Obispo dice que "el erotismo impide respetar a los niños"
Alberto Nájar
BBC Mundo, México
Las declaraciones de un obispo de la Iglesia Católica en México avivaron la polémica sobre los ministros religiosos involucrados en casos de pederastia.
Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, al sur de México, dijo que el liberalismo sexual dificulta la formación de sacerdotes, especialmente en su relación con menores de edad.
"La liberalidad sexual del mundo en general ha disminuido las fuerzas morales con las que tratamos de educar a los jóvenes en los seminarios. Ante tanta invasión de erotismo no es fácil mantenerse fiel tanto en el celibato como en el respeto a los niños", reconoció Arizmendi.
El comentario del obispo desató reacciones airadas, especialmente en algunos medios de comunicación locales. También hubo una respuesta del Ministerio de Educación.
El periodista Carlos Puig, conductor de la primera emisión del noticiario radiofónico Hoy por Hoy, preguntó al aire: "¿Qué pueden tener de erótico un niño o una niña de ocho años, señor obispo?".
A las críticas, el responsable de radio y televisión del Arzobispado de Ciudad de México, Jesús Aguilar, dijo que las palabras del obispo no representan a toda la Iglesia Católica en el país.
La polémica no terminó en el ámbito religioso, porque el obispo Arizmendi también dijo que los libros de texto distribuidos por el Ministerio de Educación en escuelas primarias, fomentan el liberalismo sexual.
El ministro Alonso Lujambio respondió a las críticas: "Nuestros libros buscan que los niños y niñas se hagan responsables de las consecuencias de sus actos y para eso requieren información", dijo el responsable de Educación en México.
Para algunos analistas, los comentarios del obispo católico fueron inesperados, sobre todo por los antecedentes del ministro religioso.
Arizmendi está a cargo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que ofrece servicios religiosos a la zona de Chiapas donde en 1994 surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
De hecho, uno de los antecesores del actual obispo, Samuel Ruiz, fue mediador en el conflicto armado entre el EZLN y el gobierno federal.
El territorio que comprende la diócesis de San Cristóbal tiene una de las mayores concentraciones de población indígena en México, además de algunos municipios con alto índice de pobreza.
Antes de ocupar esta posición, Felipe Arizmendi fue obispo de Tapachula, en la frontera de Chiapas con Guatemala, una de las ciudades con mayor tránsito de migrantes indocumentados de Centroamérica y señalado por organizaciones internacionales como un sitio con serios problemas de esclavitud sexual.
Los abusos sexuales a menores de edad probablemente cometidos por ministros católicos es un tema sensible en México, sobre todo por el caso del fundador de la orden Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
El sacerdote fue acusado de agredir sexualmente a varios jóvenes seminaristas desde la década de los '50, e incluso existe un señalamiento similar por parte de dos de sus hijos. Las primeras denuncias se hicieron públicas en México en 1997.
Además de este asunto, algunos ministros católicos han sido acusados de proteger a sacerdotes acusados de pederastia.
El escándalo provocó que la Conferencia Episcopal de México ofreciera disculpas a las víctimas.
"Hoy, como pastores, queremos pedir perdón a aquellos que han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes deshonestos, quienes con abominables acciones han dañado a niños inocentes, traicionando su ministerio", dijo la Conferencia en un comunicado.
Algunos ministros fueron más allá, como el obispo Raúl Vera, de Saltillo, Coahuila, al norte de México, quien dijo que la Iglesia Católica mexicana pensó que las denuncias de pederastia eran "una gripita", cuando en realidad se trataba de una enfermedad mayor.
BBC Mundo, México
Las declaraciones de un obispo de la Iglesia Católica en México avivaron la polémica sobre los ministros religiosos involucrados en casos de pederastia.
Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, al sur de México, dijo que el liberalismo sexual dificulta la formación de sacerdotes, especialmente en su relación con menores de edad.
"La liberalidad sexual del mundo en general ha disminuido las fuerzas morales con las que tratamos de educar a los jóvenes en los seminarios. Ante tanta invasión de erotismo no es fácil mantenerse fiel tanto en el celibato como en el respeto a los niños", reconoció Arizmendi.
El comentario del obispo desató reacciones airadas, especialmente en algunos medios de comunicación locales. También hubo una respuesta del Ministerio de Educación.
El periodista Carlos Puig, conductor de la primera emisión del noticiario radiofónico Hoy por Hoy, preguntó al aire: "¿Qué pueden tener de erótico un niño o una niña de ocho años, señor obispo?".
A las críticas, el responsable de radio y televisión del Arzobispado de Ciudad de México, Jesús Aguilar, dijo que las palabras del obispo no representan a toda la Iglesia Católica en el país.
La polémica no terminó en el ámbito religioso, porque el obispo Arizmendi también dijo que los libros de texto distribuidos por el Ministerio de Educación en escuelas primarias, fomentan el liberalismo sexual.
El ministro Alonso Lujambio respondió a las críticas: "Nuestros libros buscan que los niños y niñas se hagan responsables de las consecuencias de sus actos y para eso requieren información", dijo el responsable de Educación en México.
Para algunos analistas, los comentarios del obispo católico fueron inesperados, sobre todo por los antecedentes del ministro religioso.
Arizmendi está a cargo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que ofrece servicios religiosos a la zona de Chiapas donde en 1994 surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
De hecho, uno de los antecesores del actual obispo, Samuel Ruiz, fue mediador en el conflicto armado entre el EZLN y el gobierno federal.
El territorio que comprende la diócesis de San Cristóbal tiene una de las mayores concentraciones de población indígena en México, además de algunos municipios con alto índice de pobreza.
Antes de ocupar esta posición, Felipe Arizmendi fue obispo de Tapachula, en la frontera de Chiapas con Guatemala, una de las ciudades con mayor tránsito de migrantes indocumentados de Centroamérica y señalado por organizaciones internacionales como un sitio con serios problemas de esclavitud sexual.
Los abusos sexuales a menores de edad probablemente cometidos por ministros católicos es un tema sensible en México, sobre todo por el caso del fundador de la orden Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
El sacerdote fue acusado de agredir sexualmente a varios jóvenes seminaristas desde la década de los '50, e incluso existe un señalamiento similar por parte de dos de sus hijos. Las primeras denuncias se hicieron públicas en México en 1997.
Además de este asunto, algunos ministros católicos han sido acusados de proteger a sacerdotes acusados de pederastia.
El escándalo provocó que la Conferencia Episcopal de México ofreciera disculpas a las víctimas.
"Hoy, como pastores, queremos pedir perdón a aquellos que han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes deshonestos, quienes con abominables acciones han dañado a niños inocentes, traicionando su ministerio", dijo la Conferencia en un comunicado.
Algunos ministros fueron más allá, como el obispo Raúl Vera, de Saltillo, Coahuila, al norte de México, quien dijo que la Iglesia Católica mexicana pensó que las denuncias de pederastia eran "una gripita", cuando en realidad se trataba de una enfermedad mayor.