Presidente boliviano responsabiliza a capitalismo por inminente catástrofe ambiental

Tiquipaya, Abi
El presidente Evo Morales responsabilizó al sistema capitalista, detrás del Entendimiento de Copenhague, por el deterioro acelerado del ecosistema, provocado por las emisiones y calentamiento globales, al inaugurar el martes en la boliviana Tiquipaya la alternativa I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (CMPCC).

"La causa principal de la destrucción del planeta Tierra es el capitalismo y, como pueblos que habitamos, que respetamos esta Madre Tierra, tenemos todo el derecho, tenemos la ética y la moral para decir aquí que el enemigo central de la Madre Tierra es el capitalismo", afirmó en multitudinario acto celebrado en el ecológico estadio de fútbol de Tiquipaya, flanqueado por graderíos de grama y madera, ante 20.000 representantes de indígenas, ecologistas y de movimientos sociales llegados de 129 países de 5 continentes.

"El sistema capitalista busca la obtención de la máxima ganancia posible, promoviendo un crecimiento sin límites, un planeta finito. El capitalismo es la fuente de asimetrías y desequilibrio en el mundo", afirmó al denunciar la pobreza en que se debate la mitad de la población mundial.

"Más de 2.800 millones de personas viven con menos de dos dólares al día. Para el capitalismo los seres humanos sólo somos consumidores y fuerza de trabajo, las personas valen por lo que tienen y no por lo que son", deploró al tiempo de denunciar que el sistema económico mundial imperante mercantiliza el agua, la tierra y hasta la cultura.

"Mientras no cambiemos el sistema capitalista, las medidas que adoptemos tendrán un carácter limitado y precario", advirtió al tiempo de plantear un dilema existencial: "continuar por el camino del capitalismo o la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida para salvar a la humanidad".

El gobernante boliviano, promotor que la CMPCC, contracara del Entendimiento de Copenhague, en diciembre último, cuando las potencias industriales rehuyeron ratificar los principios del Protocolo de Kioto, que declaró en 1997 imperiosamente vital reducir las emisiones de gas tóxico para bajar tensionalmente la temperatura del globo terráqueo, deploró los compromisos inconsistentes adoptados en la capital danesa.

"Las ofertas de reducción de gas del efecto invernadero que han hecho los países desarrollados bajo el mal llamado 'Entendimiento de Copenhague', son en realidad de apenas el 2%, tomando en cuenta los niveles de emisión del año 1990", advirtió.

Las potencias concernidas en la depredación de la naturaleza y el planeta "lejos de salvar a la humanidad, van a permitir el incremento de la temperatura por encima de los cuatro grados centígrados" lo que sublevará los mares y provocará que se derritan los hielos eternos, enfatizó.

"Esto es inaceptable, y por eso hemos convocado a esta Conferencia y hemos invitado a todos los gobiernos a venir a discutir aquí de cara a nuestros pueblos", sostuvo al subrayar que las últimas dos décadas del siglo pasado, cuando en los Andes sudamericanos despuntó el fenómeno meteorológico de El Niño, choque de masas de agua caliente y corrientes de aire frío en el Pacífico sur, que comportan diluvios y sequías, fueron extraordinariamente calientes.

En caso que no se reviertas o frenen en México, en noviembre que viene, los alcances del Entendimiento de Copenhague "se reducirá la producción de alimentos en el mundo en un 40% aproximadamente, se incrementará el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas; y entre el 20 y 30% de especies de animales y vegetales podrían desaparecer", puso en evidencia.

Siempre en tono de advertencia, pronosticó que tal trance de vida provocará "el derretimiento de los polos y los glaciales de los Andes y los Himalayas" y que varias islas desaparecerán bajo el Océano".

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