pero, en este caso, Vucinic no erró el remate y estampó el empate de su equipo. También hay que decir que el entrenador Claudio Ranieri se jugó entero, porque dejó en los vestuarios a los dos ídolos máximos de Roma,Totti y De Rossi (ingresaros Ménez y Taddei): le fue bien, pero en caso de derrota hubiera tenido que enfrentar a una hinchada furibunda.
Le fue bien también porque Ménez fue mucho más móvil de lo que había sido el capitán Totti, le dio vivacidad y confianza a su equipo y también se ganó el tiro libre que el mismo Vucinic, con un remate central pero violentísimo, transformó en el gol del triunfo. Además el francés tuvo una chance para el 3 a 1 y fue sin dudas la figura de la cancha.
En el final, el partido se picó un poco: culpa del referí Paolo Tagliavento quien, si bien acertó en ocasión de ambos penales, mostró demasiadas tarjetas y contribuyó a crear un clima de nervios que desembocó en una doble expulsión en el final (Ménez y Ledesma) y en una gresca generalizada luego del pitazo conclusivo.
De cualquier manera, si bien ajustado, el triunfo de Roma al final resultó justo y le permite al equipo giallorosso depender sólo de sí mismo en la pelea por el título, lo mismo que, por otra parte, le ocure a Lazio en la batalla para salvarse del descenso.